El líder opositor ruso Alexei Navalny, grave tras haber sido supuestamente envenendo, podría ser trasladado a Alemania. La canciller Merkel le ofreció tratamiento, y el hospital Charité de Berlín sería la mejor opción.
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"Charité” significa caridad o misericordia en francés. Y este es exactamente el origen del hoy mundialmente conocido hospital de Berlín. Fundado en 1710 como un hogar para las personas que sufrían los embates de la peste, el Charité se volvió muy importante cuando la Universidad de Berlín abrió sus puertas, en 1810. Desde entonces, la investigación, el funcionamiento del hospital y la enseñanza han ido de la mano.
Más de la mitad de los premios Nobel alemanes de Medicina o Fisiología trabajaron en ese hospital, que hoy en día cuenta con más de 3.000 camas, en varios lugares de la capital alemana. 290 profesores y más de 8.000 estudiantes están involucrados en la investigación, la enseñanza y el estudio en el Charité. En la actualidad, un total de 13.000 empleados se ocupan del bienestar de casi 800.000 pacientes ambulatorios o internados cada año. Médicos mundialmente famosos y de gran prestigio como Robert Koch, Rudolf Virchow o Ferdinand Sauerbruch trabajaron aquí.
Material para una serie de televisión
La emocionante y agitada historia de uno de los hospitales más grandes de Europa fue también el tema de una serie de televisión de varios capítulos en la emisora pública alemana ARD en 2017, que atrajo mucha audiencia. Sin embargo, la historia del Charité no siempre fue glamorosa: muchos médicos también estuvieron involucrados en los crímenes de los nacionalsocialistas durante la era nazi, las autopsias de los suicidios judíos y los combatientes de la resistencia se realizaron en la Charité. Y también el exlíder de la República Democrática Alemana (RDA), Erich Honecker, fue examinado en la Charité en los años 90, antes de que se le permitiera exiliarse en Chile.
Pacientes anónimos de Rusia y Arabia Saudita
Hoy en día, celebridades de todo el mundo buscan el consejo de los médicos de Berlín o se atienden aquí. Es un secreto a voces que muchos enfermos graves y pacientes conocidos de, por ejemplo, Rusia o Arabia Saudita, reciben atención médica en Berlín, por supuesto de forma estrictamente anónima. Por el contrario, pacientes políticos de renombre de Alemania aparecen en los titulares, como la canciller alemana Angela Merkel, que se sometió a una operación de cadera en el Charité, o el actual presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, que acudió al hospital hace unos años para donar un riñón a su esposa.
Ayuda a opositores de Europa del Este
El hospital capitalino también se ha hecho famoso por ser un lugar en el que se llevan a cabo tratamientos difíciles en pacientes altamente infectados, como los que sufren de ébola. En toda Alemania hay 30 camas para pacientes que sufren de infecciones peligrosas, y 20 de ellas están en el Charité de Berlín.
El hospital recibe una gran atención internacional cuando ofrece apoyo a famosos políticos extranjeros, que, a menudo, se ven amenazados en sus países de origen. Por ejemplo, cuando la política de oposición y candidata presidencial ucraniana Julia Timoshenko fue tratada en Berlín, en marzo de 2014. Tras sufrir lesiones durante más de dos años de encarcelamiento en varias prisiones de Ucrania, sólo podía sentarse en una silla de ruedas. Ella se había negado a ser tratada por médicos ucranianos, por miedo a un ataque.
Aconsejan tratamiento en Berlín a Navalny
En 2018, el médico jefe del Charité, Kai-Uwe Eckardt, había tratado a un activista de la banda rusa de punk rock Pussy Riot, que es crítica con el Kremlin. El activista Piotr Verzilov había sido trasladado de Moscú a Berlín después de presentar síntomas de envenenamiento, para que pudiera ser atendido por Eckardt y su equipo. En ese momento, se dijo que un veneno había causado trastornos de transmisión nerviosa. Verzilov dijo a DW que el actual caso Navalny le recordaba al suyo y que, por lo tanto, era importante que este fuera tratado en Berlín. El líder opositor ruso Alexei Navalny fue ingresado en un hospital siberiano el jueves (20.08.2020), tras un supuesto envenenamiento.
La posible llegada de Navalny
Un avión especial que iba a llevar a Navalny de Omsk al Charité despegó de Alemania este viernes (21.08.2020) por la mañana temprano. Ya el jueves, la canciller Merkel se había ofrecido a tratar al opositor ruso en Alemania. Sin embargo, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, se limitó a decir: "La situación actual es que hemos sido informados de que el Sr. Navalny no es apto para el transporte por razones médicas". De todos modos, los expertos de Berlín están a la espera. Por el momento, sin embargo, el Charité no quiere comentar el caso de Navalny, según contestó la oficina de prensa a una solicitud de DW.
(cp)
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Alexei Navalny, el rostro de la oposición rusa
Alexei Navalny estuvo hospitalizado con síntomas de envenenamiento y es una de las principales figuras de la oposición rusa. Ha encabezado masivas protestas contra el gobierno de Putin y ha sido detenido varias veces.
Imagen: Imago Images/Itar-Tass/S. Fadeichev
La voz que denuncia
El abogado Alexei Navalny se cuenta entre las principales figuras de la oposición al presidente ruso, Vladimir Putin. Navalny adquirió relevancia pública en 2008, al denunciar en su blog malas prácticas en la esfera política rusa y en algunas de las principales empresas estatales. Sus revelaciones condujeron incluso a renuncias de funcionarios, algo inusual en Rusia.
Imagen: picture-alliance/dpa/TASS/V. Sharifulin
Controvertidas elecciones parlamentarias
En 2011, Navalny fue detenido por primera vez. Pasó 15 días en prisión, por haber liderado una manifestación frente a la Duma en Moscú, en protesta contra las irregularidades denunciadas en los comicios parlamentarios del 4 de diciembre. A su salida de la cárcel, se mostró decidido a continuar con las protestas.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Stenin
Segunda detención
En 2012, Putin ordenó una investigación policial sobre el pasado de Navalny. Al año siguiente, fue juzgado por malversación de fondos en la ciudad de Kirov y condenado a cinco años de cárcel. Sin embargo, fue liberado al día siguiente, a la espera del resultado de una apelación a un tribunal superior. Posteriormente la sentencia fue suspendida.
Imagen: Reuters
Crece la plataforma de oposición
Pese a verse envuelto en problemas judiciales, Navalny pudo presentar su candidatura a la alcaldía de Moscú en 2013. Obtuvo el segundo lugar en las elecciones, tras Serguei Sobianin, un aliado de Putin. El resultado fue interpretado como un gran éxito por la oposición, que se sintió fortalecida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Navalny se abre paso en las redes sociales
Su retórica contraria al Kremlin le cerró el acceso a la televisión estatal rusa. Eso llevó a Navalny a difundir su mensaje político a través de las redes sociales y de su blog. Con su talento oratorio, su lenguaje agudo y su humor irónico, logró movilizar a una legión de seguidores jóvenes.
Imagen: Alexei Navalny/Youtube
Ambiciones presidenciales
En diciembre de 2016, el líder opositor anunció el inicio formal de su campaña para postularse como candidato a la presidencia rusa en las elecciones de 2018. Sin embargo, repetidas acusaciones de corrupción que sus opositores atribuyen a motivaciones políticas, bloquearon su carrera electoral.
Imagen: Getty Images/AFP/K. Kudryavtsev
Sentencia por corrupción
En 2016, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que Rusia había violado el derecho de Navalny a un juicio imparcial en el caso Kirov. Si bien la Corte Suprema Rusa suspendió la sentencia de cinco años de cárcel, el caso retornó a la corte de Kirov. En 2017, esta volvió a condenarlo a cinco años de prisión en suspenso.
Imagen: picture-alliance/Sputnik/A. Kudenko
Multitudinaria protesta en Moscú
En febrero de 2017 se llevaron a cabo manifestaciones contra la corrupción en decenas de ciudades rusas. Más de 1.000 manifestantes fueron detenidos, entre ello, Navalny. En Moscú, se estima que tuvo lugar la mayor protesta registrada desde 2012. Navalny fue liberado 15 días después.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Evgeny Feldman for Alexey Navalny's campaign
Agresión física
Navalny fue objeto de una agresión con una sustancia química y tuvo que ser hospitalizado en abril de 2017. Su córnea derecha sufrió un daño permanente. Navalny acusó a las autoridades rusas de impedirle buscar tratamiento médico en el exterior, debido a la sentencia en suspenso en su contra. Luego se le permitió viajar a España para someterse a una cirugía.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. Feldman
Reiterados arrestos
En 2018, Navalny fue arrestado por 30 días. Tras haber sido puesto en libertad en septiembre, fue detenido nuevamente por 20 días. En abril de 2019, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó que Rusia había violado los derechos de Navalny al mantenerlo bajo arresto domiciliario en 2014, durante el proceso por malversación de fondos en Kirov.
Imagen: Reuters/M. Shemetov
Denuncia de envenenamiento
En julio de 2019, pocas semanas después de haber sido liberado de una cárcel donde pasó diez días, Navalny fue encarcelado nuevamente por 30 días, por violar las estrictas leyes rusas relativas a las manifestaciones. El líder opositor acusó a las autoridades de haberle suministrado mientras estaba en prisión una sustancia tóxica. Sus síntomas recibieron el diagnóstico oficial de "alergia".
Imagen: picture-alliance/AP Photo/navalny.com
Allanamiento y cuentas congeladas
A través de YouTube y otras redes sociales, Navalny había conseguido millones de seguidores a fines de 2019. La policía allanó la central de su Fundación contra la Corrupción (foto) y lo detuvo. Su equipo señaló que los uniformados querían confiscar sus equipos técnicos. Pocos meses después, en marzo, Navalny reportó que sus cuentas bancarias y las de miembros de su familia habían sido congeladas.
Imagen: Reuters/FBK Handout
En estado de coma
El 20 de agosto de 2020, el portavoz de Navalny informó que, tras haber tomado un té en el aeropuerto, el líder opositor se sintió abruptamente mal durante el vuelo. Su estado se deterioró tanto que el avión tuvo que aterrizar de emergencia. Navalny fue llevado a un hospital (foto), donde fue internado en estado de coma, y conectado a un respirador. Sus cercanos sospechan que fue envenenado.