“Hello World“ cuestiona los criterios bajo los que han sido conformadas las colecciones de renombrados museos alemanes y muestra los vínculos con otras regiones del mundo, como México.
Publicidad
"La exposición cuestiona por qué las colecciones están tan enfocadas en un canon alemán y norte europeo, y por qué no se han buscado exponentes que hablen sobre las conexiones con otras partes del mundo que tienen sus historias del arte paralelas y las siguen teniendo", afirma la curadora Melanie Roumiguière.
"Existencias entreveradas. Arte Popular, Surrealismo y Arquitectura emocional", es el título de uno de los trece capítulos de la magna exposición, que se exhibe en los 10.000 metros cuadrados de superficie del Museo Hamburger Bahnhof en Berlín y estará abierta hasta fines de agosto.
"Mi contribución tiene que ver con la conexión que hubo con distintos movimientos que hubo en México, en los que participaron artistas e intelectuales de otras partes del mundo. En ese país se creó una especie de intercambio de ciertos impulsos artístcos que en algunos casos, años después, crearon nuevas formas de pensamiento", afirma Roumiguière.
El movimiento surrealista en México
Uno de esos movimientos fue el surrealismo, que presenta la curadora a partir de una exposición en 1940 que tuvo lugar en la Ciudad de México llamada "Exposición de Surrealismo Internacional, que organizaron André Bretón, junto con el poeta y pintor surrealista peruano César Moro y el pintor austríaco Wolfgang Paalen, que llegó a México en 1939.
"Ellos armaron una exposición con obras surrealistas de artistas europeos, entre ellos los más clásicos del surrealismo, como René Magritte, Salvador Dalí, Yves Tanguy, Max Ernst, los artistas más importantes en ese momento", señala Roumiguière.
La curadora explica que además incluyeron a artistas mexicanos y europeos que estaban trabajando en México en ese momento, entre ellos Frida Kahlo, Diego Rivera, Antonio Ruiz, Roberto Montenegro, Esteban Francés y la fotógrafa y mecenas suiza Eva Sulzer. "Incluso Wolfgang Paalen mismo exhibió su obra en aquella muestra. Paalen era en aquel entonces una figura muy importante en el movimiento surrealista europeo, un artista que pasó el resto de sus días en México y terminó siendo un artista clave en la historia del arte en México".
Roumiguière explica que lo interesante de aquella muestra es que intentó representar una extensión del término surrealismo, como se conocía en ese momento en Europa. "Lo hicieron mostrando la cultura de México, el impacto de la historia cultural prehispánica, la forma de vivir en ese país, la forma de generar arte, que estaba convirtiendo el término surrealismo en otra cosa, lo que daba un indicio sobre lo que podría seguir después del surrealismo".
México: catalizador en la historia del arte
La curadora explica que esto fue precisamente lo que se ignoró en las exposiciones e investigaciones sobre la historia del arte en Europa.
En cambio, para muchos investigadores en México, esa exposición fue muy importante en un momento en que era necesario emanciparse del muralismo como la forma predominante de arte. "La historiadora de arte Ida Rodríguez Pampolini formuló esta nueva corriente como arte fantástico y es lo que estoy intentando demostrar en esta exposición, que un concepto que viene de Europa se lleva a México y ahí se mezcla con diferentes impulsos locales y surge una tercer forma de pensamiento artístico", destaca Roumiguière.
El arte prehispánico, el arte indígena en general, tanto el norteamericano como el mexicano, fueron muy importantes en aquella exposición, según la curadora. Y eso lo tematizaron con objetos que coleccionaban los mismos artistas. "Se mostraron piezas de la colección de Diego Rivera, especialmente sus cerámicas de Colima, también objetos de la colección de Wolfgang Paalen, artefactos indígenas de noertamérica, porque Paalen llegó a México después de recorrer Canadá y Estados Unidos llevándose todo lo que pudo. Los artistas coleccionaban muchísimo. Max Ernst coleccionaba muchos objetos indígenas, siempre tuvo un gran interés en ellos".
Arte fantástico y arte surrealista
Según la curadora, el arte popular, el arte fantástico y el arte surrealista tienen mucho en común y una de las personas que demostró eso en Europa en 1938 fue André Bretón con una exposición surrealista con objetos de arte popular. "Fueron objetos que llevó a París tras su primer viaje a México, un montón de objetos de arte popular, obras de Frida Kahlo, y fotografías de Manuel Álvarez Bravo.
En la exposición puede verse obra de todos estos artistas, así como la obra de Josef Albers, Mariana Castillo Deball y Melanie Smith. También se exhiben fotografías de la llamada "arquitectura emocional” del alemán Mathias Goeritz, que se estableció en México a partir de 1949 y vivió ahí hasta su muerte en 1990.
"Lo que hacemos con esta exposición es una propuesta para manejar de otra manera lo que tenemos y lo que se ha coleccionado. Porque hay otras narrativas más allá de lo conocido y hay que admitir que hay toda una parte desconocida que tiene muchísima importancia", concluye Roumiguière.
Autora: Eva Usi
Las obras de arte más caras del mundo
Con 648.4 millones de dólares, los ingresos totales de la subasta de la casa Christie's en Nueva York establecieron un nuevo récord mundial. Aquí un repaso de las pinturas y esculturas más costosas del mundo.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Schmitt-Tegge
Los récords de Picasso
La obra "Young Girl with a Flower Basket" de Pablo Picasso se ha convertido en una de las diez pinturas subastadas más caras del mundo. Se vendió en mayo de 2018 por 115 millones de dólares en Christie's en Nueva York. Pero la subasta de la colección privada de arte del multimillonario estadounidense David Rockefeller batió el récord mundial anterior: 648.4 millones de dólares.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Schmitt-Tegge
La pintura más cara del mundo
En noviembre de 2017, un postor desconocido pagó más de 450 millones de dólares a la casa de subastas Christie's por "Salvator Mundi", la única obra privada de Leonardo da Vinci. Creada alrededor del año 1500, es hoy una de las menos de 20 pinturas conservadas del maestro. En 1958, la obra cambió de manos por 60 dólares. Se pensaba que no era original. Su autenticidad sigue siendo controvertida.
Imagen: picture alliance/ZUMAPRESS/R.Tang
Picasso, al segundo puesto
Antes de la venta del "Salvator Mundi", "Mujeres de Argel" de Pablo Picasso había batido todos los récords de precios anteriores. Por más de 179 millones de dólares la pintura del pintor español cambió de manos el 11 de mayo de 2015, también en Christie's. Esto hace que cinco obras de Picasso figuren entre las diez primeras pinturas con los mayores ingresos en subastas.
Imagen: Reuters
Tercer puesto: Amadeo Modigliani
La pintura "Nu couché" (Desnudo rojo) del pintor, dibujante y escultor italiano Amadeo Modigliani fue un escándalo en 1917. El 9 de noviembre de 2015, Christie's subastó la obra en Nueva York por 170.4 millones de dólares. El comprador fue el empresario chino Liu Yiqian.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
142 millones por Francis Bacon
"Tres estudios de Lucian Freud" de Francis Bacon es un tríptico: tres pinturas individuales que juntas forman una imagen. No cuenta en el ranking de las pinturas individuales. En noviembre de 2013, un desconocido compró los tres retratos a Lucian Freud, colega pintor de Bacon, por 142.4 millones de dólares.
Imagen: picture-alliance/dpa
119 millones por Edvard Munch
En mayo de 2012, se subastó la pintura "El grito" de Edvard Munch por 119.9 millones de dólares. ¿Por qué la gente paga tanto dinero por esto? "El arte es móvil, el arte agrada, y la esperanza de estabilidad financiera o incluso el aumento de su valor es convincente entre artistas famosos", explica Karl Arnold, propietario de la casa de subastas Arnold, en Frankfurt.
Imagen: Reuters
106 millones por una dama desnuda
Pablo Picasso pintó el cuadro "Desnudo, hojas verdes y busto" en un solo día de 1932. Si estuviera vivo, habría cobrado un millón de dólares por hora. En 2010, un desconocido licitante pagó a través del teléfono 106.5 millones de dólares por el cuadro, que representa a la amante de Picasso.
Imagen: picture-alliance/dpa
La escultura más cara
Una obra del escultor suizo Alberto Giacometti también batió un récord en la reciente subasta de Christie's: el famoso "Pointing Man" se vendió por 141.3 millones de dólares. Si se consideraran pinturas y esculturas en el mismo ranking, la obra de Giacometti quedaría en cuarto lugar.
"Walking Man I" de Giacometti ya fue un éxito de subasta en 2010, cuando se vendió en la casa de subastas Sotheby's por 104.3 millones de dólares. "El precio de la obra de arte lo paga el mercado", explica el subastador Karl Arnold. "El arte es un factor económico como la moda y sigue el modelo capitalista de oferta y demanda", añade.
Imagen: picture-alliance/dpa
Estridente, grande y caro
El "Balloon Dog" de Jeff Koons es la obra de arte más cara de un artista vivo: en una subasta en noviembre de 2013, la versión naranja del perro de acero recaudó 58.4 millones de dólares. A Koons le encantan las obras que parecen juguetes de gran tamaño u objetos cotidianos cromados. El perro recuerda a animales de globos anudados.
Imagen: picture-alliance/ ZB
37 millones por "Domplatz, Milán"
Antes de que se subastara el Koons "Balloon Dog", el alemán Gerhard Richter era considerado el artista vivo "más caro". Él mismo, sin embargo, no piensa mucho en las cifras millonarias que se pagan por el arte. "Hay un completo desajuste entre el valor y la relevancia del arte y los locos precios que se pagan por él", dijo Richter en una entrevista con la revista alemana Spiegel.
Imagen: picture-alliance/dpa
El artista más rico
Damien Hirst no solo es rico, sino también polémico. El artista británico se hizo conocido a través de sus provocadoras esculturas, que tratan los temas de la muerte, la vida, la religión o la cultura del consumo. Sus obras más famosas son un tiburón (foto) en formaldehído y un cráneo con diamantes denominado "Por el amor de Dios".
Imagen: C.Court/AFP/GettyImages
El juego de cartas más caro del mundo
"Las compras privadas son incomprensibles. En las subastas, sin embargo, varias personas pueden dar fe de la compra", dice el subastador Arnold. Los 259 millones de dólares supuestamente pagados por "Los Jugadores de Cartas" de Paul Cézanne no han sido cotejados, pero pondrían a esta obra en el segundo lugar. "En compras privadas que no son transparentes se pueden evadir impuestos", señala Arnold.
Imagen: picture alliance/akg-images
Los millones en privado
"Adele Bloch-Bauer I" de Gustav Klimt se vendió en privado en 2006 por 135 millones de dólares. A diferencia de la obra de Cézanne, esta compra se considera segura. La "Mujer III" de Willem de Kooning, con sus 137.5 millones de dólares, es también una de las compras privadas más costosas. El "No. 5", de Jackson Pollock, valía aún más para un comprador desconocido: 140 millones de dólares.