Hallan en Argentina nueva especie de dinosaurio carnívoro
1 de abril de 2021
Bautizado así por el término mapuche Llukalkan, medía unos cinco metros de largo y se paseaba por Sudamérica hace aproximadamente 80 millones de años.
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Un grupo de científicos ha descubierto una nueva especie de dinosaurio carnívoro, bautizada como Llukalkan aliocranianus, que habitaba en la Patagonia, en la Argentina actual, según un estudio publicado en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.
Hace 80 millones de años, el tiranosaurio dominaba en el hemisferio norte, mientras que Llukalkan aliocranianus, un abelisáurido carnívoro, era uno de los principales depredadores en la Patagonia.
El nombre que los científicos han dado al animal cuyos restos fósiles se hallaron en el oeste de Argentina viene del término mapuche Llukalkan, que significa "el que causa miedo", y del latino aliocraniaus, que es "cráneo diferente".
"Este descubrimiento es particularmente importante porque indica que la diversidad y abundancia de abelisáuridos era notable no solo en la Patagonia, sino también en más áreas durante el ocaso de los dinosaurios", señaló el paleontólogo Federico Gianechini, paleontólogo de la Universidad Nacional de San Luis, en Argentina.
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Un cazador mejorado
El animal, que pertenece a una de las 10 especies hasta ahora conocidas de abelisáuridos, vivió en el Cretáceo tardío.
Según los investigadores, medía hasta cinco metros de longitud, estaba dotado de una mandíbula extremadamente poderosa, dientes muy afilados, enormes pezuñas y un olfato muy sensible.
Los restos fósiles hallados incluyen una bóveda craneal muy bien preservada que indica que el cráneo de Llukalkan tenía huesos gruesos que formaban protuberancias en la cabeza parecidas a las de algunos reptiles del presente como el monstruo de Gila y ciertas iguanas.
Asimismo, la forma de su cráneo indica que poseía también un sentido del oído mejor que la mayoría de los abelisáurido conocidos y similar al de los cocodrilos actuales, lo que posiblemente lo convertía en un mejor cazador, dijo Gianechini.
Dos temibles depredadores
El estudio apunta que este reptil habitó la misma área en el mismo período de tiempo que otra especie de abelisáurido furelisauria (lagarto de espinazo rígido), el Viavenator exxoni, algo muy poco habitual según los investigadores.
"Llukalkan era un poco más pequeño que Viavenator, aunque, si vivían juntos, seguramente compartían el mismo nicho ecológico y se alimentaban de las mismas presas, por lo que habrían competido entre sí y -por qué no- incluso se habrían comido el uno al otro", dijo a Reuters.
Restos fósiles de Llukalkan y Viavenator se encontraron a unos 700 metros unos de los otros en la formación Bajo de la Carpa, cerca del famoso sitio arqueológico de Invernada, en Argentina.
En las últimas décadas se han realizado una serie de importantes descubrimientos de dinosaurios en Argentina. En 2014, por ejemplo, se encontraron los restos de un dinosaurio que pesaba más o menos lo mismo que 14 elefantes, se pensaba que era el más grande jamás descubierto.
ee (efe/reuters)
Una mirada de cerca a las maravillas marinas
El océano es el hogar de algunas de las criaturas más sorprendentes, como las especies recientemente descubiertas bajo la Antártida. He aquí una selección de los animales acuáticos más interesantes del mundo.
Imagen: British Antarctic Survey/dpa/picture alliance
Vida desconocida
Bajo una capa de hielo permanente de cientos de metros, los investigadores descubrieron animales sésiles (similares a las esponjas) que se han adaptado a condiciones extremas, como la oscuridad y las temperaturas bajo cero, además de encontrarse bajo una extensión de hielo tal que estos organismos están a 260 kilómetros del mar abierto. Aún no está claro a qué especie pertenecen estas criaturas.
Imagen: British Antarctic Survey/dpa/picture alliance
Dragón del agua
Parece un caballito de mar, pero es un dragón marino rojo, un raro pez marino. Los investigadores de la costa de Australia Occidental han podido admirar recientemente estos ejemplares, que fueron identificados en 2015. Los animales fueron observados alimentándose a una profundidad de 50 metros.
Imagen: picture-alliance/dpa/Scripps Oceanography/UC San Diego
Caballitos de mar
Los caballitos de mar o hipocampos también son bastante inusuales. Son una de las pocas especies que nadan verticalmente. Pero esto no funciona demasiado bien, por lo cual son malos nadadores. Los machos son los encargados de gestar los huevos fecundados y dan a luz a sus crías.
Imagen: picture-alliance/ dpa
Anguilas eléctricas
A pesar de su nombre, la anguila eléctrica no es una anguila, sino un pez cuchillo. Pero sí es eléctrica y genera potentes descargas de hasta 600 voltios para matar a sus presas. Los investigadores han descubierto que este pez también utiliza su descarga de alto voltaje como dispositivo de rastreo de alta precisión, similar a las llamadas de ecolocalización de los murciélagos.
Imagen: imago/Olaf Wagner
Pez arquero
Los peces arqueros de bandas (Toxotes jaculatrix) viven en aguas salobres y han ideado una forma única de matar a sus presas: escupen un chorro de agua al aire para abatir insectos. Los peces más grandes pueden incluso alcanzar objetivos de hasta tres metros de distancia.
El miracielo o pez celestial se entierra en la arena y espera a que su presa pase por encima de su cabeza. Entonces sale disparado hacia arriba y consigue su comida. Los miracielos tienen los ojos montados en la parte superior y una gran boca orientada hacia arriba. Si alguna vez ve uno, tenga cuidado: esta especie es venenosa.
Imagen: picture-alliance / OKAPIA KG
Pez piedra
¿Venenosos y buenos en esconderse? El pez piedra es ambas cosas. Esta especie (Synanceia horrida) tiene el aspecto de una piedra cubierta de algas. Pero si lo pisa, descubrirá sus espinas venenosas en forma de aguja, que pueden ser mortales para los humanos.
Imagen: gemeinfrei
Pez globo
Los peces globo tienen un estómago elástico que pueden llenar de agua cuando se sienten amenazados. De ese modo se vuelven mucho más grandes y adquieren una forma casi redonda. Producen tetrodotoxina, una sustancia que puede matar a los seres humanos. En Japón, la gente come peces globo.
Imagen: picture alliance/Arco Images
Pez rape
Un rape atrae a sus presas con un crecimiento carnoso de su cabeza. La punta de la cabeza se ilumina para despertar la curiosidad de la presa, que luego es engullida por la enorme boca del depredador. El rape puede encontrarse en casi todo el mundo, incluso en las profundidades marinas.
Imagen: Flickr/Stephen Childs
Pez víbora
Con alta presión, casi sin luz y poca comida, los animales tienen que estar especialmente adaptados para poder vivir en las profundidades marinas. Los peces víbora tienen que estar absolutamente seguros de perderse una comida: para eso están su enorme boca y sus afilados dientes.
Imagen: picture-alliance/dpa
La solla
La solla es un pez plano, no cabe duda. Los peces bien camuflados se entierran en el sedimento. Se desarrollan de forma que ambos ojos acaban en el mismo lado de la cabeza.
Imagen: picture-alliance/dpa/H.Bäsemann
Saltafangos
Al parecer, los saltafangos no podían decidir si les gustaba más la tierra o el agua. Así que llegaron a un acuerdo y eligieron los hábitats intermareales. Son definitivamente peces, pero pueden utilizar sus aletas pectorales para caminar por la tierra. Pueden respirar a través de su piel como los anfibios.
Imagen: picture-alliance/dpa/MAXPPP
Tiburón martillo
Los investigadores creen que la cabeza plana y extendida lateralmente da a los tiburones martillo un campo visual más alto. Eso les ayuda a encontrar a sus presas.