Muy pocas mujeres marcaron el cine como ella: Hanna Schygulla personificó con estilo inconfundible a sus personajes. "Soñadora y, a la vez, precisa": así fue descrita por su arte interpretativo. Aunque vivió más de 40 años en París, también brilló recientemente otra vez en el cine alemán, dirigida por el cineasta Fatih Akin.

Para el director Rainer Werner Fassbinder, la joven Hanna Schygulla, una actriz excepcionalmente talentosa, fue su musa inspiradora. Ella siempre fue el centro de la escena. Actuó en 23 películas de Fassbinder durante 12 años y se convirtió en una estrella europea del cine, para pasar luego a serlo a nivel internacional.

Sus figuras nos hacen recorrer la historia alemana del siglo XX. Y siempre rompe las normas sociales: ya sea en el rol de la mujer-niña Effie Briest, en la versión fílmica de Fassbinder de la obra de "Fontane" (1974), durante el imperio alemán, o como la cantante Willie en "Lili Marleen", una estrella de la Alemania nazi que mantiene una relación amorosa con un compositor judío.

Fassbinder la amaba, la veneraba y, al mismo tiempo, la maltrataba. Con su carácter, a menudo impulsivo e impredecible, le pedía a Hanna Schygulla cosas casi imposibles, solo para demostrar que él era quien mandaba. "Siempre flotaba en el aire una violencia fácilmente inflamable. Él quería saber hasta dónde podía llegar, y jugaba con fuego", dijo la actriz.

Esta película fue el primer éxito internacional de Fassbinder y Schygulla. Por su rol de María Braun, una buscavidas que trabaja como camarera y se hace amante de un empresario, Schygulla obtuvo numerosos premios en todo el mundo y la "Cinta Dorada" de la Academia Alemana del Cine.

En los años 70 y 80, Hanna Schygulla ya era la "diva del arte no establecido". Su estilo era una mezcla de ingenuidad y despreocupación, y a la vez de una seguridad desconcertante. "Lili Marleen" fue el último film de Fassbinder en el que participó, antes de la muerte del cineasta, en 1982. Más tarde, Schygulla trabajó bajo la dirección de grandes como Jean-Luc Godard, Carlos Saura y Ettore Scola.

El film "Historia de Piera", de Marco Ferrinis, la muestra en el cénit de su arte interpretativo. Descolla en el rol de una madre ávida de experiencias, que se implica en diversas aventuras amorosas y destruye así a su familia. Por ese papel, fue premiada en 1983 en el Festival de Cannes como Mejor Actriz.

También en Alemania, Hanna Schygulla sigue activa como actriz. Entre otras, trabaja con Margarethe von Trotta, la directora alemana más exitosa hasta hoy. Y lo hace en historias sobre mujeres independientes y seguras, contadas desde la perspectiva femenina.

Luego, la actriz se retira para cuidar a sus padres, ambos enfermos, hasta que mueren. Casi 20 años después, actúa otra vez en Alemania, en 2005. En 2007 obtiene muy buenas críticas por su papel en "Al otro lado", del cineasta alemán Fatih Akin.

La actriz vive desde 2014 en Berlín, y en ese año apareció su autobiografía "Despierta y sueña" (Wache auf und träume). Ya no actúa tanto como antes. En la foto, durante una lectura de la obra de la autora griega Amanta Michalopoulos, en el Festival Internacional de Literatura, en la capital alemana.

En 2010, Hanna Schygulla recibió el Oso de Oro de Honor de la Berlinale. En 2017, el Premio a la Obra de Vida de la Asociación de Actores Alemanes. En la foto se la ve durante la ceremonia de entrega del 30º Premio Europeo del Cine, en ese mismo año. La "gran Schygulla", una estrella de la historia del cine alemán e internacional, cumple 75 años este 25 de diciembre de 2018.