El autor de "Cien años de soledad", que vive desde hace más de cinco décadas en Ciudad de México, se encuentra internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas Salvador Zubirán. Según informaciones el escritor padece una bronquitis o una neumonía. De manera oficial no se ha dado a conocer su cuadro médico.

García Márquez, que nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca y cumplió hace menos de un mes 87 años, salió en esa oportunidad unos minutos de su casa para saludar a los fotógrafos y periodistas que lo esperaban, pero no pronunció ninguna palabra.

Fue la ocasión más reciente en que se le vio en público. Sonriente y con una flor amarilla en la solapa. El novelista, cuentista, periodista y guionista de cine, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982, hombre de izquierda y amigo de Fidel Castro, es uno de los mayores exponentes del "boom" de la literatura latinoamericana y el padre del "realismo mágico".

Trino presidencial desde Panamá

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, deseó una "pronta recuperación" a García Márquez a través de su cuenta de Twitter desde Panamá, donde se encuentra de visita oficial.

García Márquez llegó a México en 1961 desde Estados Unidos y adoptó a ese país como su hogar, aunque alternando con ciudades como Barcelona, La Habana, Bogotá y París. En México, que consideraba su otra patria, escribió muchos de sus libros, entre ellos "Cien años de soledad". Ahí recibió también la noticia del Nobel y cultivó la amistad de escritores como Carlos Fuentes y Álvaro Mutis, ambos ya fallecidos.

Entre sus obras figuran "La hojarasca" (1955), "El coronel no tiene quien le escriba" (1958), "Los funerales de la Mamá Grande" (1962), "Relato de un náufrago" (1970), "Crónica de una muerte anunciada" (1981) y "El general en su laberinto" (1989), así como "Vivir para contarla" (2002), un libro de memorias.

"No sé a qué horas sucedió todo", dijo en 2007 en la celebración de sus 80 años, los 40 de "Cien años de soledad" y 25 del Nobel. "Sólo sé que desde que tenía 17 años y hasta la mañana de hoy, no he hecho cosa distinta que levantarme temprano todos los días, sentarme frente a un teclado, para llenar una página en blanco o una pantalla vacía del computador, con la única misión de escribir una historia aún no contada por nadie, que le haga más feliz la vida a un lector inexistente".

JOV (dpa, Reuters)