"¿Dónde nace esa mirada tan humana que te habita?” le pregunta Natalia Orozco a la documentalista Lizette Vila. Intenta descifrar cómo ha desarrollado tanta sensibilidad para narrar historias conmovedoras que resisten el olvido y la desesperanza en Cuba. Sin duda, en las vivencias que guarda del humilde barrio donde creció siendo hija única. Y de lo que aprendió de su madre y su padre. Lizette Vila se nutrió de esa humildad, dice, que entregaba conocimientos, sueños, solidaridad y ansias de salir adelante. Recuerda el activismo de su madre como trabajadora social a partir de 1959, cuando llega la Revolución. Desde que en 2002 funda el Proyecto Palomas, Lisette Vila escucha a la gente que llega a su Casa Productora de Audiovisuales. Frente a la cámara deja hablar a quienes necesitan contar su sentir, dolor, preocupación, injusticia. Para ella es una forma de expresarse desde su civismo y lealtad a su país, sin ataduras, con libertad: "No tuve ningún privilegio”, dice la documentalista.