Holanda prepara un nuevo plan europeo que propone el regreso directo en ferris a Turquía de los refugiados que lleguen a Grecia. La medida se está estudiando actualmente en varios países de la Unión Europea.
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Holanda quiere devolver en ferri a todos los solicitantes de asilo que lleguen a Grecia procedentes de Turquía. A cambio propone que Europa acoja a unos 150.000 a 250.000 refugiados al año, asegura este jueves (28.01.2016) el diario De Volksrant.
El periódico recoge una entrevista con el líder de los laboristas del PvdA, Diederik Samson, en la que explica que el Gobierno holandés del primer ministro Mark Rutte, del partido liberal VDD, que gobierna en coalición con el PvdA, trabaja desde diciembre en este plan, con el que quiere poner fin a la crisis de refugiados en Europa.
Holanda negocia con Alemania, Suecia y Austria
El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha iniciado negociaciones intensas al respecto con Alemania, Suecia y Austria. Los políticos holandeses confían en que Francia, España y Portugal se sumen a la iniciativa, así como también Reino Unido.
Samson aseguró que Turquía estaría dispuesta a volver a acoger a los refugiados si, a cambio, los países del bloque comunitario se comprometen a acoger a entre 150.000 y 250.000 personas al año.
Turquía debe ser declarada país seguro
"Turquía todavía tiene que adecuar algunas leyes y mejorar la situación de los sirios que solicitan asilo. Tiene que ser un país seguro", subrayó Samsom. Los primeros ferris se pondrían en marcha en marzo o abril.
Para que el plan salga adelante también es necesario que Turquía sea declarada un país seguro, algo que la UE todavía está negociando. Actualmente siguen llegando numerosos refugiados de Turquía a las islas griegas, desde donde prosiguen su viaje hasta el norte de Europa.
VT (dpa, efe)
Refugiados en Francia: la "Jungla" de Calais
Aumenta el nerviosismo en el campo de refugiados de Calais. Las autoridades francesas planean construir una "zona tapón" entre el campo de refugiados y el Eurotúnel que conecta el continente con Reino Unido.
Imagen: DW/D. Cupolo
Antes del desalojo
Voluntarios ayudan a los refugiados a transportar sus pertenencias. Anteriormente, las autoridades habían prometido a los migrantes la creación de un espacio para su realojamiento. Mediante esta zona, el Gobierno francés pretende bloquear el acceso al Eurotúnel, a través del cual muchos refugiados viajan a Inglaterra. "Les ayudamos a mantener su dignidad", aclara uno de los voluntarios.
Imagen: DW/D. Cupolo
El mar y las oportunidades
Tiendas de campaña frente a la entrada del Eurotúnel. En este punto muchos refugiados intentan subirse a los camiones que van a Gran Bretaña. Un enorme dispositivo policial vela por evitar que los polizones crucen a través del túnel. El joven sirio Mohammed Schakh enumera las opciones: el plan A, cruzar en un camión. El B, hacerlo en un tren. El C, atravesar el Canal de la Mancha en barco.
Imagen: DW/D. Cupolo
Mudanza urgente
El nuevo campo fue establecido el pasado jueves. Eso sí, no se sabe cuándo serán retirados los antiguos asentamientos. Para los refugiados significa mudarse. Alrededor de un centenar de alojamientos ilegales ya han sido trasladados con la ayuda de voluntarios. Hasta el momento se han construido otros 40 refugios "no oficiales".
Imagen: DW/D. Cupolo
Espacio para nuevas tiendas
Los miembros de la asociación "Care4Calais" limpian la zona de maleza y basura. El objetivo es crear espacio para los refugiados. "Cuando viví en Afganistán fueron muy hospitalarios conmigo. Por eso quiero devolverles algo", explica Ruth Boggiuth, una las voluntarias.
Imagen: DW/D. Cupolo
Esperando a que llegue el día
Entre 1.500 y 4.500 habitantes del campamento improvisado se han visto afectados por el reasentamiento. Algunos siguen esperando. "No pienso desmontar y volver a montar mi tienda en otro lugar", dice Saifullah Barat. Este afgano vive desde hace 4 meses en la "Jungla de Calais". "Si la policía quiere desmontar mi campamento, que lo haga. No voy a hacerles frente".
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Huellas dactilares? No, gracias.
Las autoridades han establecido un nuevo campamento en las cercanías de Calais. En el asentamiento levantado con contenedores hay espacio para cerca de 2.000 personas. Muchos de los refugiados, sin embargo, rechazan trasladarse a estos alojamientos temporales ya que, con el fin de identificarles, las autoridades exigen una toma de huellas dactilares.
Imagen: DW/D. Cupolo
Francia: ¿una prisión?
"Vemos cómo nos tratan los franceses", dice el sirio Mohammen Schakh. "Las autoridades nos toman por tontos y creen que vamos a aceptar la toma de huellas dactilares. Esto es parecido a una cárcel. Una vez que entremos aquí, no nos dejarán salir nunca. No quiero vivir nunca en este país".
Imagen: DW/D. Cupolo
Aumenta la violencia
El anuncio del desalojo y el aumento de la presencia policial ha provocado un aumento de la violencia en la "Jungla de Calais", informa Médicos sin Fronteras. Las lesiones provocadas por los enfrentamientos entre los propios habitantes del campamento, o entre los refugiados y la policía han propiciado un aumento de la presencia de los integrantes de esta ONG.
Imagen: DW/D. Cupolo
Nuevos asentamientos en otros lugares
"Los habitantes del campo creen que Francia pretende reducir el campamento progresivamente", explica Maud Le Quintrec, de Médicos sin Froteras. "Por eso muchos refugiados han decidido levantar nuevos campamentos ilegales. De hecho, 120 habitantes de 'la Jungla' se han ido a Bélgica". Así, explica Le Quintrec, lo único que consiguen las autoridades es trasladar el problema. (18.01.2016)