“Sin confianza en Estado de Derecho, la MACCIH fracasará”
José Ospina-Valencia
26 de enero de 2016
Aunque la iniciativa que apoyará la lucha contra la corrupción en Honduras aparece como una luz de esperanza para millones de agobiados por la corrupción, la violencia y la pobreza, expertos expresan gran escepticismo.
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Honduras, El Salvador y Guatemala componen un triángulo de países en donde “la corrupción es parte de la sobrevivencia cotidiana”, dice a DW Kai-Enno Lehmann, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de São Paulo, especializado en América Central.
La criminalidad derivada de la corrupción no solo se limita a la violencia del asesinato callejero sino que está enquistada en el Estado como conducta “normal” de los de “cuello blanco”. “No en vano, estos tres países hacen parte de una de las regiones más inseguras del mundo”, agrega Lehmann, quien actualmente adelanta un trabajo de investigación en el Instituto alemán de Estudios de América Latina (GIGA), en Hamburgo.
Gracias a la presión de las protestas populares de los “indignados” hondureños y sus “Marchas de las Antorchas”, el Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández accedió a enfrentar el peor problema de Honduras: la corrupción, como generadora de violencia, impunidad y pobreza. Hernández firmó este 19 de enero un convenio con la Organización de los Estados Americanos (OEA) para la constitución de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).
Escepticismo a ambos lados del Atlántico
El ejemplo de Guatemala puede haber inspirado a los hondureños, pero en su país los obstáculos y la reticencia al trabajo de los expertos foráneos en Justicia son mayores, así se trate de suramericanos o europeos. Las diferencias empiezan con el nombre: mientras en Guatemala se constituyó una Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), bajo el auspicio de Naciones Unidas y países como Alemania, en Honduras se trata “solo” de una Misión de Apoyo, avalada por la OEA.
Si en Guatemala, tras ocho años de trabajo de la CICIG, “la batalla más grande en la lucha por un Estado de Derecho apenas empieza”, como dice DW, el “optimismo reservado” expresado por Kai-Enno Lehmann sobre el efecto y el futuro de la MACCIH se hace más comprensible. El mismo titular de la CICIG, Iván Velásquez, alabó "la voluntad de fortalecer las instituciones de Justicia de Honduras", advirtiendo que “hay que ver cómo trabaja”.
“El éxito de la CICIG en Guatemala aumentará el nerviosismo de los corruptos en Honduras que tratarán de impedir las reformas y el esclarecimiento”, advierte Lehmann, para quien el “débil compromiso” del Gobierno de Honduras es resultado de las preocupaciones de las élites corruptas, tanto en el Estado como en la industria privada. Aún así, para Luis Almagro, secretario general de la OEA, la MACCIH, que iniciará operaciones en febrero, es “un instrumento sin precedentes para abatir la corrupción e impunidad en Honduras".
Pero el escepticismo sobre la MACCIH cunde a ambos lados del Atlántico. El Wilson Center, una agencia de investigaciones y órgano de consulta del Congreso de Estados Unidos, advierte en el diario El Heraldo, de Honduras, que “si no hay depuración de los operadores de Justicia será muy complicado”. Si bien la MACCIH certificará a policías, jueces y fiscales que investigarán casos de redes de corrupción, entre otras funciones, no ha recibido atribuciones para recibir denuncias directamente de la ciudadanía, sino que estas pasarán por el Ministerio Público. Un filtro que se puede convertir en uno de los mayores obstáculos para llegar hasta los corruptos más poderosos.
Un Estado llevado al fracaso por los corruptos
“Una preocupación” que Lehmann comparte con el Wilson Center y agrega que, “a pesar de que el documento entre Honduras y la OEA habla de independencia absoluta de la MACCIH, esa independencia hay que ponerla en duda, conociendo el papel del aparato hondureño de Justicia”, como lo demuestra el proceso de elección de juristas nominados a la Corte Suprema, algunos de los cuales enfrentan severas acusaciones.
“Un país como Honduras, en donde el sistema judicial solo opera en función de las ventajas para un muy pequeño grupo de personas, es un Estado fallido”, apunta el profesor Kai-Enno Lehmann, especialista en América Central. Su diagnóstico es aún más drástico: “El sistema de Justicia y la Policía de Honduras son entes tan corruptos que no se pueden reformar, sino disolver”. Un paso que atacaría una de las raíces de los problemas en Honduras, El Salvador y Guatemala.
La falta de respeto por las normas de un Estado se surte de la total desconfianza de los pueblos en el Estado de Derecho. Lehmann concluye además, que “la legitimación de las bandas criminales en América Central se basa en Estados débiles, corruptos, incapaces o reticentes a velar por la seguridad y el bienestar de todos”, advirtiendo, por último, que “si no se (re)construye la confianza de la ciudadanía en el Estado de Derecho, la MACCIH está condenada a fracasar”. Una tarea de varias generaciones. La MACCIH está concebida para durar 4 años.
Tus derechos como humano
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es válida para todos los Estados miembros de las Naciones Unidas. Pero aún queda un buen trecho por andar hasta que la Declaración sea aplicada a escala mundial.
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Los mismos derechos para todos (Artículo 1)
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.” La Asamblea General de Naciones Unidas aprueba el 10. de diciembre de 1948 la Declaración Universal de Derechos Humanos. La declaración formula una idea clara, pero para que sea realidad en todo el mundo queda aún un largo camino por andar.
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Tener derechos y ejercitarlos (Artículo 2)
Todos los derechos y todas las libertades son valen para todas las personas, “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Sin embargo no es posible reclamar estos derechos de manera internacional.
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Derecho a la vida y a la libertad (Artículos 3,4,5)
“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.” (3) “Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre.” (4) “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.” (5) Amnistía Internacional ha recibido en los cinco últimos años informes sobre la tortura y el maltrato en 141 países.
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Igualdad ante la ley ( Artículo 6 hasta 12)
Todo ser humano tiene derecho a una juicio justo y derecho a igual protección de la ley (6, 8, 10, 12). Tiene derecho a la presunción de inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad (11). “Todos son iguales ante la ley” (7) y “Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado” (9). Según Amnistía Internacional ha habido en 80 países juicios injustos.
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Nadie es ilegal (Artículos 13, 14, 15)
“Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.” Todo individuo tiene el derecho de salir de un país (13). “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país” (14). “Toda persona tiene derecho a una nacionalidad” (15). Hay un mínimo de 10 millones de personas apátridas, dice la ACNUR.
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Protección ante un matrimonio forzado (Artículo 16)
Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante y en caso de disolución del matrimonio. “Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio” (16.2). La familia ha de ser protegida ante el Estado y la socidedad. Según Unicef hay más de 700 millones de mujeres en matrimonios forzados.
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Derecho a la propiedad (Artículo 17)
“Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.” La realidad: muchas personas pierden hoy en día el derecho a la propiedad solo por no tener los papeles en regla. Y solo con el objetivo de ceder el terreno para edificar casas, expandir ciudades, extraer recursos o construir una presa de agua como en Brasil.
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El derecho a la libertad de expresión (Artículos 18, 19, 20)
“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión” (18). “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión” (19). “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas” (20). Hoy en día hay más de 350 millones de periodistas y activistas online en prisión, según calcula la organizacón Reporteros Sin Fronteras.
Imagen: picture-alliance/dpa
El derecho a participación (Artículos 21, 22)
“Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos” (21). ”Toda persona tiene derecho a la seguridad social, y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad" (22). Las mujeres en Arabia Saudí votarán por primera vez en las elecciones municipales del 2015.
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Derecho al trabajo (Artículos 23 y 24)
“Toda persona tiene derecho al trabajo.” “Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.” “Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria” (23). “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre” (24). Según la Organizacón Internacional del Trabajo hay más de 200 millones de personas sin trabajo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Una vida digna (Artículo 25)
“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.” “ La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.” 2.000 millones de personas sufren de desnutrición, más de 800 millones del hambre.
Imagen: picture-alliance/dpa
El derecho a la educación (Artículo 26)
“Toda persona tiene derecho a la educación.” La educación primaria debe ser obligatoria y gratuita para todos. “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos”. Más de 780 millones de personas son analfabetas, según el Informe de Seguimiento de la Educación Para Todos de la UNESCO.
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Derecho al arte y a las ciencias (Artículo 27)
“Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico." "Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales" La reproducción digital ilegal viola este derecho. Muchos autores denuncian la falta de protección de sus derechos en la era del internet.
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Derechos indivisibles (Artículos 28, 29, 30)
“Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades se hagan plenamente efectivos” (28). “Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad” (29). Nadie podrá interpretar la declaración para suprimir los Derechos Humanos. (30). Todos los Estados miembros de las Naciones Unidas han firmado la Declaración de los Derechos Humanos.