El consejo de supervisión de Hochtief teme que la estrategia de defensa de la empresa pueda llevar a una importante caída en Bolsa, según declaraciones de uno de sus portavoces al diario económico alemán "Handelsblatt".

La razón para ello es que Hochtief juega con una peligrosa carta: para dificultar la operación a ACS decidió pedir a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Australia (Australian Securities and Investments Commission, ASIC) que obligue a ACS a lanzar también una OPA sobre la filial australiana Leighton Holdings.

Los analistas creen que eso obligaría a ponerse de rodillas a la española, muy endeudada por la crisis.

Para determinar la opción a elegir, la directiva y el consejo de vigilancia de Hochtief se están dejando llevar por asesores diferentes, informó hoy "Handelsblatt".

Mientras la junta directiva se encarga básicamente de analizar las medidas a tomar para rechazar la OPA, en el consejo de supervisión no se puede seguir la misma estrategia porque en él están representados dos miembros de ACS.

A mediados de septiembre, la española Actividades de Construcción y Servicios (ACS) -propiedad del presidente del club de fútbol Real Madrid, Florentino Pérez-, que ya controla casi el 30 por ciento de su competidora germana, anunció que pretende aumentar su participación hasta superar "ligeramente" el 50 por ciento.

En vez de efectivo, a los accionistas de Hochtief se les ofrece un canje de acciones: ocho de ACS por cada cinco de la constructora alemana. Los empleados de Hochtief protestan casi a diario.

Preocupación en la industria de la construcción

La industria alemana de la construcción manifestó su preocupación por la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por la española ACS sobre Hochtief, la mayor constructora alemana.

La OPA de ACS podría servir de ejemplo para otros grupos de construcción europeos que busquen oportunidades de compra en Alemania, expuso el presidente de la asociación que reúne a las empresas del ramo, Michael Knipper.

"Las empresas alemanas de la construcción son vulnerables y pueden ser absorbidas debido a su débil base en el mercado y sus escasos réditos en el país", dijo Knipper en declaraciones al diario alemán "Financial Times Deutschland".

"Mi gran preocupación es que a nivel mundial, apenas quede algo de este sector alemán", añadió.

En ese sentido, Knipper acusó al ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle (FDP), de haber dejado solos a los grupos constructores del país, que trabajan en medio de adversas condiciones.

"Todos queremos mercados abiertos. Pero entonces, necesitamos las mismas condiciones de competencia en los mercados individuales", exigió. "Por eso, desearía ver mayor voluntad por parte de Brüderle", dijo.

ACS tiene previsto presentar este jueves su oferta al organismo alemán de supervisión, Bafin.

Dpa

Editor: Pablo Kummetz