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Clinton y América Latina

Eva Usi6 de agosto de 2016

Hillary Clinton tiene un gran interés en estrechar las relaciones de Estados Unidos con América Latina. Según expertos pondría un acento en la inclusión social en la región. La reforma migratoria sería una prioridad.

La reforma migratoria, una promesa incumplida de Obama, la apuesta de Clinton para ganar el voto latino.
La reforma migratoria, una promesa incumplida de Obama, la apuesta de Clinton para ganar el voto latino.Imagen: AP Photo/Charlie Neibergall

"Las posibilidades de Clinton de llegar a la presidencia de Estados Unidos son muy altas. Según nuestro sistema electoral sería muy difícil para Trump ganar los estados más populosos, necesarios para llegar a la presidencia. Pensilvania, Ohio, Michigan, Wisconsin, Florida, Carolina del Norte muy probablemente votarán por Clinton. No hay un camino hacia la Casa Blanca sin esos estados, punto", afirma Christopher Sabatini, académico de la Universidad de Columbia de Nueva York.

El analista sostiene que Clinton está convencida de la necesidad de una mayor inclusión social, así como de una red de seguridad para los marginados, cuestiones a las que ha dado atención en su discurso de campaña. "Eso nos lleva a un componente clave que puede esperarse durante su gestión hacia América Latina: el desarrollo y la inclusión social, los derechos de las mujeres, del colectivo LGTB, la inclusión política y social de grupos marginales, como los indígenas y afrodescendientes. Yo creo que ahí probará su músculo en la política exterior, al promover la inclusión social", dice.

Sabatini recuerda que América Latina no tiene los problemas o las guerras que hay en el Medio Oriente, o los conflictos geoestragégicos de China. "Clinton ve en Latinoamérica la necesidad de establecer alianzas y de construir sociedades socialmente más estables e incluyentes", precisa.

Clinton cuenta con el respaldo de Obama.Imagen: picture-alliance/dpa/R. Sachs

Continuidad de la política de Obama

Aunque no tiene el mismo carisma político de Obama ni despierta esperanzas de inmediato como lo ha hecho el actual presidente, "es considerada con las mismas cualidades que Obama en el parquet internacional, en la defensa de los intereses de Estados Unidos (Power Politics) y en las negociaciones de acuerdo a la realidad (Realpolitik). Clinton tiene un gran interés en una estabilización de las relaciones de Estados Unidos con América Latina", afirma por su parte el politólogo alemán Boris Vormann, investigador del Instituto John F. Kennedy de Estudios Norteamericanos, de la Universidad Libre de Berlín.

"En el plano de política interna, se espera que ponga un acento en reformas progresistas para ganar un perfil propio y distanciarse de Obama; en el plano de política exterior pondrá acento en la continuidad“, destaca el experto. Además, Clinton tiene detrás el apoyo de su partido, no sólo del ala conservadora, insiste y recuerda que, según el propio Bernie Sanders, la plataforma demócrata es la más progresista de todos los tiempos.

Para Vormann, la elección de Tim Kaine, exgobernador de Virgina y veterano senador como vicepresidente, es una señal para los demócratas conservadores y los republicanos moderados. Kaine, que habla un fluido español, es visto también como la apuesta de Clinton para ganar el voto latino, que ha dejado Trump en el camino al insultar a los inmigrantes indocumentados como "violadores" y "criminales".

La reforma migratoria será una de las prioridades de Clinton de ganar las elecciones, según declaraciones de la candidata demócrata en Washington. También prometió que si es elegida presidenta frentará las deportaciones de indocumentados y cerrará los centros de detención. Once millones de inmigrantes indocumentados viven en Estados Unidos y Trump amenaza con deportarlos de llegar a la presidencia.

Hillary Clinton y Tom KaineImagen: Reuters/M. Kauzlarich

La corrupción y los Derechos Humanos en Latinoamérica

Sabatini destaca que en Washington ha habido preocupación sobre la manera como el gobierno mexicano trató a los expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investigaron el caso Ayotzinapa: "Primero los invitaron a llevar a cabo la investigación sobre la masacre de Iguala y luego, cuando el resultado no les gustó, los insultaron y los atacaron".

Clinton dijo en su precampaña que resultaba indignante que no se hubiera esclarecido el caso y añadió que ella si estuviera en el gobierno, no descansaría hasta saber la verdad. “Creo que se verá un mayor respaldo a las normas y a los grupos de defensa de Derechos Humanos a nivel internacional“, destaca Sabatini.

El analista estadounidense recuerda el trabajo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), su efectividad en desentrañar un siniestro complot de corrupción entre bandas criminales y el Estado guatemalteco: "Hay una serie de casos, como el de Ayotzinapa en México y el de Nisman en Argentina, en los que nadie cree en la versión oficial sobre lo sucedido. Me gustaría pensar que un presidente de Estados Unidos pudiera liderar la presión para la creación de un órgano judicial internacional e independiente que investigue casos en donde se cuestiona a las instituciones“, afirma.

Clinton, una larga trayectoria política.Imagen: Getty Images

Hard power y soft power como estrategia

Por su parte el politólogo Javier Corrales, del Amherst College de Masachussetts, explica la corriente teórica que orientaría la política exterior de Clinton de llegar a la presidencia. "Ella se ve en la tradición de Joe Nye, académico de Harvard que habla sobre la importancia del smart power (poder inteligente). Consiste en hacer un uso combinado de hard power y soft power. El primero echa mano de presiones e incentivos económicos y militares; el segundo, de la disuasión, promoviendo valores como la democracia, los derechos humanos y el pluralismo".

Corrales destaca que como Secretaria de Estado Clinton usó la fuerza militar contra amenazas graves (soft power) , y sanciones limitadas contra amenazas menos serias. Sin embargo, el politólogo destaca que el ala más izquierdista del Partido Demócrata está en contra del uso de la fuerza militar y del liberalismo económico. "Puede ser que Clinton resista la presión de este grupo demócrata una vez que llegue a la presidencia. Así lo hizo su marido, pero está por verse".

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