El cese de la actividad obligó a varios puestos de aduanas en el norte de Grecia a cerrar, dificultando las importaciones y exportaciones. Muchas gasolineras en Atenas comunicaron que se les había agotado todo el combustible, mientras que otras, que continuaban operativas, estaban racionando la cantidad de carburante asignada a cada conductor. Está previsto que las protestas masivas continúen. Para el 24 de febrero los sindicatos pretenden congelar la actividad normal. En los próximos días podría empeorar el estrangulamiento de los suministros. "Dentro de un par de días no quedará carburante y todo estará paralizado", dijo un portavoz del sindicato griego de personal de gasolineras.

El colectivo de taxistas también cesó hoy su actividad en una huelga de 24 horas, en reacción al aumento de las cargas impositivas al combustible, decretado por el gobierno. "No podemos ni exportar ni importar y encima tenemos que pagar tasas", protestaron representantes comerciales en televisión. La economía del país se encuentra "al borde de un abismo", señalaron. Los sindicatos responden con las huelgas al paquete de austeridad del gobierno socialista en Grecia que incluye numerosos recortes de sueldos y subidas de impuestos. dpa

Editor: José Ospina Valencia