Los Juegos Paralímpicos no deberían enfocarse continuamente en las discapacidades de las y los atletas, sino, sobre todo, en su rendimiento, opina Stefan Nestler.
Publicidad
Marcus Rashford es, según sus propias palabras, un fan. "Gente, ¿cuándo empiezan los Paralímpicos?”, tuiteó el jugador de fútbol del equipo nacional inglés. "Superhéroes de la vida real”, los llamó. A algunos de ellos, el delantero del Manchester United les deseó mucha suerte en Tokio en otros de sus tuits, como, por ejemplo, a la joven británica Ellie Challis, que debutó en los Paralímpicos. Cuando tenía 16 meses sufrió una meningitis, y le tuvieron que amputar ambas piernas y antebrazos. Entretanto, Challis tiene 17 años y nada en Tokio por el oro paralímpico.
Seguramente no habrá nadie que no se saque el sombrero ante las y los atletas paralímpicos. A pesar de todas las dificultades físicas y de otro tipo, se han convertido en deportistas de élite, siguieron su camino consecuentemente, un camino que ahora los lleva a Japón. Pero a ninguno de ellos se le ocurriría describirse como un "superhéroe”. Sí, el deporte los ayudó a llevar las riendas de su vida, les brindó autoestima y les permite experimentar unión con los demás y también felicidad. Pero ¿eso no es lo que viven también otros deportistas exitosos?
Deportistas especiales
"No me siento como un deportista discapacitado, solo soy un deportista con una particularidad física”, me dijo una vez el varias veces campeón de tenis de mesa paralímpico Rainer Schmidt, que nació sin brazos. Schmidt ganó una medalla de oro en un torneo individual en 1992, en Barcelona, en una final ante 12.000 espectadores entusiasmados. "¿Si pensé alguna vez en mi discapacidad durante el juego? ¡Ni una sola vez! ¿Si deseé jugar con brazos en las Olimpíadas? ¡Nunca!”, escribió más tarde Schmidt. "Yo jugué tenis de mesa, solo tenis de mesa, nada más. No estoy compitiendo como discapacitado, sino como atleta”.
Como un atleta enfocado en un objetivo, que en el momento decisivo tiene que demostrar un rendimiento excelente y controlar su nerviosismo para poder imponerse. Y que, al final, puede quedarse con las manos vacías porque no pudo dar lo mejor de sí, o tal vez porque le faltó muy poco para triunfar, aunque fuese solo esa pequeña pizca de suerte.
Publicidad
Entusiasmarse y lamentarse con ellos
También en Tokio habrá suficientes momentos de victoria y derrota, de euforia y desilusión. En eso, los Juegos Paralímpicos no se diferencian de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, es probable que otra vez aflore la discusión sobre las distintas clases de competición mundial. La clasificación de las discapacidades es verdaderamente la materia pendiente permanente en el deporte paralímpico, más allá de otras. Pero se la elabora también de continuo. Y, para ser sinceros, ¿alguien se puso a discutir alguna vez, durante los 100 metros llanos o los saltos en Tokio qué ventajas tiene contar con algunos centímetros más de altura?
Entusiasmémonos con las y los atletas paralímpicos, crucemos los dedos para que ganen, para que puedan desarrollar su mejor rendimiento. Celebremos con ellos sus victorias y lamentemos sus derrotas. Tomémoslos en serio simplemente como deportistas de alto rendimiento en los Juegos Paralímpicos, y no los glorifiquemos como "superhéroes de la vida real”, aunque verdaderamente lo sean.
(cp/ers)
10 cosas que tiene que saber sobre los Paralímpicos (2016)
Después de dos semanas del fin de los Juegos Olímpicos, empezaron los XV. Juegos Paralímpicos en Río. En muchos aspectos, mucho más importantes para las personas con discapacidad. Pero los problemas son similares.
Imagen: Getty Images/M. Tama
Más competencias que en los Juegos Olímpicos
306 competencias en 17 días fue el récord olímpico en Río. En los Paralímpicos habrá 528 competencias en doce días, hasta el 18 de septiembre. Esto debido a que, de acuerdo a la discapacidad, hay diferentes categorías. En total, 23 deportes estarán representados. Por primera vez se habrá canotaje y el triatlón.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Nuevos récords
4.350 atletas asistieron en Río a la inauguración, casi once veces más que al debut de los Paralímpicos de 1960 en Roma. También en cuanto a los países participantes hay un nuevo récord: de 176 países vienen los deportistas. La Asociación Mundial IPC espera cuatro millones de televidentes durante los juegos. La televisión alemana transmitirá 75 horas en vivo.
Imagen: Getty Images/B. Mendes
Muchos ganadores
No es tan fácil hacer un seguimiento en los Paralímpicos. Esto se debe a las así llamadas “clases de daños” con un total de diez clasificaciones. Solo en la carrera de 100 metros de los hombres hubo 15 ganadores paralímpicos en los Juegos de Londres 2012. El poseedor del récord en la clase "T43" es el brasileño, doblemente amputado, Alan Oliveira con sensacionales 10,57 segundos.
Imagen: Getty Images/B. Mendes
Aparatos claves
Una competencia de materiales. Incluso más que en los Juegos Olímpicos, los atletas paralímpicos necesitan de aparatos deportivos y técnicos. 18 toneladas de material están disponibles, un total de 15.000 artículos como 1.100 sillas de ruedas o 300 prótesismde pies. Para las reparaciones hay un equipo disponible de 100 personas de 31 países, a la espera diaria de 2.000 intervenciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/U.Gasper
Ventaja de naciones industrializadas
Los costos del material no pueden ser asumidos por cualquier país. Y nuchas organizaciones no pueden financiar esas costosas herramientas de ayuda. Probablemente por eso las naciones industriales consiguen la mayoría de las medallas. Por ejemplo, la prótesis del saltador de longitud Markus Rehm, con la que estableció un récord mundial de 8,40 m, cuesta alrededor de 8.000 euros.
Imagen: picture-alliance/dpa/Kyodo
Falta dinero
También es caro para los anfitriones. Brasil, un país económicamente golpeado, tuvo que apoyar los Paralímpicos con recursos públicos cercanos a los 55 millones de euros, ya que el presupuesto previsto no fue suficiente. El número de voluntarios fue reducido significativamente. El presidente del IPC, Philip Craven, habló del "peor momento" para la historia paralímpica.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Buettner
Sin público
Una razón de la brecha en el presupuesto es la lenta venta de entradas. Después de los Juegos Olímpicos, apenas se vendieron 300.000 entradas de las 2,4 millones de los Paralímpicos. Ahora la venta habría remontado: más de 1,5 millones de entradas fueron vendidas, según el IPC. Pero como en las Olimpiadas, las gradas en las competiciones paralímpicas corren peligro de llenarse solo a medias.
Imagen: Getty Images/B. Mendes
Las chances alemanas
El equipo alemán se hizo presente con 155 atletas en la inauguración. En muchas disciplinas, los atletas en oro, rojo y negro son fuertes candidatos a ganar la medalla, también debido a la buena promoción de este país. Con 1.450 Medallas, Alemania está en el tercer puesto de la tabla de medallas por detrás de Estados Unidos (2.066) y Gran Bretaña (1.643).
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Nietfeld
Doping, aquí también
Karl Quade, de la selección alemana, no pone las manos al fuego en cuanto al dopaje. Este se produce en múltiples fomas: en el cuerpo, pero también en el equipamiento deportivo (Tech-dopaje). Algunos incluso hacen trampa en la clasificación. Como sea, el IPC ha dado una clara señal con la completa exclusión de Rusia por doping de Estado.
Imagen: picture alliance / DPPI Media
¿Anillos olímpicos?, ninguno
Los anillos olímpicos fueron nuevamente desmantelados en muchos lugares de Río y reemplazado por el símbolo de los Juegos Paralímpicos. En lugar de los cinco anillos olímpicos, desde 2004, tres semiarcos llamados "Agitos" (del latín, "me muevo") son el símbolo de los Juegos de los atletas discapacitados.