Porsche, Miele o Herrenknecht llevan el marchamo "Hecho en Alemania", que hoy representa, ante todo, calidad, pero no siempre fue así. Este distintivo fue inventado para disuadir a los clientes de comprar productos alemanes.
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Sin embargo, con el tiempo se ha convertido en sinónimo de prestigio. Anna Wills y Andreas Neuhaus les cuentan la historia de este marchamo.