Conmoción en Renania del Norte-Westfalia, el estado federado más poblado de Alemania, tras las inundaciones producidas por las fuertes lluvias. Marie Sina y Oliver Pieper informan desde Heimerzheim.
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Cuando a las tres de la madrugada una riada de agua despertó de un sueño profundo a Uwe y Robert Gödeck, solo pudieron salvar de su casa de Heimerzheinz la billetera y la comida del perro. En cuestión de minutos, un bote de salvamento de la Cruz Roja los rescató a ellos y a su perro a través de la ventana de la cocina. "Todo pasaba flotando a nuestro lado: la mesa del jardín, las sillas de la playa, los cubos de basura…”, dice Uwe Gödecke a DW. Dos de sus vecinos continúan desaparecidos.
En Renania del Norte-Westfalia, la noche del 15 al 16 de julio de 2021 han tenido lugar escenas dramáticas provocadas por las fuertes lluvias. El río Swist, que pasa por Heimerzheim habitualmente con unos dos metros de ancho, se ha extendido hasta 200 metros, inundando los sótanos y los salones de decenas de casas. Los seis mil habitantes de Heimerzheim y sus alrededores han tenido que ser evacuados y muchos temen por sus propiedades.
Manfred Lütz es vicealcalde de Heimerzheim desde hace 15 años. Le asoman las lágrimas en los ojos cuando relata lo sucedido la pasada noche. Con la ayuda de algunas personas, logró sacar 300 cubos de agua de su casa. "Pero después se desbordó el Swist y anegó todo. Nuestra casa está completamente bajo el agua. Algo así no ocurre aquí desde la década de los 60".
Bomberos trabajando sin descanso
Torsten Clemens también está consternado. Clemens es vicedirector del servicio de bomberos de la zona y no ha pegado un ojo en toda la noche, ya que ha estado de servicio junto con sus 180 empleados. "La cantidad de agua y la rapidez con la que vino es algo nuevo para mí", confiesa. Durante la víspera, intentaron desesperadamente bombear el agua, pero hacia las 22 horas empezaron a intuir que tal vez todos sus esfuerzos estaban siendo en vano. Comenzaron a evacuar varias calles, pero algunas personas quisieron permanecer en sus casas. Unas horas después se desbordó el Swist y entonces la consigna fue la de sálvese quien pueda.
"Vimos el agua venir y nos dijimos que no tenía sentido continuar, porque, si no, no íbamos a poder sacar nuestros propios vehículos y entonces ya no podríamos rescatar a nadie más".
Después, los bomberos empezaron a evacuar con ayuda de botes. Clemens y sus ayudantes siguen esperando nuevos botes para seguir rescatando a los últimos habitantes de Heimerzheim.
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Polideportivo como refugio
En el pequeño polideportivo de Heimerzheim están siendo atendidas unas 180 personas que no tenían donde pasar la noche. Sobre las mesas encuentran ropa seca donada por los vecinos, descansan en camas de campaña y reciben ánimos. Heinz Schmitz y su esposa han encontrado cobijo en casa de unos amigos, ambos son viejos habitantes del pueblo, llevan asentados en él cuatro décadas. Hace pocos años renovaron su casa por completo y ahora la pareja es testigo de su destrucción.
Schmitz tiene un seguro básico, pero no sabe hasta qué punto cubrirá los destrozos. Se le escapan las lágrimas de los ojos cuando dice: "En los próximos meses y años no nos será posible ni a nosotros ni a los vecinos vivir en nuestras casas".
(ms/ers)
Tormenta sin precedentes en Alemania y Europa Central
Fuertes tormentas provocaron un caos inusitado en Alemania y varios países vecinos, cobrándose docenas de vidas. Hay cientos de personas desaparecidas. En muchas regiones saltaron las alarmas de emergencia.
Imagen: Abdulhamid Hosbas/AA/picture alliance
Muchas personas siguen aún sin energía ni gas
Como resultado de la tormenta, al menos 165.000 personas están sin energía eléctrica. Muchos de ellos tendrán que esperar "semanas o meses" antes de que los suministros de energía y gas vuelvan a funcionar. "La tubería de gas está completamente rota", dijo Marcelo Peerenboom, portavoz de Mittelrhein, un proveedor de gas del distrito de Ahrweiler en Renania-Palatinado.
Imagen: Abdulhamid Hosbas/AA/picture alliance
Continúan los trabajos de rescate y de limpieza
Los bomberos y personal de rescate inspeccionan cuidadosamente las edificaciones destruidas por las inundaciones. Es de esperar que las autoridades sigan encontrando más fallecidos entre los escombros o en los sótanos de sus casas. La esperanza de encontrar gente con vida sigue intacta, pero la situación sigue siendo muy dramática. El número de personas desaparecidas aún no está claro.
Imagen: Bernd Lauter/AFP/Getty Images
En rescate de mascotas y otros animales
En medio de la catástrofe, los animales naturalmente también se vieron afectados. Los animales que habitan en establos, zoológicos o bosques estuvieron en peligro por posible ahogamiento. Por ejemplo, en Solingen, en un refugio de animales, varios de ellos tuvieron que ser evacuados. Otras mascotas, como el perro de la foto, también fueron puestas a salvo.
Imagen: Ian Johnson/DW
La ayuda viene literalmente desde el cielo
Muchas personas que fueron víctimas de las inundaciones tuvieron que subirse a los techos de sus casas para poder estar a salvo. Sin conexión a internet, sin energía eléctrica y sin teléfono, su única esperanza son los servicios de emergencia en helicóptero. Otras regiones y países europeos han enviado más helicópteros para colaborar con los rescates.
Imagen: Marius Becker/dpa/picture alliance
Lo que el agua se llevó, y lo que dejó
A medida que los equipos de rescate y limpieza empiezan a drenar las calles, comienzan a ser visibles los restos que dejaron las grandes inundaciones. Por ejemplo, en Hagen, en la región de Renania de Norte-Westfalia, fue posible encontrar a varios peces muertos en las calles, luego de que el río Volme se desbordara e inundara las avenidas de la ciudad.
Imagen: Sascha Schuermann/Getty Images
Kyll, el río que mata
En tiempos normales, el Kyll es un pequeño afluente del Mosela. Fluye desde la región belga de Valonia hasta los estados alemanes de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado. En el distrito de Eifel a la altura de Bitburg-Prüm, especialmente afectado por la tormenta, el Kyll se desbordó cerca de Erdorf e inundó partes del pueblo.
Imagen: Harald Tittel/dpa/picture alliance
En la región de Colonia habría 20 muertos
Colonia, la cuarta ciudad más grande de Alemania, con cerca de un millón de habitantes, también se ha visto afectada por la catástrofe de las inundaciones, como en este paso bajo nivel en el que solo el techo de un auto sigue sobresaliendo del agua. La Policía de Colonia ha reportado 20 muertos en su distrito.
Imagen: Marius Becker/picture alliance/dpa
Schuld, uno de los pueblos devastados
En el pequeño pueblo de Schuld, en el Eifel, a unos 50 kilómetros al sur de Colonia, casas enteras han sido arrastradas por las masas de agua. Las carreteras han sido devastadas. La imagen del dron muestra la extensión de la destrucción.
Imagen: Christoph Reichwein/TNN/dpa/picture alliance
Histórica inundación en las riberas del Ahr
En el valle del Ahr, las lluvias provocaron la inundación del siglo. Cuando el miércoles por la noche falló el medidor de nivel de agua, el Ahr ya estaba dos metros por encima del antiguo récord. Las calles de Esch (distrito de Ahrweiler) se han convertido en furiosos torrentes. Numerosos pueblos y ciudades de la región están completamente inundados.
Imagen: Thomas Frey/dpa/picture alliance
Bomberos muertos, y casi 100 civiles desaparecidos
La primera víctima mortal de la tormenta se registró en la región de Sauerland. Un bombero cayó al agua en Altena, después de una misión de socorro mientras volvía a entrar en el vehículo de emergencia y fue arrastrado por las aguas. La pequeña ciudad está en gran parte inundada. También ha habido desprendimientos de tierra.
Imagen: Markus Klümper/dpa/picture alliance
No es patrullaje, es ayuda: el Ejército alemán acude al rescate de civiles
En muchas regiones del oeste de Alemania se ha declarado el estado de catástrofe. Esto facilita la coordinación entre las autoridades y la cooperación con la Bundeswehr. Con un tanque de recuperación y equipo pesado de limpieza, los soldados se desplazan para reparar los daños causados por la crecida del Nahma en la ciudad de Hagen.
Imagen: Roberto Pfeil/dpa/picture alliance
Evacuación de barrios completos en varias ciudades
En Leichlingen, los residentes se ayudaron a sí mismos ante la inundación causada por el deborde del Wupper. Debido a las fuertes lluvias, el nivel del río había subido tanto que hubo que evacuar partes de la ciudad. Especialmente afectada se vio la zona por debajo de la represa de Diepental, que estuvo a punto de reventar.
Imagen: Roberto Pfeil/dpa/picture alliance
Daños millonarios
Un coche cubierto de escombros por la crecida del río Nahma en Hagen la noche anterior. Las fuertes lluvias convirtieron el pequeño río de la ribera del Ruhr en un torrente impetuoso.
Imagen: Roberto Pfeil/dpa/picture alliance
Barreras de madera a última hora
El miércoles, los bomberos de la zona siniestrada trataron de evitar lo peor. Un muro de madera debía proteger a Mayschoss, en el valle del Ahr, de las masas de agua. Al final, muchos esfuerzos fueron en vano: las fuerzas de la naturaleza se abrieron paso.
Imagen: Thomas Frey/dpa/picture alliance
Vías de transporte interrumpidas
Un tren parado en la estación de Kordel, en el distrito de Tréveris-Saarburg, en Renania-Palatinado. Parte de la ciudad fue inundada por las aguas del río Kyll. El tráfico local y de larga distancia está interrumpido en amplias zonas del oeste de Alemania; el suministro eléctrico también está interrumpido en varias zonas especialmente afectadas.
Imagen: Harald Tittel/dpa/picture alliance
Las fuertes lluvias también causaron muertes en Bélgica
Dos personas murieron en Bélgica por las fuertes lluvias en la provincia de Lieja. Muchos lugares de las Ardenas se vieron especialmente afectados. La ciudad de Spa está a unos 35 kilómetros de la frontera alemana. El centro quedó parcialmente inundado por las persistentes y fuertes lluvias.
Imagen: Bruno Fahy/dpa/BELGA/picture alliance
Carreteras destruidas
El trabajo de limpieza también llevará mucho tiempo en Bélgica. Las fuertes lluvias han provocado daños masivos en las infraestructuras de las zonas afectadas. Aquí, un coche fue arrastrado a través de una valla por las masas de agua en una carretera inundada.
Imagen: Valentin Bianchi/AP/dpa/picture-alliance
Miedo a la inundación del siglo en Suiza
La navegación se ha suspendido en muchos lugares. Se informa de inundaciones, desprendimientos de tierra y flujos de escombros en varias regiones. Esta vista aérea muestra el río Allaine, que se ha desbordado tras las fuertes lluvias de los últimos días.