Hamburgo se prepara para prohibir circular autos diésel
20 de mayo de 2018
Hamburgo podría hacer historia al convertirse en la primera ciudad alemana en prohibir la circulación de autos diésel para mejorar la calidad del aire y cumplir con límites a la contaminación de la legislación europea.
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Desde hace días, los preparativos para cortar al tráfico dos tramos en el barrio de Altona-Nord avanzan a buen ritmo, aunque la corporación municipal evita dar fechas de cuándo se empezarán a aplicar restricciones. Todo apunta a que será más pronto que tarde, posiblemente antes de que concluya este mes de mayo de 2018, porque los operarios del ayuntamiento ya han colocado en esta zona cerca de un centenar de señales que informan sobre desvíos alternativos y sobre vetos al paso de vehículos.
La puesta en marcha de las medidas, sin embargo, se mantiene congelada a la espera de que la Justicia alemana aclare los términos de la sentencia pionera dictada a mediados de febrero por un tribunal de Leipzig, en el este del país, que autorizaba a prohibir el uso de vehículos diésel altamente contaminantes en centros urbanos.
Un debate nacional
Según información facilitada por la agencia de noticias dpa, los jueces germanos van a autorizar a los ayuntamientos a cerrar a la circulación determinadas calles, pero no todas las vías de un barrio o zona. "Esta sentencia constituye toda una debacle para el actual Gobierno alemán, que se ha puesto de parte de los intereses económicos de la industria automovilística germana y ha dejado solos a diez millones de propietarios de coches diésel que fueron trucados", señalaron desde la asociación alemana de medio ambiente Deutsche Umwelthilfe (DUH). Estas voces aluden al escándalo de manipulación de vehículos diésel de la automotriz alemana Volkswagen, que saltó a la luz en 2015.
El debate sobre la prohibición de coches altamente contaminantes en entornos metropolitanos, que en un inicio tenía en Alemania un carácter puramente local, ocupa ahora a la primera plana política del país. Los esfuerzos se redoblan para hacer equilibrios que sirvan para contentar a la poderosa industria del automóvil germana y a una ciudadanía cada vez más preocupada por el impacto que las emisiones tienen en el medio ambiente y en su salud.
Demanda de la UE por mala calidad del aire
A ello se suma además la presión de Bruselas, donde la Comisión Europea precisamente esta semana demandó a Alemania por no haber reducido suficientemente la contaminación atmosférica. Las mediciones oficiales revelan que los residentes en las ciudades alemanas respiran cantidades peligrosas de dióxido de nitrógeno. ¿El causante? El temido diésel. Más concretamente el dióxido de nitrógeno (NO2), un gas que irrita las vías respiratorias y que procede principalmente de los tubos de escape de los vehículos.
En 2017, un total de 66 ayuntamientos alemanes superaron los límites de contaminación permitidos. Por eso no extraña que, además de Hamburgo, otras urbes de la potencia europea, como Stuttgart o Múnich, también preparen ofensivas contra los automóviles diésel.
La intención de la corporación municipal de Hamburgo, de tinte socialdemócrata, es comenzar prohibiendo el tráfico de camiones en algunas calles y, en otras, vetar la circulación de automóviles, eso sí, con excepciones, como por ejemplo ambulancias, residentes, vehículos de reparto y taxis que recogen y dejan pasajeros. En los primeros días, la Policía de Hamburgo llevará a cabo una labor informativa y no pondrá multas. Más adelante, no respetar las restricciones podrá costar 25 euros (30 dólares) a los propietarios de automóviles y 75 a los conductores de camiones. MS (dpa)
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No todas son malas noticias para el medio ambiente
Olas de calor extremas y enemigos de la lucha contra el cambio climático, como Donald Trump, marcaron el 2017. Pero no todo fue terrible para el planeta, y hay algunas razones para comenzar el 2018 con optimismo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Adiós, diésel
Países como India, Francia y Reino Unido se han comprometido a dejar en el pasado los vehículos diésel y a gasolina para favorecer a opciones menos sucias, como los eléctricos. Incluso China, el mayor mercado automotriz del mundo, desarrolla un plan para prohibir la producción y venta de vehículos contaminantes. El 2018 podría ser un gran año para el cambio hacia un transporte más limpio.
Imagen: picture-alliance/blickwinkel/McPHOTOs
Esperanza para las abejas
Las abejas están entre las mayores polinizadoras y ayudan a las plantas a reproducirse. Por ello juegan un rol vital en el ecosistema. Sin embargo, su sobrevivencia no es segura. Unos insecticidas llamados neonicotinoides han sido identificados como la mayor amenaza contra estos insectos. La Comisión Europea ha impulsado una prohibición total contra tres de los neonicotinoides más dañinos.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul
Un futuro sin carbón
Los movimientos que buscan eliminar el carbón han estado a la vanguardia este año, especialmente en países que dependen de este combustible, como Alemania. Muchos miembros de la UE se han comprometido a dejar de usar carbón para generar energía antes de 2030. Todas las compañías energéticas de la UE, con la excepción de Grecia y Polonia, acordaron no construir plantas a carbón después de 2020.
Imagen: DW
Reducción de desechos
En 2017, más de 200 países prometieron trabajar para acabar con la contaminación marina por plástico, uno de los principales problemas medioambientales. Los países de la ONU se han comprometido a tomar medidas para evitar la propagación de desechos marinos y microplásticos. Al mismo tiempo, la UE acordó estrictas regulaciones con respecto a los desechos electrónicos y la obsolescencia programada.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
¿A quién le importa Trump?
Los ataques de Donald Trump a la lucha contra el cambio climático han tenido efectos positivos. ¿Cómo? Motivando a la gente y a las empresas en todo EE.UU. a levantar la voz y actuar a nivel local. En la COP23, el gobernador de Califnornia, Jerry Brown, aseguró que la decisión del presidente de salir del Acuerdo de París no detendrá la lucha de los ciudadanos contra el cambio climático.
Imagen: Reuters/W. Rattay
El salvador francés
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha impulsado la lucha contra el cambio climático en Europa. Sus acciones podrán ser simbólicas, pero han puesto en la palestra los problemas medioambientales más acuciantes. Por ejemplo, otorgó subvenciones a 18 científicos climáticos estadounidenses para que se muden a Francia a trabajar hasta por 5 años, desafiando la postura de Trump sobre este tema.
Imagen: Getty ImagesAFP/P. Wojazer
Pequeños pasos
Millones de personas están asumiendo cambios en sus vidas. Estas pequeñas acciones generan consecuencias enormes. Ejemplos: en las islas Mamanuca de Fiji, un proyecto para fomentar el crecimiento de corales ha mejorado la salud de los arrecifes, mientras que grupos conservacionistas en Níger presionan para establecer zonas para que las jirafas, en riesgo de extinción, puedan vivir en paz.
Imagen: Getty Images/C.De Souza
Optimismo por un futuro mejor
La primera Cumbre del Optimismo de la Conservación realizada en abril en Reino Unido, celebró historias de éxito. Se recordó que los linces están siendo reintroducidos con éxito en Europa Central y que la población de los tigres ha crecido en India por primera vez en un siglo. Ante los desafíos globales, la cumbre buscaba "crear una visión positiva para el futuro".