Críticos de la cumbre del Grupo de los Veinte países industrializados y emergentes del mundo que tendrá lugar el 7 y 8 de julio comenzaron a marchar por calles de Hamburgo. Cada día hay manifestaciones anunciadas.
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La primera gran manifestación, una autodenominada "Ola de protesta colorida, pacífica y creativa" tiene lugar en favor de la protección del clima, la justicia social y la democracia.
Los organizadores han llamado expresamente también a familias y personas mayores a convertir el centro de Hamburgo en "un mar de banderas" con mensajes en varios idiomas y a poblar de canoas con pancartas el lago que forma en pleno centro de Hamburgo el río Alster.
La marcha a la que se espera la asistencia de decenas de miles de personas ha sido convocada por una alianza de organizaciones ambientalistas, de protección al consumidor, agrarias, sindicales, de derechos cívicos y eclesiásticas entre las que destacan Greenpeace y Campact.
No están en contra de la celebración del encuentro, sino de la política de los países participantes. La cumbre del G20 estará jalonada por casi una treintena de protestas de la más diversa índole y una de ellas promete convertir en un "infierno" a la ciudad del norte alemán.
Más de 15 policías
La Policía está preparada para evitar una escalada de violencia con más de 15.000 agentes e incluso con una cárcel montada expresamente para el G20. Las autoridades calculan que unos 8.000 ultraizquierdistas violentos de dentro y fuera de Alemania podrían darse cita en Hamburgo y buscan evitar desmanes como los que hundieron a Fráncfort en un mar de gas lacrimógeno y fuego con motivo de la inauguración de la nueva sede del Banco Central Europeo en marzo de 2015.
También esperan que no se repitan las imágenes que permanecen aún en la retina de muchos de la violencia que se adueñó de Génova en la cumbre del G8 de 2001 y se cobró la vida del un joven de 23 años, ultimado por una patrulla de carabineros.
La Policía ha erigido una zona de 38 kilómetros cuadrados en la que estará prohibido manifestarse durante los dos días que tendrá lugar la reunión de los mandatarios.
JOV (dpa, n-tv)
Así se protege Colonia contra las inundaciones
Colonia ha sufrido numerosas inundaciones devastadoras. ¿Cómo se puede defender esta ciudad de las crecidas del Rin? Aquí le explicamos algunas técnicas para protegerse de los desbordes del río.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
¡Atención, inundaciones!
2.000 m³ de agua pasan cada segundo por la orilla del casco antiguo de Colonia. Cuando hay lluvias intensas, hay crecidas enormes. Entre otras cosas, por las correcciones del cauce y los suelos sellados. En 1995, casi 11.000m³ de agua se salían cada segundo del curso con consecuencias devastadoras. Las primeras medidas preventivas se toman hoy cuando el río alcanza una altura de 4,50 m.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
El muro de protección
La advertencia sobre el nivel de agua llegan exactamente 24 horas antes de la subida, explica Henning Werker, director de la Central de Protección de Inundaciones de Colonia. Así se pueden instalar los paneles móviles de contención realizados en aluminio, que protegen las zonas afectadas a lo largo de 11 kilómetros, hasta un altura de 11,30 metros.
Imagen: picture-alliance/dpa/H. Kaiser
Bien escondidos
Las piezas metálicas incrustadas en los pilares de la pared que ayudan a soportar los paneles de contención son apenas visibles. Están instaladas a lo largo de la orilla a intervalos de un metro. Los paneles tienen tres agujeros en el lado de la orilla del Rin y otro en la parte opuesta, que sirve como apoyo para los pilares que apuntalan los paneles.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
Piezas de protección
En los almacenes de la ciudad, como bajo las vigas del puente de Deutz, se almacenan barras de aluminio y pilares de protección. Una pieza tiene una altura de 30 centímetros y el muro resultante puede llegar a los 3 metros de altura. Las barras están vacías y se llenan de agua para estabilizar la pared. Con un sellado neumático, la pared contiene el agua hasta en terrenos irregulares.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
La solución a cualquier problema
Para protegerse contra las inundaciones nunca deben faltar los sacos de arena. “Tenemos 40.000 sacos preparados”, explica Henning Werker. Pero también tienen otros 300.000 vacíos en la reserva. Werker cuenta que un saco lleno pesa unos 20 kilos. Además, también se usan en otras situaciones de crisis, como los incendios.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
Casco antiguo: lidiando con las inundaciones
Con sus muchos restaurantes, el casco antiguo de Colonia es un auténtico imán turístico y ahora está más protegido que nunca. En el último siglo se vio afectado por tres grandes inundaciones: en 1926, 1993 y 1995. Sus vecinos tuvieron que salir de sus casas en barca y, en 1993, los daños ascendieron a entre 400 y 500 millones de euros.
Imagen: ullstein bild
Arriba con la caja
La inundación de Navidad de 1993 dejó literalmente helados a los habitantes. Se fue la luz y también la calefacción. Por eso, las cajas eléctricas se instalaron en altura como se pueden ver hoy en día. Realmente ya no sería necesario, ya que las medidas de protección soportan un nivel de 11,30 metros, 60 cm más que las mayores inundaciones registradas en los últimos tres siglos.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
Detener la masa de agua
Los habitantes del casco antiguo de la ciudad también se protegen por sí mismos de las inundaciones. Los marcos de puertas y ventanas están preparados para un sellado rápido y las placas de contención se colocan rápidamente para evitar que el agua entre en las viviendas. Otro método son las hendiduras para sellar las entradas.