Holanda inaugura memorial en honor a víctimas del Holocausto
20 de septiembre de 2021
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Holanda inauguró el domingo (19.09.2021) un memorial con los nombres de más de 102.000 judíos y 220 gitanos residentes en el país asesinados durante la Segunda Guerra Mundial.
Más de 75 años después del conflicto, el memorial fue inaugurado con gran solemnidad en el barrio judío de Ámsterdam por el rey Guillermo, acompañado por supervivientes y familiares de víctimas. De los 140.000 judíos que vivían en Holanda durante la guerra, 102.000 fueron asesinados.
"Fue emocionante. Acabo de ver el nombre de una de mis amigas", dijo Jacqueline Ruud. "Me ha afectado un poco. Sabía que estaba muerta, claro. Aún tengo una foto de ella en la casa", agregó.
El memorial, del arquitecto Daniel Liebeskind, hijo de sobrevivientes del , es un laberinto de muros de ladrillo que forman la palabra "en memoria" en lengua yiddish. Sobre cada uno de los ladrillos está inscrito el nombre de una víctima con su fecha de nacimiento y edad de muerte.
"Hizo exactamente lo que debía hacer: sacó a toda esa gente del olvido", declaró en la inauguración del monumento Jacques Grishaver, presidente del comité holandés de Auschwitz.
La construcción del monumento durante varios años fue objeto de polémicas, y algunos vecinos disputaron el permiso concedido al comité.
"Este memorial nos hace enfrentar nuestras responsabilidades, la responsabilidad de saber si debimos hacer más durante los años de la guerra para salvar gente", dijo Mark Rutte, uno de los asistentes.
Pese a la resistencia en Holanda, numerosas personas colaboraron activamente con la ocupación alemana para detener y deportar judíos. (afp)
El Museo Judío de Berlín cumple 20 años
Hace 20 años se inauguró el Museo Judío en Berlín, con el nuevo edificio del renombrado arquitecto Daniel Libeskind.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Henkelmann
Diseño innovador
Pasó mucho tiempo hasta que todos los participantes se pusieron de acuerdo en cómo debería ser el nuevo Museo Judío. Se planeaba ampliar el ya existente palacio barroco y el arquitecto estrella Daniel Libeskind presentó un concepto más extravagante en 1989. En 1992 comenzó la obra, y nueve años -y varias querellas- más tarde, se inauguró el anexo, una enorme edificación detrás del palacio.
Imagen: Reimer Wulf/akg-images/picture-alliance
Entrada barroca
Originalmente, el ala adicional de Libeskind iba a ser solo una dependencia del Museo Judío de Berlín. Pero luego todo cambió y el bello palacio barroco se convirtió en la entrada principal.
Con el anexo del museo, Daniel Libeskind creó otro edificio emblemático de la capital alemana. Revestido de zink, tiene una fachada calada por grietas aparentemente distribuidas al azar y líneas angulares, como una Estrella de David despedazada. La construcción es un símbolo del confrontamiento con el vacío que dejó el Holocausto en la historia germano-judía de Alemania.
Imagen: picture-alliance/Eibner-Pressefoto
Un imán de público
Ya dos años antes de la apertura, los visitantes podían entrar al edificio en la Lindenstraße 9-14, en el barrio berlinés de Kreuzberg. Hubo una enorme afluencia de público y casi 35.000 personas pudieron visitar la nueva construcción, todavía vacía, y disfrutar de su arquitectura.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Henkelmann
Espacios que cuentan historias
Los edificios museales son, por lo general, carcasas sobrias, aunque también a menudo cuentan con una arquitectura grandiosa, y despiertan a la vida gracias a los objetos que se exponen en ellos. Pero aquí, la idea de Libeskind fue más radical: creó espacios y ejes que relatan por sí mismos la historia de los judíos en Alemania, como aquí: el Eje del Exilio y del Holocausto.
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La opresiva Torre del Holocausto
Escaleras oscuras, espacios vacíos, paredes inclinadas. Caminos bifurcados que conducen a la libertad en el exterior, sobre un terreno inestable, al extranjero, al exilio. El Eje del Holocausto termina en una torre. Desde arriba cae la luz a través de una pequeña rendija. Quien se para en la oscuridad se siente como en una mazmorra. Estas habitaciones no necesitan mobiliario.
Imagen: Jason Langley/imageBROKER/picture alliance
El Jardín del Exilio
En este jardín, invisible desde el exterior, hay 49 estelas sobre un terreno inclinado en el que se plantaron árboles. 48 estelas contienen tierra de Berlín. La estela 49, en el centro, contiene tierra de Jerusalén. Aquí se experimenta el exilio de cerca. Uno se siente extraño e inseguro porque el piso inclinado lo hace tropezar con facilidad y los pilares de concreto restringen la visibilidad.
Imagen: Daniel Kalker/picture alliance
Regreso a la luz
El Patio de Vidrio, también diseñado por Daniel Libeskind, se anexó en 2007 al palacio barroco. El techo se extiende por el patio interior del antiguo edificio en forma de “U”, y descansa sobre vigas de acero. Representan árboles verdaderos y recuerdan al sucá (tabernáculo) hebreo en el desierto, donde los judíos encontraron refugio del frío, del viento y de la lluvia durante su huida de Egipto.