El esqueleto -el primero que aparece en más de veinte años- fue descubierto en la Cueva Shanidar, en Irak, y ayudará a estudiar los ritos funerarios de los neandertales.
Imagen: Imago/F. Jason
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Un equipo de investigadores ha descubierto en la Cueva Shanidar -en las estribaciones del kurdistán iraquí- un esqueleto de neandertal que será clave para investigar las prácticas mortuorias de esta especie humana extinguida hace unos 40.000 años.
El esqueleto -el primero que aparece en más de veinte años- ha sido descubierto en uno de los yacimientos más importantes de la arqueología del último siglo, la Cueva Shanidar, excavada por primera vez en la década de 1950 por el arqueólogo Ralph Solecki.
La hipótesis del "entierro con flores"
De aquella excavación salieron a la luz los restos parciales de nueve hombres, mujeres y niños neandertales. Unos estaban agrupados y otros tenían restos de polen antiguo alrededor, detalles que para Solecki eran una prueba de que estos humanos enterraban a sus muertos y utilizaban flores en sus ritos funerarios.
La hipótesis del "entierro con flores" no solo capturó la imaginación popular, sino que provocó el replanteamiento de esta especie -hasta entonces considerada "no inteligente"- y abrió un debate que se ha extendido durante décadas y que ha dividido a la comunidad científica entre los que creen que los neandertales practicaban rituales de muerte y los que no los creen capaces de tal sofisticación cultural.
El nuevo neandertal: "Shanidar Z"
Medio siglo después, un equipo de investigadores ha regresado a la vieja zanja de Solecki para recoger nuevas muestras de sedimento, y ha descubierto los huesos aplastados del cráneo y del torso de un nuevo neandertal: "Shanidar Z".
Los primeros análisis sugieren que tiene más de 70.000 años de antigüedad y, aunque el sexo está por determinar, los dientes indican que se trata de un "adulto de mediana a avanzada edad".
El descubrimiento, publicado este martes (18.02.2020) en la revista Antiquity, ha sido realizado por científicos de las universidades John Moores de Cambridge, Birkbeck y Liverpool, con la colaboración de la Dirección General de Antigüedades del Kurdistán y la Dirección de Antigüedades de la provincia de Soran.
El hallazgo ayudará a avanzar en la comprensión de esta especie humana porque "hace sesenta o incluso cien años, las técnicas arqueológicas eran más limitadas", pero con las tecnologías modernas y el ADN antiguo se podrán desvelar "muchas preguntas que nos hemos hecho hasta ahora", explicó Emma Pomeroy, del Departamento de Arqueología de Cambridge, autora principal del artículo.
VT (efe, spiegel.de)
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Los incas: reyes de los Andes
Acompañe a DW por un recorrido a través de la exposición “Los incas: reyes de los Andes” que actualmente hospeda el museo Linden de Stuttgart. Se trata de la primera exposición incaica en Europa.
Imagen: A. M. Gross/via
Más valiosos que el oro
Aún después de siglos, los textiles incaicos conservan una calidad y un colorido impresionantes. Los incas les adjudicaban más valor que al oro, y creían que tenían vida, por lo que estaba prohibido dañarlos.
Imagen: F. Dahlmann
Testigo de una época dorada
Los conquistadores españoles derritieron la gran mayoría de los objetos de oro que encontraron en territorio incaico. Por ello, hoy en día, solo quedan pocas muestras de ese arte dorado, como esta pequeña figura que representa a un inca de la clase noble.
Imagen: A. Dreyer
Dualidad trascendente
Estas dos ánforas o aryballos conforman un juego que simboliza el principio de la dualidad. El concepto andino de la complementariedad trascendía todos los aspectos de la vida en la sociedad incaica. Los aryballos son una de las formas cerámicas más representativas de los incas.
Imagen: D. Giannoni
Alterando el paisaje natural
Para aumentar la producción agrícola en un terreno tan difícil como los Andes, los incas construyeron terrazas, acueductos y almacenes, alterando el paisaje natural. Mientras que para los ciudadanos de a pie, la papa era el alimento básico, el maíz estaba destinado a la élite incaica que lo usaba para preparar chicha (cerveza a base de maíz).
Imagen: A. M. Gross/via
Valiosas ofrendas
La carne de llama tenía un alto valor para las culturas andinas prehispánicas. Estos animales solo eran sacrificados en ocasiones especiales. Las conopas u ofrendas en forma de llama, en la imagen, eran llenadas de grasa de llama y después enterradas.
Imagen: D. Giannoni
La fuerza del puma
El puma era venerado por los incas por su fuerza, inteligencia y destreza. En este caso, se trata de un cachorro de puma, por lo que no solo simboliza poder, sino también fertilidad. Otros animales que fueron representados en el arte incaica son el cóndor, dios del cielo, y la anaconda, diosa del agua.
Imagen: K. Schmidt
Comunicación visual
Este colorido uncu (camisa de vestir para hombre) muestra un típico símbolo incaico, la cruz chakana. Algunos científicos creen que esta cruz representa las escaleras que llevan al inframundo, otros creen ver en ella la constelación de la cruz del sur.
Imagen: H. Anderzen
¡Jaque mate!
Los incas no conocían el ajedrez como pudiera sugerir esta camisa. Curiosamente, el diseño en forma de tablero de ajedrez, un juego estratégico de guerra, era el atuendo oficial usado por los capitanes de guerra.
Imagen: Staatliches Museum für Völkerkunde München/Marianne Franke
Prestigio inmortal
Momias tan elaboradas, como la que se puede ver en esta imagen, muestran que para los incas la muerte solo representaba una etapa más en el ciclo de vida de una persona. La camiseta que viste esta momia revela que se trata de los restos mortales de un capitán de guerra.
Imagen: M. Gruber
En la cima del mundo
La llama y la alpaca eran los únicos animales domesticados en la sociedad incaica, además de los conejillos de Indias o cuye. Las llamas son sobre todo animales de carga y las alpacas proporcionan lana.
Imagen: Ministerio de Cultura del Perú
Miniaturas de gran fuerza ritual
Pequeñas figuras, como las que muestra la imagen, en forma de llamas, eran forjadas durante grandes fiestas rituales. Cada ciudadano aportaba el oro o la plata para fabricar sus figuras y después las enterraban para ofrendárselas a los dioses.
Imagen: D. Giannoni
Pluma por pluma
En un proceso laborioso, los incas crearon hermosos objetos a base de plumas como tocados, taparrabos, vestimenta, adornos y abanicos. Este oficio lo retomaron del pueblo Huari que siglos antes ya importaba plumas de aves exóticas de la Amazonía para la elaboración de objetos exclusivos para la élite política y religiosa.
Imagen: Frank Dahlmann
Plumaje bélico
Este fragmento de un uncu (camisa de vestir para hombres) es uno de los pocos objetos trabajados con plumas que se conservan de la era incaica. Como las plumas eran asociadas con la guerra, este uncu probablemente perteneció a un militar de alto rango.
Imagen: A. Dreyer
Quipu: el arte de leer nudos
El quipu es un extraordinario sistema de comunicación incaico que servía de ayuda mnemotécnica para mitos y relatos históricos, como sistema de contabilidad, calculadora y calendario. Está basado en el sistema decimal. Los diferentes nudos y colores tienen distintos significados.
Imagen: A. Dreyer
Todos los caminos conducen a Cusco
Los incas construyeron una impresionante red de caminos, de una extensión de 40.000 kilómetros. Ésta era incluso más larga que la red vial del imperio romano. Los caminos reales o “qhapac ñan” eran usados por mensajeros, caravanas de llamas que transportaban la cosecha y mercancías de lujo, así como el ejército o grupos de trabajadores destinados al servicio del estado.
Imagen: W. Hupiú/ Ministerio de Cultura del Perú
Machu Pichu al alcance de todos
Machu Pichu fue declarado patrimonio de la humanidad y cada año atrae a millones de visitantes de todo el mundo. Para todos aquellos que no tengan la posibilidad de viajar a Machu Pichu proximamente, el museo Linden de Stuttgart exhibe un modelo de la ciudad.
Imagen: A. Dreyer
La casa de campo más famosa del mundo
La antigua ciudad incaica de Machu Pichu fue construida como casa de campo para el soberano Pachacútec. La forma en que su arquitectura se adapta al grandioso entorno natural, es impresionante.
Imagen: Christine Wawra
El lado bello de la geometría
El estilo geométrico es característico del arte incaico. Pero, lejos de ser un arte abstracto, en realidad era un código visual que transmitía importantes informaciones.
Imagen: Frank Dahlmann
La fusión de dos mundos
La exposición dedica toda una sala al tiempo de la colonia que se caracterizó por un fuerte sincretismo cultural y religioso. En los textiles, por ejemplo, se fueron mezclando los símbolos geométricos de los incas con el estilo barroco europeo.
Imagen: A. Dreyer
Una cultura viva
Actualmente, aproximadamente 25 millones de indígenas habitan en el antiguo territorio incaico. En la exposición, los indígenas de los países andinos tienen la última palabra. El quechua, por ejemplo, es uno de los legados incaicos más ostensibles.