Hiroshima: apelan a sentencia de víctimas de "lluvia negra"
12 de agosto de 2020
El fallo apoya el derecho de 84 demandantes a ser reconocidos como "hibakusha" para poder acogerse al sistema estatal que garantiza la gratuidad de gastos médicos.
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Las autoridades japonesas anunciaron este miércoles (12.08.2020) la decisión de apelar una sentencia judicial que el 29 de julio reconoció como supervivientes de la bomba atómica a las víctimas de la "lluvia negra" radiactiva que cayó tras el ataque de Hiroshima.
La sentencia -de ser ratificada por la Justicia tras la apelación- permitiría a estas personas ser reconocidas como hibakusha o víctimas del ataque nuclear y acogerse a las ayudas estatales a raíz del bombardeo atómico que sufrió la ciudad hace 75 años. Según declaró el ministro de Salud, Katsunobu Kato, la decisión de apelar fue adoptada tanto por el Gobierno de Shinzo Abe como por las autoridades de la prefectura y de la municipalidad de Hiroshima.
El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, confirmó la decisión de apelar, aunque pareció mostrarse apenado por ello. "Me siento como Sócrates cuando le dijeron que bebiera una copa con veneno. Entiendo de qué estoy hablando", afirmó Matsui.
El dictamen sobre la "lluvia negra”
El fallo judicial fue emitido por un tribunal del distrito de Hiroshima a favor de 84 demandantes y apoyó su derecho a ser reconocidos como hibakusha para poder acogerse al sistema estatal que garantiza la gratuidad de gastos médicos a quienes desarrollaron enfermedades y discapacidades por la exposición a la radiación. Sin embargo, Kato afirmó que la decisión del tribunal de primera instancia "no estaba basada en suficientes conocimientos científicos", y se mostró a favor de una revisión del área donde cayó la "lluvia negra" con la "última tecnología científica".
La "lluvia negra" surgió por precipitaciones que siguieron a la detonación de la bomba nuclear que fue arrojada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y que terminaron esparciendo elementos radiactivos. Durante el juicio, se cuestionaba si los demandantes podían ser reconocidos como supervivientes del bombardeo al vivir fuera de la designada como "área especial" (de unos 19 km de largo y 11 km de ancho al noroeste de la explosión) y si habían estado expuestos a un cierto grado de daño para su salud.
Quienes no estaban en el área en el momento del bombardeo pueden someterse a un examen médico gratuito y -si desarrollan alguna de las 11 enfermedades o discapacidades vinculadas a la radiación- pueden obtener un certificado de hikabusha y optar, en principio, a la gratuidad de los gastos médicos.
Los demandantes, de entre 75 y 96 años, alegaron haberse visto expuestos a la "lluvia negra" y haber ingerido agua y cultivos contaminados, desarrollando enfermedades como cáncer o cataratas. Entre 2015 y 2018 solicitaron progresivamente el certificado de hibakusha, pero les fue denegado. Desde entonces, venían presentando una serie de demandas sucesivas, pero la sentencia anunciada el 29 de julio fue la primera que reconoció a víctimas de la "lluvia negra" como supervivientes hibakusha.
ama (efe, nhk, kyodo news)
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Hiroshima y Nagasaki: el imperativo de recordar
En cada aniversario de los bombardeos a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en 1945, el mundo entero recuerda a las víctimas y se reflexiona sobre las terribles consecuencias de la guerra.
Imagen: David Mareuil/Anadolu/picture alliance
Llamado a la paz
Las palomas blancas se echaron a volar nuevamente este 6 de agosto, en el memorial que recuerda a las víctimas de la primera bomba atómica, en Hiroshima. El alcade de la ciudad, en su declaración anual de paz, urgió a la desnuclearización, para evitar que el mundo vuelva a vivir el horror de un ataque nuclear como el que sufrió Japón en 1945.
Imagen: KYODO/REUTERS
Recordando a las víctimas
A las 8.15 A.M., un minuto de silencio rinde homenaje a las víctimas, a la hora que fue lanzada la bomba atómica en Hiroshima. En la foto, una artista realiza una danza, en el marco de las ceremonias de conmemoración de la tragedia.
Imagen: David Mareuil/Anadolu/picture alliance
Primer ataque
El 6 de agosto de 1945, el bombardero "Enola Gay“ arroja sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba atómica empleada en una guerra. El artefacto tenía un seudónimo que parecía inocuo: “El pequeño”. De los 350.000 habitantes de esa localidad murió en unos cuantos segundos la quinta parte, según se estima. La enorme presión desatada por la detonación destruye por completo Hiroshima.
Imagen: Three Lions/Getty Images
El “Enola Gay”
Originalmente se tenía programado el 1 de agosto de 1945 como fecha para el ataque. Sin embargo, éste fue postergado a causa de un tifón. Cinco días más tarde despegaba el bombardero “Enola Gay” con una tripulación de 13 personas a bordo. Los militares se enteran solo en pleno vuelo que deben arrojar la bomba atómica.
Imagen: gemeinfrei
El segundo ataque
Tres días después del bombardeo a Hiroshima, el ejército estadounidense arroja una segunda bomba atómica sobre Nagasaki. En un principio el objetivo era Kyoto. Pero algunas consideraciones hechas por el secretario de Defensa de EE.UU. se cambia el punto donde habrá de caer la segunda bomba atómica. Ésta lleva el seudónimo de “Gordo” y tiene una potencia equivalente a la de 22.000 toneladas de TNT.
Imagen: Courtesy of the National Archives/Newsmakers
Objetivo estratégico
En Nagasaki se ubicaba la sede principal del consorcio Mitsubishi, que fabricaba armamento. En sus muelles se ubicaban enormes astilleros militares. Ahí fueron producidos los torpedos con los cuales Japón atacó la base militar estadounidense de Pearl Harbor. La poca visibilidad hizo imposible un ataque directo a los astilleros.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las víctimas
Meses después de las explosiones, miles de personas fallecían aún a causa de las secuelas. Hasta finales de 1945 se registraron 60.000 víctimas mortales más a causa de la radiación, quemaduras o lesiones graves. Cinco años más tarde, el número total de víctimas por los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki era estimado en 230.000.
Imagen: Keystone/Getty Images
Capitulación y terror
Tras el lanzamiento de las dos bombas atómicas, los japoneses temían que viniera una tercera sobre la capital, Tokio. Japón capituló y con ello terminó la Segunda Guerra Mundial en Asia. Los bombardeos fueron ordenados por el presidente Harry S. Truman. Muchos historiadores consideran que ambos bombardeos constituyen crímenes de guerra.
Imagen: AP
Reconstrucción
El destruido casco de Hiroshima fue reconstruido por completo, y sólo una isla en el río Ota permanece a manera de santuario de la paz. Ahí se encuentran hoy algunos monumentos, así como el Museo de la Paz, el Monumento Infantil a la Paz y las ruinas de la antigua cámara de Industria y Comercio. Arde ahí una llama que sólo se extinguirá cuando el mundo esté completamente libre de armas atómicas.
Imagen: Keystone/Getty Images
Cultura de la conmemoración
En Nagasaki se ubica desde 1955 un museo en el que se recuerda a las bombas atómicas, así como un Parque de la Paz dedicado a las víctimas y las consecuencias de los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki. Ambas localidades son símbolo del potencial destructivo de las armas atómicas y nucleares.
Imagen: Getty Images
Contra el olvido
Desde los ataques de 1945, en todo el mundo se conmemora a las víctimas de los bombardeos atómicos. En Hiroshima hay ceremonias cada año. Sobrevivientes, familiares de las víctimas y políticos se congregan para guardar un minuto del silencio. Muchos japoneses luchan activamente contra el armamentismo nuclear.