Hombre con enfermedad incurable se dejará morir en directo
4 de septiembre de 2020
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Un francés de 57 años, aquejado de una enfermedad incurable, decidió abandonar sus tratamientos y difundir los últimos momentos de su vida a partir del sábado, 5 de septiembre de 2020, en directo por Facebook, después de que el presidente Emmanuel Macron le comunicara que no podía ayudarlo a morir.
Alain Cocq sufre una enfermedad extremadamente rara, sin nombre, que hace que las paredes de sus arterias se peguen, provocando una "isquemia", esto es, un paro o insuficiencia de la circulación sanguínea en un tejido o un órgano. Paralizado por dolores que no cesan desde hace 34 años, Cocq está condenado a guardar cama. Él habría deseado que le suministraran una sedación profunda, cosa que no permite la ley francesa, salvo cuando uno se halla a pocas horas de una muerte segura. "Decidí decir basta", explicó recientemente este hombre, que sufrió nueve operaciones en cuatro años y es víctima de descargas eléctricas cada "dos o tres segundos".
Muerte en directo por su página personal Facebook
"Mis intestinos se vacían en una bolsa. Mi vejiga se vacía en una bolsa. No puedo alimentarme, así que me ceban como a un ganso, con un tubo en el estómago. Ya no tengo una vida digna", relató. Cocq había escrito al presidente Emmanuel Macron para que autorizara a un médico a recetarle un barbitúrico y poder "partir en paz". "Puesto que no estoy por encima de la ley, no puedo acceder a su demanda", dijo Macron en una carta enviada a Cocq. "No puedo pedir a alguien que se salte el marco legal actual", añadió el presidente.
Por ello, Cocq confirmó su intención de morir dejando de alimentarse, hidratarse y tratarse -- salvo para aliviar el dolor -- a partir de este viernes "a la hora de acostarse". "Con emoción, respeto su iniciativa", afirmó Macron en su carta, que incluye una frase manuscrita: "Con todo mi apoyo personal y mi respeto profundo". Con el fin de "mostrar a los franceses lo que es la agonía impuesta por la ley", Cocq difundirá el final de su vida, que estima durará entre "cuatro y cinco días", a partir del sábado cuando se despierte, "en directo" en su página Facebook. Espera así que su lucha le sobrevivirá y que en el futuro se adoptará una ley que permita unos cuidados de fin de vida que eviten "sufrimientos inhumanos". "Mi combate se prolongará en el tiempo", asegura. (afp/Reuters)
Las epidemias en la literatura
Las enfermedades infecciosas no nacieron con el coronavirus. De hecho, están ancladas en nuestra memoria colectiva desde que autores como Boccaccio o Camus las usaron en sus argumentos. Acá presentamos esas novelas.
Siete mujeres y tres hombres dejan el campo rumbo a Florencia huyendo de la peste. Tan entretenidas como cruel es el comienzo son las siguientes 100 historias cortas del libro. Para pasar el tiempo, cada uno de los refugiados debe elegir el tema que debe abordar el relato del día. Fino o vulgar, trágico o cómico... todo ocurre en el teatro del mundo.
Imagen: picture-alliance/imageBROKER/O. Stadler
Tomás Moro: Utopía (1516)
Un marino descubre en una isla distante Utopía, una sociedad ideal. Entre sus habitantes impera la igualdad, rige la democracia y la propiedad es comunitaria. Digamos, lo contrario a la Inglaterra de la época. Y tampoco hay epidemias en Utopía. Después de todo, la peste azotó varias veces a Inglaterra. En la imagen vemos "Utopier", una adaptación libre presentada en la Ópera Semper de Dresde.
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Francis Bacon: Nueva Atlántida (1627)
La isla utópica de Bacon se llama Bensalem, en la que se dice que viven los habitantes de la Atlántida perdida. Estos se distinguen sobre todo por su sed investigativa y amor por la ciencia. En "Nueva Atlántida" se anticipan algunos inventos, como el submarino, las turbinas eólicas y los audífonos. También en este lugar se impuso la cuarentena a los marinos extranjeros, para prevenir enfermedades.
En una mezcla de relatos de testigos y novela, Daniel Defoe describe los efectos devastadores que tuvo la gran peste que azotó Londres. Él mismo tenía cinco años cuando se desató la tragedia, y fue llevado al campo por seguridad. Defoe describe una ciudad en estado de emergencia: histeria, superstición, desempleo, saqueos y fraudes crean un escenario apocalíptico en una novela excepcional.
En "La peste", el protagonista, el doctor Bernard Rieux, describe cómo al comienzo solo algunas ratas, pero luego miles de ciudadanos del puerto argelino de Orán, ceden ante la peste. Al final; todos se ven afectados, tanto niños inocentes como hombres inescrupulosos. La muerte no perdona a nadie. La novela del Nobel de Literatura se está vendiendo ahora como pan caliente en Francia e Italia.
Imagen: Getty Images/P.Baz
Andrzej Szczypiorski: Una misa por la ciudad de Arras (1971)
Basada en hechos históricos, esta novela relata cómo los ciudadanos se desesperan por la peste, son víctimas del fanatismo religioso y pierden todo orden moral. El mismo autor sobrevivió al ataque contra Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, al Levantamiento de Varsovia y a Sachsenhausen. Si bien no lo explicita, estas experiencias parecen haberlo ayudado a dar forma a su libro.
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Stephen King: Apocalipsis (1978)
Un virus mutado sale de un laboratorio de investigación militar y mata a casi toda la población de Estados Unidos. Solo unos pocos son inmunes y tienen que intentar sobrevivir en un mundo despoblado con una infraestructura colapsada. Se crean dos enclaves en torno a líderes carismáticos, que se dividen como "buenos" y "malos", tras lo cual se desata un enfrentamiento.
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José Saramago: Ensayo sobre la ceguera (1995)
De pronto, los habitantes de una ciudad que no se menciona pierden la vista. Por miedo a una infección, son trasladados a una clínica siquiátrica abandonada, donde son atendidos por un médico y su esposa, interpretados en la película que se realizó posteriormente por Mark Ruffalo y Julianne Moore. La situación empieza a escalar cuando los primeros recuperan la visión.