La huelga de trabajadores del metro de Madrid sembró hoy el caos en la capital española: dos millones de personas no pudieron tomar el suburbano para desplazarse al trabajo o a otros quehaceres de su vida diaria, al no circular ningún convoy tras decidir los empleados no cumplir los servicios mínimos.

El autobús, el tren de cercanías y el taxi se convirtieron en alternativas forzadas para el desplazamiento bajo el sol veraniego en una ciudad de algo más de 3,2 millones de habitantes.

Los autobuses circulaban esta mañana abarrotados de gente que había tenido que hacer largas filas para tomarlos. Y el tráfico en las calles madrileñas era muy intenso, al haber optado muchos ciudadanos por tomar su propio vehículo para ir al trabajo.

"El seguimiento ha sido total, no está saliendo ningún tren", indicaron Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), los dos grandes sindicatos de España.

Muchos madrileños desconocían la intención de los sindicatos de no cumplir hoy con los servicios mínimos y cuando llegaron a las estaciones del metro se encontraron cerrado el suburbano. Los piquetes comenzaron a primera hora de la mañana a impedir la salida de algunos conductores de metro que habían acudido al trabajo.

dpa