El gobierno de Hong Kong retiró finalmente la polémica ley de extradición que generó las masivas protestas de los últimos tres meses. Pero para muchos se trata de una medida pobre y tardía, opina Philipp Bilsky.
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El primero que publicó la noticia fue un medio online hongkonés, que citaba a fuentes bien informadas. Y si bien la confirmación oficial tardó todavía unas horas, las reacciones fueron inmediatas. La bolsa de Hong Kong subió, por ejemplo, en una clara señal de cuánto ha afectado a la economía de la ciudad el caos político. También, una nueva advertencia a la jefa de gobierno, Carrie Lam. Poco a poco más medios se fueron sumando e incluso citaban a personas del entorno de la gobernante: Carrie Lam retiraría formalmente la controvertida ley de extradición.
Desde hace tres meses impera en Hong Kong el estado de emergencia. En la primavera de este año se presentó un primer borrador de la ley. En lo medular, proponía posibilitar la extradición de sospechosos a la China continental, pese a que el sistema judicial chino no es independiente y es controlado por el gobierno. Una idea de ese tipo era incompatible con la premisa de "un país, dos sistemas" bajo la cual Hong Kong fue entregado a China en 1997. En junio salieron a las calles cientos de miles de personas para exigir el retiro de la controvertida propuesta. La policía reaccionó disparando balas de goma y gas lacrimógeno. Después, los manifestantes atacaron el Consejo Legislativo, el Parlamento hongkonés. El gobierno de Carrie Lam, entonces, decidió congelar la ley. Después ella aclaró que la ley estaba muerta y declaró la iniciativa legal como "fracasada", pero oficialmente no la retiró. No se debe ceder tan rápido a la presión de las calles. Pero para los manifestantes no fue suficiente y siguieron protestando.
"Caos imperdonable"
Durante mucho tiempo, numerosos observadores se preguntaron si las protestas irían perdiendo fuerza. Pero no, continuaron, a pesar de que el semestre universitario comenzó hace unos días. En lugar de ir a clases, miles de estudiantes volvieron a salir a las calles. Entonces los acontecimientos dieron un giro. Primero, la agencia de noticias Reuters reportó, citando una conversación grabada en secreto, que Lam había dicho en una reunión con empresarios que ella había provocado un "caos imperdonable" en Hong Kong y que presentaría su renuncia, si pudiera. Un día después, Lam desmintió lo anterior y remarcó que nunca había hablado con Pekín de una posible renuncia. El registro obtenido en secreto y la información entregada por fuentes privilegiadas parecen demostrar lo que muchas ya habían asumido hace tiempo: las decisiones reales que afectan a Hong Kong se toman en Pekín.
Pese a todo, la retirada de la polémica ley tomó por sorpresa a muchos. La pregunta clave sigue siendo si esta movida calmará la situación en la ciudad. Por ahora, no se ve que eso vaya a ocurrir, pues la retirada de la iniciativa legal era solo una de las muchas exigencias de los manifestantes. Para muchos de ellos, ahora es más importante que haya una investigación independiente sobre la violencia con que la policía ha reprimido las protestas. Las voces en la calle lo dicen con claridad: retirar la ley hace tres meses habría ayudado. Pero hoy, el gesto reúne dos condiciones nada positivas: es demasiado poco y demasiado tarde.
(dz/ee)
Huelga general en Hong Kong (05.08.19)
Carreteras cerradas, subterráneos bloqueados y muchos, muchos paraguas: este lunes decenas de miles de personas no fueron a trabajar en Hong Kong, que el 5 de agosto (2019) vivió su primera huelga general en décadas.
Imagen: Reuters/Kim Kyung-Hoon
Los manifestantes bloquean las puertas del metro
Los trabajadores del metro de Hong Kong intentaron romper los bloqueos. Sin embargo, el lunes por la mañana hubo retrasos significativos. Por momentos, cuatro líneas de metro quedaron completamente fuera de servicio. En el inicio de la huelga general, los manifestantes se centraron en la red de transportes de Hong Kong.
Imagen: Reuters/Kim Kyung-Hoon
Escenas caóticas en las calles
La huelga general no solo causó demoras en el tráfico subterráneo. Los autos también quedaron atascados en las calles. El motivo: los manifestantes bloquearon las carreteras con barricadas como aquí en el túnel de Cross Harbor. Muchos viajeros llegaron con retraso o ni siquiera alcanzaron a llegar a sus lugares de trabajo.
Imagen: Reuters/Eloisa Lopez
Más de 200 vuelos cancelados
Los empleados del aeropuerto también participaron en la huelga. El resultado: hasta la tarde se anularon más de 200 vuelos en el aeropuerto de Hong Kong. La jefa de gobierno, Carrie Lam, se dirigió a la población este lunes por la mañana para advertir que las protestas están provocando una "situación extremadamente peligrosa".
Imagen: picture-allaince/AP/Royston Chan
Más de 80 manifestantes detenidos
El lunes por la tarde, comenzaron las manifestaciones de protesta en toda la ciudad contra el liderazgo leal a Pekín. Decenas de miles de manifestantes se reunieron en lugares públicos, en centros comerciales o en Tamar Park (foto). En algunos lugares, la policía continúa usando gases lacrimógenos contra los manifestantes. Unas 82 personas fueron arrestadas.
Imagen: Reuters/E. Lopez
Para más democracia, paraguas
No importa si llueve o hace sol: los paraguas de los manifestantes se han convertido en un símbolo del movimiento de protesta desde el movimiento de los paraguas de 2014. Los paraguas sirven protegerse de los gases lacrimógenos y el gas pimienta. Además, los manifestantes no quieren ser reconocidos inmediatamente en los videos de la policía.
Imagen: AFP/I. Lawrence
La crisis política más grave desde hace 22 años
Durante casi dos meses ha habido manifestaciones con cientos de miles de participantes en esta metrópoli financiera. Según la policía de Hong Kong, 420 personas fueron detenidas desde el pasado 9 de junio. Los policías lanzaron alrededor de 1.000 cargas de gas lacrimógeno. Los observadores ven las protestas como la peor crisis política de Hong Kong desde su retorno a China, hace 22 años.
Imagen: AFP/I. Lawrence
Reclaman reformas democráticas
Cascos contra porras, paraguas contra gases lacrimógenos: los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes se agudizan. Las protestas estallaron por los planes del gobierno de aprobar una norma que permitiría que los acusados fueran extraditados a China. Entretanto, los manifestantes también piden la renuncia de la jefa del gobierno local, Carrie Lam, y reformas democráticas.
Imagen: Reuters/Tyrone Siu
Más violencia en ambos lados
El pasado fin de semana, los manifestantes atacaron a un hombre que, según se dice, habría tomado fotos para la policía. El hombre tuvo que ser tratado por los paramédicos. El gobierno central de Pekín condenó reiteradamente los disturbios y solicitó al gobierno local y a la policía que restablezcan el orden.
Imagen: Imago Images/Zuma/E. Navas
Amor en señal de protesta
La protesta es pacífica: Henry Tong está vestido con un casco amarillo y un chaleco de seguridad, la ropa típica de los manifestantes de Hong Kong, en la celebración de su boda. Apropiadamente, la esposa del recién casado, Elaine To, sostiene un cartel con el rótulo: "Hagámoslo juntos".
Imagen: Reuters/K. Kyung-Hoon
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