Ciudadanos y artistas proclaman una “República Europea”
Udo Bauer
6 de noviembre de 2018
El 10 de noviembre, intelectuales y artistas quieren proclamar la República Europea. Los creadores del "Proyecto Balcón Europeo" piden el fin de los Estados nacionales y una reforma democrática fundamental de la UE.
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Ulrike Guérot, profesora de Política Europea en la Universidad de Krems y fundadora de la organización "Laboratorio de la Democracia Europea”, es una de las referentes del “Proyecto Balcón Europeo", que impulsa a los ciudadanos de todo el continente a que se reúnan el 10 de noviembre a las 4 p.m -un día antes de que se cumplan 100 años del final de la Primera Guerra Mundial-, para provocar un amplio debate sobre la democracia europea y lo que significa ser ciudadanos europeos. La elección de la fecha no es casual, ya que la Primera Guerra Mundial fue la que destruyó la civilización europea durante décadas. La intención es que desde balcones, teatros y espacios públicos, artistas y ciudadanos proclamen la “República Europea”.
La elección del nombre del “Proyecto Balcón Europeo" (The European Balcony Project), es en reconocimiento a la República de Weimar, que nació el 9 de noviembre de 1918, cuando el socialdemócrata, y más tarde primer ministro, Philipp Scheidemann, proclamó desde el balcón del Parlamento alemán su creación, dando así por finalizada la monarquía que quedó sepultada en los escombros de la Primera Guerra Mundial.
En su manifiesto, declaran que el proyecto de integración europea ha sido traicionado y que el mayor desafío es poder integrar a personas y no a Estados. Ulrike Guérot centra sus críticas en que en la actual Unión Europea (UE) no existen verdaderos mecanismos por los cuales los ciudadanos puedan controlar a los verdaderos gobernantes, y a los jefes de Estado de los países miembros. La falta de transparencia, controles y participación son falencias que han sido criticadas durante muchas décadas por distintos intelectuales, y esta situación no ha cambiado, afirma la politóloga.
El “Proyecto Balcón Europeo" se propone remediar esa situación. Para lograr su objetivo lleva adelante distintas campañas de arte político que exigen cambios radicales dentro de la UE. Una de sus demandas es que sean abolidos los viejos Estados nacionales, o por los menos sus leyes, "de lo contrario, nunca llegaremos a una Europa integrada”, sostiene Ulrike Guérot. Tambien reclaman cambios en el Parlamento Europeo. Por ejemplo, este tendría que tener la posibilidad de hacer sus propias propuestas legislativas, y los ciudadanos deberían poder votar al presidente de la Comisión Europea (CE) en forma directa.
La UE, culpable del auge del populismo y el Brexit?
Ulrike Guérot enfatiza que este Proyecto no tiene la intención de juzgar a países críticos con las instituciones de la UE, como pueden ser Italia, Polonia, o Gran Bretaña. Tampoco considera que sea “el populismo el que lastima a la UE, sino que es la UE la que fomenta su auge". Es necesario comprender y no juzgar los movimientos de retirada, como el Brexit, de la UE, añade.
En su opinión, ni los políticos de cada país, ni muchos menos sus ciudadanos, tienen algún tipo de control sobre la UE. Sin embargo, según una encuesta de opinión de "Eurobarómetro", de mayo de 2018, los ciudadanos europeos no estarían del todo de acuerdo con esta apreciación: un 48 por ciento considera que su opinión es tenida en cuenta en la UE, contra un 46 por ciento que piensa lo contrario. La encuesta muestra también un creciente interés y apreciación por la UE.
La hora de los ciudadanos europeos
Esta iniciativa no es solo apoyada por destacados intelectuales, sino que cuenta con el apoyo de renombrados artistas de distintas disciplinas, que aportan sus ideas y acciones. Todos poseen un objetivo en común: reforzar la nacionalidad europea, frente al avance del populismo y el nacionalismo.
Como en su momento Philipp Scheidemann proclamó el nacimiento a la República de Weimar, ahora es el turno de los ciudadanos de dar comienzo a un renacimiento del sueño de la integración europea.
Para lograr este objetivo, proponen convocar y realizar festejos o distintas actividades sociales y artisticas donde se pueda leer en voz alta el manifiesto del “Proyecto Balcón Europeo".
(SP/CP)
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El arte y la Primera Guerra Mundial
Un siglo después del final de la Primera Guerra Mundial, la Tate Britain de Londres muestra cómo los artistas manejaron los horrores físicos y psicológicos de una guerra despiadada.
Imagen: IWM (Art.IWM ART 518)
Ypres después del primer bombardeo: Christopher R. W. Nevinson, 1916
El paisajista británico muestra una vista aérea de la ciudad belga de Ypres tras el primer ataque en 1915 al estilo abstracto de los cubistas y futuristas. Nevinson era admirador del futurismo italiano y al comienzo creía que la guerra era sinónimo de progreso en la era de las máquinas. Después de servir como pintor de guerra oficial en Francia, se convirtió en un convencido opositor de la guerra.
Imagen: Museums Sheffield
El taladro de roca: Jacob Epstein, 1913-1914
Este "robot amenazante" era originalmente un símbolo futurista de progreso. Sin embargo, Epstein decidió rehacer su escultura después de que las pérdidas de la guerra se hicieron evidentes.Cortó la figura por la cintura, de modo que el hombre moderno de repente parece castrado e impotente por una guerra que ha comenzado.
Imagen: The Estate of Jacob Epstein
Alambre: Paul Nash, 1918-1919
Después de servir en el Frente Occidental en Francia, el surrealista británico documentó en su obra la vida y la muerte en las trincheras. En 1917 escribe a su esposa: "Imagina un paisaje plano donde los pocos árboles están desgarrados, desnudos, cernidos y marcados. el suelo tiene zanjas de un kilómetro de profundidad llenos de agujeros".
¡Levántate, estás muerto!: Georges Rouault, 1922-1927
El artista francés creó esta obra como parte de una serie de grabados expresionistas sobre la guerra. Utiliza el esqueleto, que en la mitología medieval representa la muerte, para reflejar la insensatez del combate frontal. Rouault, un católico que a menudo trabajaba con motivos religiosos - también puede haber comentado sobre la inmoralidad de la guerra.
Imagen: ADAGCP, Paris and DACS, London 2018
Caminos de Gloria: Christopher R. W. Nevinson, 1917
Esta pintura al óleo muestra la visión de Nevinson sobre la bajeza de la guerra de trincheras: sus soldados anónimos muertos yacen boca abajo en el barro con alambre de púas. Se negó a retratar la gloria de la guerra y su obra fue amenazada con ser censurada. Antes de ello: expuso la pintura en Londres y adjuntó una hoja de papel sobre el soldado, que decía: "Censurado".
Imagen: IWM (Art.IWM ART 518)
Dada Review: Hannah Hoech, 1919
Höch fue una pionera del fotomontaje, que se convirtió en sinónimo de Dada. Allí se burló de las élites porque se habían lanzado de cabeza a la guerra. El caleidoscopio de imágenes y titulares muestra el "gigantesco delirio del mundo" encarnada por el presidente Friedrich Ebert en traje de baño, mientras que el presidente estadounidense Woodrow Wilson se cierne sobre él como el ángel de la paz.
Imagen: DACS, 2018
El pequeño campo burgués fuera de control: George Grosz y John Heartfield, 1920
Título original complicado "The Petit-Bourgeois Philistine Heartfield Gone Wild (Escultura electromecánica Tatlin)" - mensaje claro: los alemanes George Grosz y John Heartfield a menudo representaban cuerpos mutilados, como muchos veteranos regresaron. El montaje Dada también parodia la arrogancia de la tecnología y el militarismo, con una bombilla como cabeza, símbolo de la lluvia de ideas.
Imagen: Estate of George Grosz, Princeton, N.J. 2018.
Cráneo: Otto Dix, 1924
Este grabado pertenece al ciclo bélico de Otto Dix de la década de 1920, que representa los famosos "Horrores de guerra" de Francisco Goya, creados un siglo antes. Dix luchó en el frente y, al igual que Goya, invocó el horror de la guerra a través de un cráneo podrido lleno de alimañas y gusanos. Su idea era desterrar la experiencia de la guerra.
Imagen: Estate of Otto Dix 2018
Para el soldado británico desconocido: William Orpen, 1921-1928
Esta controvertida obra del pintor de guerra irlandés muestra el ataúd de un soldado en un mausoleo, cubierto con la bandera británica y un casco. En 1927, después de fuertes críticas, el artista cambió la pintura, que mostraba a dos soldados semidesnudos al lado. Orpen fue pintor oficial durante la Conferencia de Paz de París en 1919. La exposición estará abierta hasta el 23 de septiembre.