Lo que es bueno para el hombre, también debería serlo para su mejor amigo. Es una idea que muchos comparten, con dudosos resultados. Algunos tienen a disfrazar a sus perros de personas, otros los someten a estrafalarios concursos de belleza que probablemente no sean lo más edificantes para el ego canino. Pero, al margen de las curiosidades del mundo humano-perruno, ya nadie niega que las mascotas representan un interesante factor económico. Cunden así las peluquerías para perros, los lugares donde se les ofrece hospedaje durante las vacaciones de los amos y todo tipo de servicios para su bienestar.

Dogissimo en tres sabores

Pero el mercado aún presenta oportunidades. Y una heladería de Viena se propone aprovecharlas, lanzando un nuevo producto: “Dogissimo- Gelato per CANI”. Simona Leonardini, dueña de tres perros, tuvo la idea y puso manos a la obra junto a su marido, Antón Mramor-Leonardini. “Los perros sufren especialmente con el calor del verano”, dice en su página web, haciendo notar que “debido a su pelaje, necesitan refrescarse”.

Dicho y hecho: desde hace unos días, la heladería Iori ofrece también esta especialidad canina, que no es nada barata, pero a todas luces muy apetecible para los clientes caninos. Al menos eso es lo que cuentan los empresarios, comentando la avidez con que los perros devoran el helado Dogissimo en sus tres variedades: arroz, vainilla y soja.

Sobre gustos no hay nada escrito

Aunque un columnista social austriaco emitió un juicio demoledor sobre el sabor del producto, no es el gusto humano el que interesa en este caso, sino el canino. Y a los perros no perece molestarles que el helado especialmente concebido para ellos prescinda de colorantes y saborizantes. Según hacen notar sus inventores, Dogissimo “no contiene azúcar ni leche, y por eso es especialmente saludable para los animales”.

Según un destacado veterinario austriaco, la idea no es mala. El helado puede aliviar rápidamente del exceso de calor a los perros, que al no tener prácticamente glándulas sudorales, regulan su temperatura a través de la lengua y la respiración. Desde el punto de vista comercial, en todo caso, los heladeros esperan que se convierta en todo un éxito, también más allá de las fronteras de Austria. Para lograrlo, siguen trabajando y elaborando nuevos sabores, a la medida del paladar canino.