Grecia vive desde el viernes varias jornadas de huelga convocadas antes de que el próximo miércoles se vote en el Parlamento el nuevo plan de ahorro de 13.500 millones de euros.

El viernes, los empleados de metro ya llevaron a cabo una huelga de 24 horas y el fin de semana harán huelga los empleados de basuras. El lunes les tocará el turno a los periodistas, mientras que los funcionarios ocuparán simbólicamente los ayuntamientos y otros edificios públicos.

También habrá paros en los hospitales estatales, donde entre el lunes y el miércoles sólo habrá servicio de urgencias. El miércoles cerrarán también las farmacias y los abogados no trabajarán en toda la semana. Lunes y martes tampoco circulará el metro, el tranvía ni los taxis, y el martes los controladores aéreos harán un paro entre las 10:00 y las 13:00 horas.

El punto álgido de las protestas se vivirá el martes y el miércoles, días para los que los principales sindicatos del país han convocado una huelga general. También cerrarán sus puertas esos días los bancos, los barcos permanecerán en puerto y no funcionarán los servicios postales. Hay convocadas grandes manifestaciones para ambos días en Atenas.

El plan de ahorro que prevé aprobar el gobierno supondrá nuevos y dolorosos recortes para la población griega. De no dar vía libre a las reformas, Grecia no recibirá el nuevo tramo de ayudas internacionales comprometidas por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.

Fuente: DPA

Editor: Enrique López