Honduras protesta en pandemia: "¿Dónde está el dinero?"
13 de agosto de 2020
El país centroamericano ha tenido numerosos escándalos por compras sobrevaloradas de hospitales móviles, material de bioseguridad y ventiladores, además de la pérdida de miles de pruebas de COVID-19 por mal manejo.
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Con el lema "¿Dónde está el dinero? Honduras lo exige", cientos de personas marcharon este miércoles (12.08.2020) en Tegucigalpa para protestar contra la supuesta corrupción en el manejo de los fondos dedicados a la lucha contra el coronavirus.
La multitud coreó la consigna mientras marchaba por el bulevar Suyapa, en el este de la capital, mismo que amaneció -el 9 de agosto pasado- pintado con la leyenda en grandes letras blancas sobre el asfalto. El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) lo adoptó en un video para promocionar el combate de la corrupción.
"¡Es el momento de recuperar la democracia y reconstruir el Estado derecho! Como ciudadanos preguntamos ¿dónde está el dinero? Porque el reclamo social exige que los responsables materiales e intelectuales de este megrafraude enfrenten la justicia”, publicó el CNA en su cuenta de Twitter.
La protesta hondureña en Internet y en las calles
Fotografías con la leyenda se viralizaron rápidamente en redes sociales, y el mensaje comenzó a aparecer reproducido con el hashtag #HondurasLoExige y como un montaje sobre monumentos internacionales, como la Torre Eiffel.
Ante esto, empleados de la Alcaldía de Tegucigalpa intentaron borrar el grafiti, pero varias personas lo impidieron. El lunes 10 de agosto, desconocidos lo cubrieron con aceite, lo que provocó accidentes de motociclistas. Posteriormente, la alcaldía capitalina lo cubrió con tierra para evitar el peligro, pero este miércoles una multitud se dedicó a retocarlo.
Otras personas se sumaron en vehículos y salieron en una caravana por la capital, con el mensaje pintado en los cristales de los vehículos. Paralelamente, grafitis similares surgieron en otros municipios del país.
Honduras ha tenido numerosos escándalos por compras sobrevaloradas de hospitales móviles, material de bioseguridad y ventiladores mecánicos, además de la pérdida de 250.000 pruebas de COVID-19 por mal manejo en la temperatura de los test.
ama (afp, Tiempo Digital, El Heraldo, TV Azteca, Radio América)
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Honduras: coronavirus y el infierno de las cárceles
En las cárceles de Honduras los reclusos temen contagiarse con el coronavirus. La distancia social es imposible en las celdas abarrotadas. Esto también aumenta la tensión mental de quienes están privados de su libertad.
Imagen: Reuters/A. Latif
Cuando el sol se pone...
Para Yerbin Israel Estrada (centro) la peor parte del día es cuando el sol se pone. Entonces cientos de reclusos de la prisión de La Esperanza, en Honduras, tienen que abandonar el pequeño patio y volver a sus estrechas celdas. "Es entonces cuando comienza realmente el infierno", dice el joven de 26 años, que cumple una condena de seis años por posesión de marihuana.
Imagen: Reuters/A. Latif
Una apremiante estrechez
Como muchos otros reclusos, Estrada está alojado en una celda completamente superpoblada. En algunas celdas viven hasta 130 personas juntas en un espacio muy reducido y comparten camas. Por la noche, dice Estrada, oye los quejidos de sus vecinos y las ratas que corren por la celda.
Imagen: Reuters/A. Latif
La ley de la calle
Las condiciones en esa cárcel son devastadoras. Hay espacio para 70 personas, pero, de hecho, hay más de 450 delincuentes encarcelados allí. Las quejas son inútiles: porque el lema es: 'Mirar, escuchar, callar'. Ese es también el lema de las pandillas en América Central. Estrada dice: "La única forma de salir de aquí es mantener la cabeza agachada".
Imagen: Reuters/A. Latif
Prohibidas las visitas
El único alivio para los reclusos hasta ahora han sido los días en los que sus esposas y familias los visitaban. Con la llegada del coronavirus a Honduras, las autoridades prohibieron las visitas. Y como, de todos modos, las tarifas de las llamadas telefónicas son inasequibles y solo hay tres teléfonos funcionando, los reclusos están ahora prácticamente aislados del mundo exterior.
Imagen: Reuters/A. Latif
Alto riesgo de infección
Según la Universidad Johns Hopkins, actualmente hay unos 3700 contagiados de coronavirus y más de 170 muertos en Honduras. El gobierno informa de cifras más bajas y habla de 2.000 personas infectadas. Pero los expertos creen que el número es mayor, porque no se hacen suficientes test en el país. Muchos reclusos temen infectarse en la cárcel.
Imagen: Reuters/A. Latif
Sin esperanza
Además de los riesgos para la salud que plantea el hacinamiento, la pandemia ha supuesto una carga psicológica para los ocupantes. "Prohibir las visitas es lo peor que puede pasar Es lo que necesitan, porque les da esperanza", dice a DW Jacinto Hernández, psicólogo de la prisión La Esperanza.
Imagen: Reuters/A. Latif
Consecuencias fatales
Hasta ahora ha habido pocas infecciones de coronavirus en las 29 cárceles del país. Pero si la COVID-19 se propagara masivamente dentro de una prisión, las consecuencias podrían ser desastrosas. Las penitenciarías en Honduras no permiten mantener distancia social. 22.000 personas se encuentran encerradas en edificios que, en realidad, solo tienen capacidad para 10.000 reclusos.