La mañana del 26 de febrero hubo varias explosiones en el aeródromo militar bielorruso de Machulishchi, cerca de Minsk. La asociación opositora de exintegrantes de las fuerzas de seguridad bielorrusas BYPOL habla de un acto de sabotaje en el que un avión de reconocimiento ruso A-50 resultó gravemente dañado. No hay fotos ni videos del lugar, ni tampoco declaraciones de las autoridades.

El 27 de febrero, el gobernante bielorruso Alexander Lukashenko se reunió con el secretario del Consejo de Seguridad, el ministro del Interior y el jefe de la KGB, así como con los guardias fronterizos, pero tampoco hubo explicaciones sobre el incidente. Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, tampoco dijo nada a los medios.

¿Otra vez "partisanos bielorrusos"?

Ya en la primavera de 2022, después del comienzo de la invasión rusa contra Ucrania, los activistas bielorrusos llevaron a cabo actos de sabotaje contra los ferrocarriles del país, interrumpiendo el movimiento del equipo militar ruso. Como resultado, varios "partidarios del ferrocarril" fueron arrestados, y algunos de ellos ya han sido condenados a penas de prisión de más de 20 años por terrorismo.

Sin embargo, según Alexander Asarov, jefe de BYPOL, la mayoría de los partisanos no fueron localizados. "Por supuesto que no detuvimos nuestro trabajo y continuamos buscando objetivos", dice en entrevista con DW. Según él, las fuerzas de seguridad de Bielorrusia se "relajaron" tras los arrestos y retiraron a muchos vigilantes.

El acto de sabotaje en el aeródromo se habría preparado durante cuatro meses, explica. "Es difícil comunicarse con los partisanos en Bielorrusia desde el extranjero y organizar su evacuación", dice Asarov. Según él, el ataque se produjo con drones. "Hubo dos explosiones: en la parte central, donde se encuentra el plato del radar, y en la parte delantera del fuselaje", informa Asarov. "Veremos si vuelve a arrancar", plantea. No dice cuántas personas participaron en la operación, ni si eran militares. Pero asegura: "Fue un grupo de bielorrusos que salieron del país y ahora están a salvo".

Valor e importancia de la aeronave

Según la web del "Proyecto Hajun", un grupo de supervisíón de actividad militar bielorruso, el avión ruso A-50 con número de registro RF-50608 llegó a Bielorrusia el 3 de enero de 2023. Desde entonces se ha utilizado 12 veces. Pero también estuvo en Bielorrusia al inicio de la invasión rusa a Ucrania, el 24 de febrero de 2022. Según ese medio opositor, la Fuerza Aérea Rusa posee nueve aparatos de este tipo, que entró en servicio en 2010, seis de las cuales se han modernizado. Se estima que cada uno tiene un valor de alrededor de 330 millones de dólares.

Grigory Nizhnikov, del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales, dice que la destrucción del avión de reconocimiento es comparable al hundimiento del crucero "Moskva" en el Mar Negro, a mediados de abril. "Claro, el Moskva fue el único crucero de este tipo y Rusia tiene alrededor de diez de esos aviones. Pero en vista de las sanciones, será difícil encontrarle un reemplazo. Un avión así vuela con electrónica compuesta por microchips y tecnologías importadas de Occidente", enfatiza el experto.

¿Qué reacción seguirá?

Nizhnikow afirma que Minsk y Moscú están encubriendo el incidente. "Estaban completamente desprevenidos y están bastante conmocionados", dice, enfatizando que el acto de sabotaje ocurrió en el contexto de la advertencia de Minsk de que cualquier "operación" contra Bielorrusia podría obligar al país a entrar en guerra. Pero ni Rusia ni Bielorrusia quieren eso ahora. "El ataque no conviene a ninguno de los lados ahora, por lo que prefieren ignorarlo", dijo el experto.

Según Nizhnikov, un sabotaje por parte de Ucrania en Bielorrusia sería incluso peor para el régimen de Minsk que la hipótesis de los partisanos. Bielorrusia también querrá mostrarle a Moscú que puede garantizar la seguridad de los objetivos rusos en su territorio "para que no envíe tropas a proteger sus instalaciones militares en territorio bielorruso", dijo el experto, que augura detenciones.

Según Alexander Asarow, ya se conoce el arresto de una joven de la región. También hay indicios de que un despliegue policial adicional en las calles de Bielorrusia y en las fronteras. "Mientras tanto, el servicio secreto está tratando de averiguar quién participó en esta acción", dice el jefe de BYPOL.

(lg/cp)