No ha amainado la ola de indignación a nivel internacional por los informes de presunta tortura por parte de las fuerzas de la coalición en Irak. Nuevas noticias, presentadas por el canal de televisión alemán Spiegel TV, podrían causar un giro dramático en el escándalo de torturas. Hasta el momento las acusaciones se limitaban a maltratos violentos y a métodos de interrogación humillantes, de confirmarse el informe de la cadena alemana, se debería investigar un caso de homicidio o incluso de asesinato.

El citado canal dice contar con evidencia de que Asad Abdul Kareem Abdul Jaleel, iraquí de 47 años, fue torturado hasta la muerte por fuerzas militares estadounidenses. Abdul Kareem murió el 9 de enero pasado en la base militar estadounidense de Al Asad al este de la localidad de Khan Al Baghdadi, según consta en el acta de defunción expedido por un médico militar estadounidense. El diagnóstico del patólogo indica que Abdul Kareem "murió mientras dormía" (died in sleep). El cadáver fue entregado a la Cruz Roja Internacional.

Abdul Kareem fue detenido por las fuerzas estadounidenses bajo sospecha de pertenecer a la resistencia iraquí. Según testimonio de un compañero de celda, Abdul Kareem fue torturado sádicamente durante 5 días.

¿Muerte natural?

Existen, según el reporte de Spiegel TV, grandes dudas sobre la versión estadounidense de una muerte natural. Según un médico forense iraquí que examinó el cadáver de Abdul Kareem, este presentaba claras marcas de tortura. El cuerpo está cubierto de grandes hematomas, presuntamente huellas de golpes, según Spiegel TV. En las muñecas y tobillos se observan hematomas probablemente de días de encadenamiento, según la misma fuente. En la espalda se registran marcas de golpes y también se atestigua heridas con objetos punzocortantes en la región del pecho, todas heridas que no pueden calificarse de "naturales".

Prácticas sospechosas

Existen varios sumarios por muertes "dudosas" en Irak y también en Afganistán, pero el ejército estadounidense sostiene que en ninguna de las investigaciones se ha podido comprobar la culpa de los soldados. Según el Instituto Forense de Bagdad, citado en el informe de Spiegel TV, semanalmente llegan al instituto por lo menos 5 cuerpos con acta de defunción expedida por el Ejército estadounidenses.

Es práctica común de los responsables militares estadounidenses declarar los cadáveres provenientes de la cárcel de Abu Ghureib como víctimas de ataques con granada en contra la prisión. Tan sólo la semana pasada, se hizo esta declaración en el caso de 26 prisioneros muertos, aun cuando la mayor parte de los cadáveres no registraban heridas típicas de ataques con granada, según Spiegel TV.