Hoffenheim, el equipo sensación de la Bundesliga alemana de fútbol, acaba de terminar la primera ronda al tope de la tabla de posiciones y aprovechará la pausa invernal de siete semanas, hasta fines de enero, para hablar sobre posibles premios a repartir entre el plantel en caso de acceder, a fines de temporada, a un torneo europeo.

Tanto el entrenador, Ralf Rangnick, como la ejecutiva del club tienen prohibido a los jugadores hablar del título. "Nadie me escuchará hablando de que tenemos que salir primeros cuando termine el campeonato", insiste Rangnick tras el empate el domingo a un gol ante Schalke que le aseguró el título extraoficial de "campeón de otoño".

La primera excursión al exterior del Hoffenheim, tal vez como para ir olfateando cómo es viajar más allá de las fronteras, será en enero a España, aunque tan sólo sea para realizar en La Manga, en el sureste del país, la pretemporada de cara a la segunda vuelta, que empieza el 30 de enero.

Hablar de premios, una osadía

La tarea principal para el manager del equipo, Jan Schindelmeiser, será negociar con los jugadores los premios a repartir a fines de temporada. Hasta ahora, sólo se había hablado de evitar el descenso a segunda división.

Pero tras la sensacional campaña que vienen realizando, convirtiéndose en el equipo más goleador de la Bundesliga, los jugadores y ejecutivos tienen que ir pensando en algo inevitable a estas alturas: ¿Qué pasa si se clasifica para la Copa UEFA, o incluso, para la Liga de Campeones?

Del título, eso sí, no se habla. "Sería una osadía empezar a hablar de premios por el campeonato", advierte el mecenas del club, el multimillonario Dietmar Hopp. Pero lo que pasa es que las estadísticas hablan de lo que el club no quiere escuchar. En los 45 años de existencia de la Bundesliga en su actual organización, 31 veces el líder de la primera ronda terminó siendo el campeón a fines de temporada.

Rangnick se apura en ceder el favoritismo a otro lado: "Si la liga se desenvuelve con normalidad, el campeón será el Bayern Múnich".

Novedades para la segunda ronda

Para la segunda ronda, Hoffenheim presentará novedades. Por ejemplo, un nuevo jugador, después de cerrar la semana pasada la incorporación del portero Timo Hildebrand, ex del Valencia.

"Se trata ahora de afinar un poco el modelo que tan bien está funcionando", dice el manager Schindelmeiser, y Rangnick subraya que lo que tiene que asegurar ahora "es la estabilidad, como base para ir mejorando paso a paso" y sin grandes saltos.

No descartan que lleguen más refuerzos, teniendo en cuenta que el plantel de hoy es prácticamente el mismo que jugó en segunda división hasta hace muy pocos meses. La única incorporación desde que llegó a primera fue la del defensor Andreas Beck.

"Ahora tenemos que revisar todas las posiciones y ver si hay necesidad de complementar algo", explica el perfeccionista Rangnick, llamado "el profesor" de los entrenadores por su meticulosa forma de trabajo.

El problema para la segunda ronda, dice Rangnick, "es que los rivales ahora nos conocen y sabrán adaptarse a nuestro estilo de juego".