Hermanos Musulmanes condenan atentado en Egipto
24 de diciembre de 2013 Apenas estalló el coche bomba instalado contra la Dirección de Seguridad de la provincia egipcia de Dakahliya, en Mansura, donde murieron catorce personas y varias decenas quedaron heridas, las miradas se dirigieron hacia los Hermanos Musulmanes, que desde la caída del régimen de Mohamed Mursi a manos de los militares se han transformado en algo así como los enemigos número 1 del Estado.
De nada les sirvió a los miembros del movimientos religioso haber condenado el atentado mediante un comunicado, donde señalaron este martes (24.12.2013) que consideran “este acto como un ataque directo a la unidad de la población egipcia y solicitamos la apertura de una investigación para que los responsables sean llevados ante la justicia”. El ataque supone una advertencia al Gobierno, pues el extremismo se estaría cercando a zonas más pobladas.
Como sea, el primer ministro Hazem al Beblawi siempre ha acusado a los Hermanos Musulmanes de ayudar y financiar a los autores de atentados contra las fuerzas del orden, y esta vez no fue la excepción. Por ello, la cofradía señaló que “no es una sorpresa que Al Beblawi, el primer ministro marioneta de la junta militar, haya decidido explotar la sangre de egipcios inocentes a través de comentarios incendiarios destinados a generar más violencia”.
“Ejecuten a los Hermanos”
Mientras, el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, también acusó a los Hermanos Musulmanes del atentado, que a su juicio sería una represalia por el desalojo el pasado mes de agosto de los campamentos que el movimiento instaló en apoyo al derrocado presidente Mursi, en una operación de las fuerzas de seguridad donde murieron unos 600 manifestantes y 30 policías, en una de las peores jornadas de Egipto en los últimos años.
El ataque contra la oficina en Mansura, donde las víctimas son en su mayoría agentes policiales, es el más grave desde que la hermandad islámica fue expulsada del poder. Manifestaciones en Mansura exigían este martes “la ejecución de los Hermanos Musulmanes”. Otras fuentes sospechan del grupo extremista Ansar Beit al Maqdis, cercano a Al Qaeda, y que había amenazado de matar soldados.
“Las manos negras que están detrás de este hecho quieren destruir el futuro del país”, afirmó el primer ministro Al Beblawi en el canal privado ONTV. “El Estado hará todo lo que esté a su alcance para castigar a los criminales que han llevado a cabo, planeado y apoyado este atentado”, que entre otras cosas parece poner en tela de juicio la preparación de las fuerzas de seguridad, incapaces de detectar un ataque en las puertas de sus oficinas.
DZC (dpa, Europa Press, Reuters)