Honduras: 50 años de cárcel para asesinos de Berta Cáceres
3 de diciembre de 2019
La condena llega casi cuatro años después de perpetrado el crimen de la líder lenca y ambientalista.
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Siete personas implicadas en el crimen de la ambientalista hondureña Berta Cáceres fueron condenadas este lunes (02.12.2019) a penas de 30 a 50 años de cárcel por los delitos de asesinato y tentativa de asesinato.
El Tribunal de Sentencia leyó la resolución tras haber encontrado culpables a los señalados el 29 de noviembre de 2018. Los encausados fueron capturados en el marco de la Operación "Jaguar”, entre mayo de 2016 y febrero de 2017, tras el crimen de la activista lenca.
"Fueron encontrados culpables no sólo de asesinato, sino también de asesinato en grado de ejecución de tentativa y se les aplicaron penas intermedias”, dijo la portavoz de la Corte Suprema de Justicia, Lucía Villars.
La ambientalista y líder del pueblo lenca fue asesinada a balazos el 2 de marzo de 2016 cuando se encontraba en su casa en el municipio de La Esperanza, departamento de Intibucá. En el hecho también resultó herido un mexicano, amigo de Cáceres.
Villars detalló que a Elvin Heriberto Rápalo, Oscar Torres Velásquez, Edilson Atilio Duarte y Henry Javier Hernández se les condenó a 34 años de cárcel por asesinato y a 16 años por tentativa de asesinato, lo que da un total de 50 años de reclusión.
En el caso de Sergio Ramón Rodríguez, Douglas Geovanny Bustillo y Mariano Díaz Chávez se les impuso una pena de 30 años con seis meses de prisión por asesinato, por ser coautores del crimen.
Hija de Cáceres: hay más involucrados
A la fecha suman nueve personas detenidas por el crimen de la ambientalista, dos de ellas todavía a la espera de la conclusión de su proceso judicial.
Berta Zúñiga, hija de Cáceres y coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), explicó a la prensa que entre los implicados se encuentra un empleado y exempleado de la empresa hidroeléctrica DESA, además de miembros de las Fuerzas Armadas de Honduras activos hace un año.
El Tribunal declaró que los ejecutivos de DESA conocían y dieron su consentimiento para asesinar a la líder indígena lenca e hicieron referencia a otras personas participantes en el crimen.
Zúñiga insistió en la necesidad de incluir a otros actores que ordenaron y pagaron por el asesinato de Cáceres.
gs (ap, Europa Press)
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Honduras, el reino de la fuerza bruta
En Honduras, entre diez y doce personas mueren a diario por causas violentas. Ese riesgo lleva a un segmento nada desdeñable de su población a huir en caravanas, con la vida por todo tesoro, hacia países menos inhóspitos
Imagen: Reuters/E. Garrido
De la fiesta, la resaca
En esta nación centroamericana, cada año suele empezar y terminar como los anteriores: con el silencio de los muertos y el llanto de los dolientes. Fuentes policiales informaron que al menos trece personas fueron asesinadas –diez de ellas con armas de fuego– durante las fiestas de Nochevieja y Año Nuevo. Las mismas celebraciones dejaron al menos veinte muertos en 2017.
Imagen: Reuters/E. Garrido
En las manos equivocadas
A lo largo de 2018, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA) decomisó aproximadamente 2.400 armas de distinto calibre en territorio hondureño tras determinar que eran portadas ilegalmente. 123 de ellas, piezas de alto poder, eran utilizadas por bandas criminales. Un año antes, la cifra de armas de fuego decomisadas por tenencia ilegal fue de 3017.
Imagen: Reuters/E. Garrido
El saldo del negocio
La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA) sostiene que Honduras cerró 2018 con un saldo de 3.614 homicidios. Muchos de esos asesinatos son producto de la violencia asociada al narcotráfico. El año pasado, las autoridades locales decomisaron más de 8,7 toneladas de drogas y detuvieron a más de 12.000 personas, principalmente por vínculos con bandas criminales.
Imagen: Reuters/E. Garrido
Las pandillas del Triángulo Norte
Las autoridades de los tres países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica –Honduras, Guatemala y El Salvador– planean asestarles duros golpes a las pandillas con la operación “Escudo Regional III”, que contempla allanamientos, decomisos, capturas y acciones penales públicas contra cabecillas y miembros de grupos como la Mara Salvatrucha MS-13 y Barrio 18 (dos integrantes en la foto).
Imagen: Reuters/E. Garrido
“Escudo Regional III”
La operación “Escudo Regional III” buscará echarles el guante a bandas responsables de “una gran cantidad de delitos de asesinato, homicidio en su grado de ejecución de tentativa, robo agravado, robo de vehículo agravado, adquisición de vehículo robado, uso ilegal de armas prohibidas, porte ilegal de arma de fuego comercial y asociación ilícita”, informó el Ministerio Público hondureño.
Imagen: picture-alliance/dpa
La “mano dura” estatal
No toda la violencia prevalente en Honduras es atribuida a las bandas criminales. Según varias organizaciones no gubernamentales, el Ejecutivo de Juan Orlando Hernández viola sistemáticamente los derechos humanos de quienes lo acusan de haber cometido fraude para garantizar su reelección como presidente en los comicios de noviembre de 2017. Se habla de asesinatos (38) y persecución política (465).
Imagen: Getty Images/AFP/O. Sierra
Mujeres y niños primero
Unas 6.000 mujeres fueron asesinadas en Honduras entre 2002 y el primer semestre de 2018. Más del 90 por ciento de los casos está impune por falta de investigación, sostiene el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (CONADEH). Las mujeres y los niños suelen ser víctimas de las formas de violencia más disímiles: la de las bandas criminales y la ejercida por sus allegados en casa.
Imagen: Reuters/E. Garrido
Violencia de género
El CONADEH asegura que cientos de hondureñas se ven forzadas a abandonar sus hogares por amenazas de muerte, asesinatos de familiares, extorsión y por el reclutamiento forzoso de niños y adolescentes llevado a cabo por bandas criminales. Pero, además, las mujeres son vulnerables en sus propias casas y, cuando son asesinadas, los homicidas suelen dejar indicios de saña, crueldad y odio.
Imagen: Reuters/E. Garrido
La impunidad como motor
La Asociación para una Ciudadanía Participativa presentó un informe según el cual más del 90 por ciento de los asesinatos y las violaciones de los derechos humanos quedaron impunes en Honduras en 2018. A juicio de sus voceros, eso propicia la violencia al evidenciar la debilidad de las instituciones y le da impulso a la emigración masiva, por la desconfianza que inspira la Justicia local.
Imagen: Getty Images/AFP/O. Sierra
¡Adiós, Honduras!
En diciembre de 2018, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicaron un atlas que refleja detalladamente los ciclos migratorios en el norte de Centroamérica. Según ese mapa, el número de hondureños que abandonaron su país aumentó en un 94 por ciento entre los años 2000 y 2010. Nada apunta a que ese éxodo amaine.
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Turismo improbable
El Gobierno de Estados Unidos les desaconseja a sus ciudadanos viajar a Honduras debido a los niveles de violencia que allí se registran. No obstante, el Ejecutivo de Donald Trump ha sido criticado por cancelar la protección migratoria especial concedida a 57.000 hondureños después de que el huracán “Mitch” devastara a su país en 1998; ellos sí que deberán regresar a esa realidad a corto plazo.