Según HRW, las restricciones planteadas atentan contra la libertad de expresión y "pueden convertir a los sancionados en víctimas y conseguir que sus ideas generen aún más atención".
Publicidad
La organización Human Rights Watch (HRW) pidió este lunes (28.09.2020) al Parlamento de Chile que rechace un proyecto de ley que busca castigar el negacionismo de los abusos cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Aprobada en el Congreso el pasado 22 de septiembre -y a la espera de ser debatida aún en el Senado- la iniciativa penalizaría con hasta tres años de presidio a quien "justifique", "apruebe" o "niegue" las violaciones a los derechos humanos que informes oficiales documentaron al término del régimen de Pinochet.
A juicio del director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, "las expresiones ofensivas, por hirientes que resulten, deben ser contrarrestadas con argumentos, no con sanciones penales”, ya que "el proyecto de ley contra el negacionismo contraviene estándares internacionales de derechos humanos actualmente en vigencia y probablemente no contribuirá a que cesen las expresiones ofensivas en el país".
Según HRW, las restricciones establecidas en el proyecto de ley atentan contra la libertad de expresión y "pueden convertir a los sancionados en víctimas y conseguir que sus ideas generen aún más atención".
"Chile tiene un interés legítimo en garantizar que la sociedad conozca de forma certera los aberrantes abusos cometidos durante la dictadura y en asegurar que se respete a las víctimas. Sin embargo, la criminalización de expresiones ofensivas no es una forma aceptable de lograr esos objetivos", añadió en un comunicado la organización.
El proyecto de ley fue presentado en 2017, en el segundo mandato de Michelle Bachelet (2014-2018) y en el marco de la conmemoración de los 44 años del golpe de Estado que en 1973 protagonizó Pinochet contra el presidente socialista Salvador Allende.
Durante la dictadura de Pinochet, unas 3.200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de las que 1.192 figuran aún como detenidas desaparecidas, mientras otras 40.000 fueron encarceladas y torturadas por causas políticas.
ama (efe, emol, El Mercurio)
La lucha de los chilenos por recuperar la democracia
El 11 de marzo de 1990 Chile recuperó la democracia. Para que eso fuera posible, hubo largos años de lucha durante la dictadura de Augusto Pinochet, lucha que quedó plasmada en afiches políticos.
"No a la guerra civil"
Este afiche de mayo de 1973 formó parte de la campaña lanzada por el Partido Comunista para evitar un enfrentamiento que desangraría al país. El 10 de septiembre de 1973, en los críticos instantes previos al golpe que derrocó a Salvador Allende, el secretario general del Partido Socialista, Carlos Altamirano, declaró que "el golpe no se combate con diálogos, se aplasta con la fuerza del pueblo".
El movimiento de pobladores
El movimiento de pobladores era uno de los pilares del gobierno de Salvador Allende. Por ende, después del golpe de 1973, una gran parte de la represión militar se concentró en las zonas de menores ingresos, tanto de manera selectiva, con la muerte y desaparición de sus principales dirigentes, como de manera colectiva, con invasiones policiales, detenciones masivas, secuestros y destrucción.
Represión por parte del Estado
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Chile vivió una represión brutal, que no se detuvo con la entrada en vigor de la Constitución de 1980 (el 11 de marzo de 1981). La nueva Carta Magna buscaba institucionalizar el régimen. De acuerdo a informes oficiales, la cifra de víctimas asciende a 31.686 personas, de las cuales 28.459 fueron víctimas de tortura.
Asociación de Fotógrafos Independientes
En pleno régimen militar surgió la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI), cuyo objetivo fue difundir el trabajo de los reporteros gráficos. La producción fotográfica de la AFI se convirtió en un testimonio de la lucha contra la dictadura, pero también para dejar registro de la represión militar y policial de aquella época. Algunos de sus miembros fueron asesinados por su trabajo.
"Vivos los llevaron, vivos los queremos"
El Estado Chileno reconoció que 3.227 personas fueron ejecutadas o desaparecidas durante la dictadura. Varias organizaciones civiles lucharon durante años reclamando la aparición de sus familiares. El slogan "Vivos se los llevaron, vivos los queremos" ha generado un gran impacto. Fue usado también en Argentina y, más recientemente, en las protestas tras la desaparición de los 43 de Ayotzinapa.
El 8 de Marzo en Valparaíso
Durante la dictadura, las marchas por el Día Internacional de la Mujer servían también para manifestarse en contra del régimen encabezado por Augusto Pinochet. Este afiche de 1984 convoca a reunirse en el Fortín Prat, Valparaíso, para luchar por los derechos de las mujeres y también exigir el retorno a la democracia.
Contra la pena de muerte en Chile
El Comité de Familiares de Víctimas de la Represión lanzó una campaña contra la pena de muerte en Chile. Este afiche data de 1984. La última vez que se aplicó este castigo en el país sudamericano fue en enero de 1985. La pena de muerte fue derogada durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos, en 2001.
El paro de 1986
El paro nacional prolongado de 1986 fue la mayor y última jornada de protesta desde que comenzaron las movilizaciones masivas contra la dictadura, en 1983. Las llamadas "jornadas de protesta" eran manifestaciones callejeras en las avenidas céntricas, que comúnmente iban acompañadas por huelgas y paros en las empresas y escuelas durante el día, y barricadas por la noche.
¡Mi papá es comunista!
Este afiche de 1988 forma parte de una campaña para normalizar la imagen de los militantes del Partido Comunista, demonizado y prohibido constitucionalmente durante la dictadura. La dirigencia del partido fue perseguida por los organismos de seguridad, lo que obligó a los comunistas a sumergirse en la clandestinidad o salir del país.
Un afiche de la histórica campaña del "No"
En febrero de 1988 se fundó la Concertación de Partidos por el No. El objetivo era organizar la campaña por el "No" para el plebiscito del 5 de octubre de 1988, donde se decidiría si Augusto Pinochet seguía o no en el poder hasta 1998. Finalmente, el "No" ganó por amplia mayoría, abriendo así el espacio político a la transición a la democracia, después de 17 años de dictadura cívico-militar.
La lucha por la democracia no tiene fin
Tras el retorno de la democracia, muchos chilenos siguieron luchando por verdad y justicia para los desaparecidos y torturados durante la dictadura. La salida de Pinochet del poder no garantizaba juicio y castigo para los responsables de las violaciones a los DD.HH., por lo que numerosas organizaciones continuaron trabajando para lograr ese objetivo.