Holanda suspende la adopción de niños en el extranjero
8 de febrero de 2021
El gobierno holandés anunció la suspensión de la adopción por ciudadanos holandeses de niños en el extranjero, debido a investigaciones que destapan irregularidades y delitos cometidos por funcionarios hasta 1998.
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Reacciona de esta forma a la publicación de un informe crítico de una comisión de investigación sobre el papel del gobierno holandés en la adopción internacional de niños, al menos entre 1967 y 1998, subrayando "diferentes tipos de abusos estructurales" en varios países.
"Es doloroso constatar que el gobierno holandés no hizo lo que se esperaba de él", declaró el lunes en un comunicado el ministro holandés de Protección jurídica, Sander Dekker. "Aunque muchas adopciones fueron vividas como positivas, el gobierno debió desempeñar un papel más activo al intervenir en casos de abusos", precisó, y presentó excusas a los niños adoptados a nombre del gobierno.
Funcionarios holandeses implicados en "trata de niños”
Según el gobierno, documentos fueron a veces falsificados, y casos de trata de niños fueron registrados, así como fraude y corrupción. Las autoridades holandesas habían anunciado en diciembre de 2018 el inicio de una investigación sobre la posible implicación de algunos funcionarios gubernamentales en casos de adopción ilegales ocurridos hace varias décadas, especialmente provenientes de Brasil.
En una carta enviada a la Cámara baja, el ministro Sander Dekker indicó que instaló un comité de investigación independiente, cuyos trabajos cubrirán el periodo que va de 1967 a 1998.
El comité se concentrará primero en casos de adopción desde Brasil, antes de examinar las provenientes de países en donde se detectaron "signos de posibles abusos en el pasado", como Colombia, Indonesia, Sri Lanka y Bangladés.
La policía holandesa ya había realizado una investigación sobre adopciones a inicios de los años 1980 y constató "actos criminales" en 42 casos, pero el proceso fue cerrado.
jov (afp, nederlansdagblat)
Vida en el alcantarillado
Muchos niños en Bucarest, la capital de Rumania, tienen que vivir en los tubos de desagüe. Abandonados por sus familias, el único refugio que encuentran es bajo la tierra. Y para olvidar su tragedia consumen drogas.
Imagen: Jodi Hilton
Sin agua en el desagüe
Cristina, de 19 años, encuentra un poco de alivio aspirando los gases tóxicos de Aurolac. Como muchos niños y jóvenes, ella tampoco tiene un hogar ni techo. Cristina vive en el alcantarillado con sus primos y otros jóvenes. "No tenemos agua para bañarnos, ni nada que comer", dice. Mil de las 6.000 personas sin hogar en Bucarest son niños.
Imagen: Jodi Hilton
Abandono, orfanato, abandono
Bajo el suelo, muchos han hecho una "sala de estar". Carina vive aquí con otros jóvenes sin hogar en un enorme sistema de calefacción y cloacas de Bucarest. Sin acceso a electricidad, utilizan velas. Muchos de los jóvenes sin hogar creció en el sistema de orfanatos de Rumania y huyeron cuando eran lo suficientemente mayores para valerse por sí mismos.
Imagen: Jodi Hilton
Nueva generación de niños sin padres
25 años tras la revolución rumana, una nueva generación de niños drogadictos y sin hogar conquistó las calles y encontró refugio en las alcantarillas. Mona, de 19 años, está embarazada de su segundo hijo. Ella vive con su novio y su hija en el metro.
Imagen: Jodi Hilton
Sobreviviendo al frío
Remus, 20 años, duerme solo en un cuarto debajo de la ciudad. Su "hogar" es, en Piata Victoriei, una importante plaza en el centro de Bucarest. Remus dice que preferiría vivir solo que en la red de alcantarillado. Vive cerca de la instalación de calefacción urbana. Por lo tanto, se mantiene caliente en el invierno.
Imagen: Jodi Hilton
Deterioro histórico
El sistema rumano de orfanatos fue creado durante la época del dictador Nicolae Ceausescu, quien prohibió el aborto. Durante los primeros días del período postcomunista en los años 90, las condiciones en los hogares del Estado alcanzaron un deterioro histórico. Muchos niños huyeron y fueron en busca de un refugio.
Imagen: Jodi Hilton
Vendedores y consumidores
Un hombre en un parque, cerca de la estación de trenes del norte de Bucarest. El parque es un punto de encuentro para traficantes de drogas y consumidores. La Estación del Norte fue el primer lugar que los niños rumanos de la calle descubrieron el túnel bajo la ciudad.
Imagen: Jodi Hilton
Pobreza escondida
Una pareja de ancianos que vive en el sótano de un barrio de clase media en la capital de Rumania. Muchos de ellos se ven obligados a buscar protección bajo la tierra durante los meses de invierno.
Imagen: Jodi Hilton
¿Salvado de la tragedia?
Sergiiu, de 24 años, también creció en un orfanato. Huyó, vivió en las calles y consumió drogas. "También he vivido en alcantarillas, pero quería dejar las drogas. Por eso prefiero vivir debajo de un puente, en donde es más tranquilo", dice. Él acaba de culminar la escuela secundaria y buscar abandonar la vida de las calles.