El encuentro llega tras la invitación lanzada por Macron a Hariri para viajar a la capital francesa y acabar con su permanencia en Arabia Saudí, que había acentuado la crisis política desatada en Beirut por su renuncia.
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El primer ministro dimisionario libanés, Saad Hariri, llegó este sábado (18.11.2017) a París, procedente de Arabia Saudí, donde ha permanecido desde que el pasado día 4 de noviembre anunciara que abandonaba el cargo. Hariri tiene previsto reunirse este sábado en el Palacio del Elíseo con el presidente francés, Emmanuel Macron. El encuentro en la sede de la Presidencia francesa se ha programado a las 12.00 hora local. Tras una entrevista entre los dos dirigentes, se unirá a la comida la familia de Hariri, cuya llegada está prevista a las 12.30.
"La invitación hecha a Hariri es amistosa. Lo acogeré con los honores que se deben a un primer ministro, aunque dimisionario, porque esa dimisión no ha sido reconocida en su país, dado que aún no ha regresado", dijo ayer viernes Macron desde Gotemburgo al término de la cumbre social europea. El jefe del Estado francés avanzó que Hariri prevé volver a su país "en los próximos días o semanas", aunque dejó claro que le corresponde a él pronunciarse sobre su agenda.
El encuentro de hoy llega tras la invitación lanzada por Macron a Hariri para viajar a la capital francesa y acabar con su permanencia en Arabia Saudí, que había acentuado la crisis política desatada en Beirut por su renuncia. Hariri ha negado en reiteradas ocasiones que esté retenido en contra de su voluntad y ayer viernes destacó en Twitter que su presencia allí tiene como objetivo "hacer consultas sobre el futuro de la situación en el Líbano y su relación con su entorno árabe".
MS (efe/dpa)
La nueva casa de Macron
Es hora de que el nuevo presidente haga las maletas para mudarse al Palacio del Elíseo. DW echa un vistado a la lujosa residencia en la que vivirán Emmanuel Macron y su esposa Brigitte.
Imagen: AFP/Getty Images
Residencia presidencial
El Palacio del Elíseo, situado en el distrito octavo de París, es una de las muchas joyas arquitectónicas de la capital francesa. Las puertas del 55 Rue du Faubourg Saint-Honoré protegen el palacio presidencial del ajetreo y el bullicio de las calles de París, a pesar de estar situado en el corazón de la ciudad.
En el interior, el gran edificio también cumple con todos los estándares esperados de un palacio presidencial. El ostentoso comedor es convenientemente lujoso, desde sus lámparas de araña hasta sus cortinas de brocado. Acentuado todo con acabados en oro alrededor de sus bordes. Dignatarios de todo el mundo han cenado aquí, saboreando lo mejor de la cocina francesa.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Guillot
Cocina francesa
De hecho, el palacio presidencial es famoso por su alta cocina. Se rumorea que la canciller alemana Angela Merkel envió a su chef personal allí para aprender una lección o dos de los franceses. Ser chef en el Palacio del Elíseo, sin embargo, es un trabajo duro: se estima que el equipo de cocina produce 95.000 comidas al año, que van desde simples bocadillos a cenas de Estado.
Imagen: picture-alliance/abaca/D. Allard
Un trozo de pastel
Uno de los muchos manjares preparados el Palacio del Elíseo es la "Galette des Rois", que significa "torta del rey". La tradición es que en el Día de los Reyes Magos cada año se haga una gran torta con una pequeña estatuilla dentro. Y se corona al niño que lo encuentra. Si el presidente es al que le toca en su trozo, se le puede considerar rey de Francia, aunque sea sólo por un día.
Imagen: Imago/Xinhua
Cubiertos de oro
Un antiguo cocinero del Elíseo dijo una vez a los periodistas que los cubiertos y la vajilla utilizados en la casa presidencial son tan valiosos que se mantienen bajo llave dentro de una cámara. Sin embargo, a quienes se concede una visita con el presidente, consiguen llevarse a menudo, aparentemente, algún recuerdo. Por lo general, una cucharilla.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Guillot
La propiedad viene con jardín
Todavía no sabemos si los Macrons son aficionados a la jardinería, pero sitio para plantar tendrán, si quieren. Los jardines son más bien un parque, con un montón de rincones para un huerto de verduras o un jardín de rosas. Cuentan que, por ejemplo, la ex primera dama estadounidense Michelle Obama, disfrutó mucho con la jardinería en la Casa Blanca.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Langlois
Más de una habitación para cada día
Con 369 habitaciones y salas en total, es poco probable que haya una escasez de espacio en el Palacio del Elíseo. Después de todo, las cámaras personales del presidente sólo forman el ala este del edificio, dejando mucho espacio con el que jugar. Podría, sin embargo, no encontrar todo a su gusto el presidente. Para eso hay un equipo dedicado a que todo esté a su máxima satisfacción.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Guillot
Adiós al pasado
Antes de que Macron pueda trasladarse al Palacio del Elíseo, su predecesor, François Hollande, tendrá que desalojar los aposentos presidenciales. Decir adiós a tan espectaculares vistas puede ser difícil, pero tal vez el presidente saliente encuentre consuelo pensando que muchos han ido y venido antes que él. Y un día, también será el turno de Macron de decir "au revoir" al Palacio del Elíseo.
Imagen: picture-alliance/MAXPPP/L. Vu
El corazón de la República Francesa
El palacio ha sido el hogar de los jefes de Estado franceses desde 1873. La mayoría de los presidentes han elegido residir en sus lujosos aposentos. Durante los próximos cinco años, Emmanuel Macron se sumarala a la lista (quién sabe si por más tiempo). Le deseamos a Macron ya la primera dama lo mejor en su nuevo hogar. ¡Vive la France!