Hamburgo y Werder Bremen inician el miércoles una verdadera maratón de cuatro duelos en poco más de tres semanas de uno de los grandes clásicos del fútbol alemán.

El primer enfrentamiento entre ambos equipos del norte del país será el miércoles, cuando se topen en Hamburgo en semifinales de la Copa Alemana.

Una semana después, el 30 de abril, se vuelven a enfrentar, esta vez en Bremen, en el partido de ida de las semifinales de la Copa UEFA y siete días después por la revancha del torneo europeo. Finalmente, el póker se completará el 10 de mayo, por la liga, nuevamente en Bremen.

El ganador del partido de mañana jugará la final de la Copa alemana el 30 de mayo, en Berlín, contra el vencedor de la otra semifinal, que dirimen Bayer Leverkusen y Maguncia, club que milita en la segunda liga.

Dardos envenenados

Como siempre en vísperas del clásico aparecen los dardos envenenados hacia el rival. Tim Wiese, el portero del Bremen, lanzó el primero, al sentenciar que "el Hamburgo siempre pierde los partidos importantes". "Creo que en Hamburgo cunde el pánico", agregó leña al fuego el portero.

La respuesta no demoró en llegar, por intermedio del capitán del Hamburgo, David Jarolim, quien puso el dedo en la herida. "Tendrán una buena ofensiva, pero en la defensa son un descalabro. Y eso lo vamos a aprovechar. Nosotros llegamos con la moral muy alta, con mucha confianza, y ellos vienen golpeados porque en la liga ya no se juegan nada".

El Hamburgo lucha en la liga por el título, siendo escolta junto a Bayern Múnich del líder Wolfsburgo, con una diferencia de apenas tres puntos, mientras que Bremen va décimo, sin posibilidades de llegar a un puesto europeo.

El Hamburgo enfrenta el primer clásico practicamente sin lesionados y Bremen recuperó para el partido del miércoles a sus dos cerebros en la creación de juego, los centrocampistas Mesut Özil y Diego. El brasileño afirma que es "el partido más importante" desde que juega para Werder y está convencido de que va a estar en la final: "Juego fútbol para salir campeón".

El duelo deparará además una comparación especial entre dos delanteros peruanos. Claudio Pizarro, la máquina de hacer goles del Bremen con 26 goles en los 36 partidos oficiales que disputó en la temporada. Del otro lado, Paolo Guerrero, más jugador de equipo que solitario delantero, con 13 tantos en los 40 encuentros que hizo.

dpa/el