Schliemann, el alemán que hace 150 años descubrió Troya
Sabine Oelze | Torsten Landsberg
8 de abril de 2020
Desde su infancia, el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann estaba obsesionado con el mito de la antigua Troya. Hace 150 años comenzaron las excavaciones de la ciudad que, hoy día, sigue fascinando a muchas personas.
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Una armada griega navegó hacia el este para liberar a Helena, la mujer más hermosa del mundo, que había sido secuestrada y llevada a Troya. Tras diez años de sitio, la ciudad pudo ser conquistada con ayuda de un truco: los guerreros griegos se escondieron en el interior de un enorme caballo de madera, que los habitantes de Troya introdujeron en su ciudad, ignorando el contenido en el cuerpo del animal. Esto fue el principio de su fin.
La Ilíada, la obra literaria en la que el poeta griego Homero cuenta esta historia de la Antigüedad, ha fascinado a generaciones, manteniendo vivo el mito de la ciudad perdida: "A pesar de su ubicación geográfica en Asia Menor, Troya marca el principio de la historia europea", dice Ernst Baltrusch, historiador de la Universidad Libre de Berlín, en entrevista con DW.
El relato de Troya también fascinó a Heinrich Schliemann. A sus siete años de edad, se interesó sobre todo por una imagen de la ciudad en llamas que encontró en un libro de historia universal para niños. En aquel entonces, no podía imaginarse que la muralla ya no pudiera existir. Fue así como decidió excavar Troya. Durante más de 40 años no desistió de su plan, hasta que, finalmente, comenzó a excavar la antigua ciudad el 9 de abril de 1870.
Hombre de negocios, buscador de oro y arqueólogo
Schliemann, hijo de un cura protestante, creció en el este de Alemania, junto con ocho hermanos. Tras una formación comercial, el destino lo llevó a Ámsterdam, donde empezó a trabajar en una oficina de comercio. Gracias a su talento para aprender idiomas, en tan solo un año aprendió a hablar holandés, español, italiano, portugués y, más tarde, también ruso.
Haciendo hábil uso de sus conocimientos en idiomas, Schliemann se mudó a Rusia donde generó una fortuna en el negocio de materias primas para fabricar municiones. En París, estudió latín y griego antiguo. En 1868, un viaje de estudios lo llevó a Ítaca, donde llevó a cabo excavaciones en busca del Palacio de Ulises. De ahí viajó al mar de Mármara.
En busca de Troya con la Ilíada en manos
Schliemann fue un soñador porque viajó por Turquía en búsqueda de Troya, basándose para ello en la Ilíada de Homero. Pero también fue un genio, puesto que, a finales del siglo XIX, inventó métodos de investigación que se siguen usando hoy día.
No obstante, sigue siendo una figura controvertida, muchos lo ven como un aventurero y no como un arqueólogo. Después de todo, no le importaba agregar a sus apuntes historias inventadas. "Hoy día, cualquier arqueólogo advertiría de tomar a Schliemann como ejemplo, puesto que no siguió los estándares arqueológicos de su tiempo", opina el historiador Ernst Baltrusch.
Además, muchos investigadores, como su principal competidor, Ernst Curtius, criticaron que en sus excavaciones destruyera importantes huellas de asentamientos. En Inglaterra, en cambio, fue celebrado como el heroico descubridor de la mítica Troya.
Guerra troyana: ¿mito o realidad?
Hasta hoy, no se ha podido comprobar la veracidad de la guerra troyana, como la describe Homero. Baltrusch cuenta que Schliemann interpretó la Ilíada al pie de la letra y aprendió griego antiguo para buscar Troya guiándose por el libro. Nunca dudó de la existencia de la guerra troyana.
En 1872, el arqueólogo alemán, de 49 años, descubrió bajo un cerro en la región de Troas, en el actual noroeste de Turquía, los presuntos restos de Troya. Estaba convencido de haber encontrado la muralla de la antigua ciudad.
Uno de sus hallazgos más importantes, en 1873, fue el llamado "Tesoro de Príamo". Tras sacarlo ilegalmente del país, Schliemann se lo regaló a los alemanes. Sin embargo, en el caos de la Segunda Guerra Mundial, el tesoro cayó en manos de los rusos, y, hoy día, se expone en el Museo Puschkin en Moscú.
Lamentablemente Schliemann se equivocó, puesto que el supuesto "Tesoro de Príamo" pertenece, en realidad, a una civilización desconocida, cerca de 1.250 años más antigua que Troya.
Pese a sus estimaciones falsas, Heinrich Schliemann, que murió el 26 de diciembre de 1890 en Nápoles, sigue siendo venerado en todo el mundo. "Independientemente de sus métodos arqueológicos, Schlieman siempre será relacionado con el nombre de Troya", dice el historiador Ernst Baltrusch. "Por sus trabajos en Troya, es seguramente uno de los arqueólogos más conocidos". (vt/few)
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Historia de Alemania en imágenes (2): El siglo XX
Los protagonistas y sucesos que marcaron decisivamente la historia de Alemania. La segunda parte de esta galería de imágenes comienza con la fundación del Reich alemán y concluye con la caída del Muro de Berlín.
Imagen: picture alliance / akg-images
Fundación del Reich alemán (1871)
Durante mucho tiempo, hubo en suelo germano diversos pequeños Estados independientes. Bajo el mandato del rey pruso Guillermo I, Otto von Bismarck se convirtió en el hombre más importante. Von Bismarck se convirtió después en canciller del Reich y logró reunir esos pequeños Estados en uno solo. En la imagen, pintura con la proclamación del káiser.
Imagen: picture alliance / akg-images
Primera Guerra Mundial (1914-1918)
A principios del siglo XX, los países europeos luchaban por la hegemonía del continente. La Primera Guerra Mundial comenzó en 1914 y Alemania tuvo en ello gran parte de culpa. Casi 20 millones de personas murieron y Alemania acabó perdiendo la contienda.
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República de Weimar (1918- 1933)
Tras la Primera Guerra Mundial, el káiser Guillermo II fue depuesto. Los políticos aprobaron una Constitución democrática en la ciudad de Weimar, la primera en la historia de Alemania. Pero la joven república tenía muchos oponentes. Además, la posguerra estuvo marcada por el desempleo y la pobreza. La situación empeoró con la crisis económica del 29.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Adolf Hitler
En 1923 Hitler ya intentó derrocar la República. Acabó por ello en prisión. Pero su momento llegó en 1933, cuando se convirtió en canciller, encarceló y asesinó a sus opositores políticos y propagó entre la gente su ideología racista sobre la supuesta supremacía aria. En poco tiempo, la democracia se convirtió en una dictadura, el Tercer Reich.
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El Holocausto
Los nazis persiguieron a homosexuales, discapacitados, gitanos y, sobre todo, judíos. Hitler quiso exterminarlos a todos. La mayoría de los alemanes miraron hacia otro lado cuando veían los arrestos de sus vecinos. Seis millones de judíos murieron en campos de concentración gaseados, por inanición o por diversas enfermedades.
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La Segunda Guerra Mundial (1939- 1945)
Durante mucho tiempo, los países europeos vecinos miraron hacia otro lado para no ver lo que ocurría en Alemania. Pero cuando Hitler empezó a invadir un país tras otro, comenzaron a aliarse. La Segunda Guerra Mundial duró seis años. Las tropas de Hitler parecían invencibles hasta que el campo de batalla ruso pudo con ellas. El 30 de abril de 1945, Hitler se suicidó.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Un país en ruinas
La contienda se llevó la vida de entre 60 y 70 millones de personas. Seis millones murieron en el Holocausto. Media Europa estaba en ruinas, las ciudades alemanas estaban prácticamente destrozadas. Comenzó la reconstrucción, pero las heridas eran muy profundas.
Imagen: picture-alliance/dpa
División de Alemania
Por decisión de las potencias aliadas vencedoras de la contienda, Alemania debió ceder un tercio de su territorio a Polonia y a la Unión Soviética. Los dos tercios restantes fueron repartidos en cuatro zonas: estadounidense, británica, francesa y soviética. La imagen muestra a Winston Churchill, Franklin Roosevelt y Josef Stalin en la Conferencia de Yalta, que sentó el nuevo orden europeo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Huida a Occidente
Pronto comenzaron los conflictos, porque las fuerzas de ocupación tenían ideologías muy diferentes. Durante la guerra, escondieron sus diferencias para luchar unidas contra Alemania. Después, sus caminos se separaron radicalmente. En la imagen, alemanes que huyen de la zona soviética hacia Occidente.
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Dos Alemanias
En 1949 concluyó la cooperación entre EE.UU. y la Unión Soviética. Las potencias occidentales fundaron la República Federal de Alemania (RFA), mientras que la Unión Soviética creó la República Democrática de Alemania (RDA). La primera se orientó hacia Occidente, la segunda fue un Estado comunista hermano de la Unión Soviética durante cuatro décadas.
Imagen: dpa
El Muro de Berlín
Las potencias vencedoras también se repartieron Berlín tras la Segunda Guerra Mundial. En 1961, la RDA erigió un muro, supuestamente para proteger a sus ciudadanos de la influencia capitalista de la RFA. En realidad, lo que la RDA hizo fue encapsularse. Los ciudadanos de la RDA que trataban de huir eran asesinados. El Muro separó familias durante años.
Imagen: ullstein bild - Jung
El milagro económico de la RFA
El oeste de Alemania remontó con rapidez. La RFA necesitó mano de obra para reconstruir el país. En la década de los 50, la mayoría de las familias alemanas se encontraban en una situación buena. Podían permitirse adquirir un auto e irse de vacaciones. En el extranjero, admiración y envidia por la apabullante recuperación de Alemania.
Imagen: picture-alliance/JOKER/M. Gloger
Los planes económicos de la RDA
En la RDA la economía estaba planificada y dirigida por el Estado. Las empresas pertenecían al pueblo. Los alimentos básicos, los billetes de transporte y los alquileres eran muy baratos, pero apenas había "mercancías de lujo", como bananas y café. Para conseguir estos productos, era necesario hacer filas interminables. También para hacerse con un teléfono o un auto: espera de años.
Imagen: picture alliance/akg-images
Espiados por la Stasi
La RDA propagaba la igualdad para todos sus ciudadanos, pero, al mismo tiempo, el pueblo estaba vigilado y era espiado por la seguridad del Estado, la llamada Stasi. Había mano dura para aquellos a quienes se descubría queriendo huir o cuyas ideas políticas se oponían al Estado. Era un misterio quién trabajaba para la Stasi: podía ser un hermano, un vecino, un hijo...
Imagen: picture-alliance/dpa/Buena Vista
1989: La caída del Muro
El descontento aumentaba en la RDA y la economía no iba bien. El 9 de noviembre de 1989 sucedió lo que nadie esperaba: se abrieron las fronteras y miles de ciudadanos de la RDA cruzaron en avalancha hacia Berlín occidental. Allí celebraron con sus hermanos de la RFA durante toda la noche. El 3 de octubre de 1990 se consuma la reunificación de las dos Alemanias.