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Migrantes haitianos saturan albergues en México

22 de septiembre de 2021

Miles de migrantes indocumentados de Haití llegaron a la frontera sur de México para continuar su marcha hacia Estados Unidos.

US-Grenzstadt Del Rio | Flüchtlinge aus Haiti
Imagen: Rieke Havertz

Centenares de haitianos, parte de los miles que acampaban este martes (21.09.2021) bajo un puente que une México con Estados Unidos, buscan alimento y sosiego en la mexicana Ciudad Acuña, donde su anhelo de obtener asilo en el país vecino parece desvanecerse.

Hombres y mujeres cruzaban al lado mexicano. Aquí es más fácil comprar comida, aliviarse del cansancio y el calor y recibir atención médica para las enfermedades que provocan las polvaredas en el improvisado campamento, comentaron algunos de ellos a la AFP.

"Estamos desesperados porque mucha gente tiene el sueño de ir allá (a Estados Unidos) y ahora ellos están deportando a todos por igual", dice Maximil Marcadieu, de 28 años, quien partió desde Chile el pasado 21 de julio y arribó hace una semana a Ciudad Acuña.

Decenas de miles de migrantes indocumentados, en su mayoría haitianos, llegaron en los últimos meses a la frontera sur de México para continuar su marcha hacia Estados Unidos esperanzados en obtener refugio.

Pero las autoridades estadounidenses comenzaron a repatriar a los haitianos vía aérea desde Del Río, la ciudad de Texas fronteriza con Ciudad Acuña, donde miles se agolpan para intentar ingresar.

Marcadieu relata que partió desde Chile junto con su esposa y su hija de dos años. Atravesaron Bolivia, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Guatemala y México.

Explica que el trance más duro fue el cruce de la inhóspita selva del Darién, entre Colombia y Panamá, donde pasaron cuatro días caminando. Los migrantes cuentan que algunos han muerto allí.

Pese a la amenaza latente de ser deportado desde territorio estadounidense, Marcadieu asegura que intentará cruzar. 

"Tengo mi familia allá en Estados Unidos y los haitianos siempre quieren vivir juntos, por eso yo salí de Chile", añadió el migrante del lado mexicano, adonde vino en busca de comida, pero prevé regresar al campamento debajo del puente.

Para frenar esta oleada migratoria, que desató una crisis humanitaria en las fronteras, México y Estados Unidos analizan la adopción de un acuerdo regional, confirmó este martes el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.

"Le manifesté que sería deseable arribar a un acuerdo regional. Estaremos en comunicación sobre ello", tuiteó Ebrard, citando un diálogo telefónico el lunes con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. 

Detener flujo migratorio

Ambos "discutieron la necesidad de un esfuerzo regional coordinado para detener el flujo de migración irregular", indicó por su parte un comunicado del Departamento de Estado, sin detallar la iniciativa.

Mientras tanto, el movimiento en Ciudad Acuña es incesante.

El ir y venir de los migrantes a través del río Bravo se da con ayuda de cuerdas que permiten sortear el caudal aparentemente en calma, pero que suele ocultar fuertes corrientes. Una vez que sube el nivel del agua, los agentes fronterizos vuelven a cerrar el paso.

Elvinson Saintil, un adolescente de 16 años, también viajó desde Chile con sus padres y tres hermanos. Asegura que su familia ya tenía cita para solicitar el asilo pero perdieron su turno.

"Dicen que están deportando también familias y embarazadas", cuenta. "Tenemos miedo".

En tanto, la explanada de un parque ubicado al lado del río se ha convertido en un improvisado albergue para varias decenas de indocumentados. Allí voluntarios de organizaciones como Médicos Sin Fronteras ofrecen sus servicios.

También son muchas las personas que llegan en automóviles y camionetas a vender comida, agua o refrescos.

"Venimos a darles la mano", dice Enrique Mercado, encargado de un restaurante de pollos fritos, tras venderle a uno de los indocumentados una porción a menor precio del que indica su carta.

El secretario estadounidense de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, aseguró el lunes que los migrantes haitianos han sido informados erróneamente de que pueden quedarse en Estados Unidos como refugiados bajo el Estatuto de Protección Temporal (TPS).

Tras el agravamiento de la crisis política por el asesinato en julio del presidente Jovenel Moise y el reciente terremoto que devastó a Haití, Washington extendió el TPS para todos los haitianos que estaban en Estados Unidos el 29 de julio o antes.

Pero "nadie que haya llegado la pasada semana será elegible para obtener el TPS", advirtió Mayorkas.

mg (afp, efe)

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