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Los costos de la nueva huelga ferroviaria en Alemania

23 de enero de 2024

Primero fueron tres días a principios de enero, y ahora son seis. Empresas, compañías logísticas y consumidores se verán esta vez aún más afectados. Pero, ¿a cuánto ascienden los costos?

Un tren que transporta carbón detenido en una estación mientras un trabajador pasa a su lado.
Serán seis días de paro, lo que representa la huelga más larga de la historia del ferrocarril en el país europeo. Imagen: Peter Endig/dpa/picture alliance

Tras la paralización de ferrocarriles durante tres días a principios de enero, el conflicto salarial entre Deutsche Bahn (DB) y el sindicato alemán de maquinistas GDL entra en una nueva fase con la decisión el pasado lunes (22.01.2024) de volver a la huelga.

Esta vez, el transporte de pasajeros se verá afectado desde el miércoles por la mañana (24 de enero a partir de las 02:00 CET) hasta el lunes, 29 de enero, por la noche. Serán seis días de paro, lo que representa la huelga más larga de la historia del ferrocarril en Alemania. Para el transporte de mercancías, la huelga comenzará este martes (23.01.2024) por la tarde, y terminará también el lunes, a las 18:00 horas, completando así 144 horas sin servicio.

El paro no sólo afectará a la propia Deutsche Bahn, sino también a otras tantas empresas alemanas que transportan sus materias primas o mercancías por ferrocarril, además de traer consensecuencias para el transporte hacia el resto de Europa.

Costos difíciles de cuantificar

Es difícil calcular los costos de una huelga de este tipo, ya que si no hay pérdidas de producción, los costos no se reflejarían en ninguna estadística, afirma Thomas Puls, del Instituto Económico Alemán (IW). Sin embargo, si la producción tiene que restringirse o se paraliza por completo, podrían producirse pérdidas de hasta 100 millones de euros al día, según Michael Grömling, responsable de investigación económica de la IW.

Con la duración de la huelga de seis días que se ha anunciado ahora, los costos ya no aumentarían linealmente, sino que se multiplicarían en algunos casos. "Nos enfrentamos rápidamente a daños por valor de mil millones de euros", afirma Grömling.

Las empresas de la industria automotriz han tratado de reorganizar las cadenas de suministro y logística. Imagen: Jochen Tack/picture alliance

Problemas para la industria química y automovilística

Para algunas mercancías peligrosas que se transportan para la industria química, el transporte ferroviario es incluso obligatorio debido al menor riesgo de accidentes en los trenes.

En este sentido, la huelga supone un gran reto para la industria química, según la Asociación Alemana de la Industria Química (VCI). "Las empresas han desarrollado inmediatamente soluciones flexibles con sus clientes y proveedores de servicios logísticos", afirma. "Sin embargo, éstas sólo pueden compensar parcialmente las restricciones y retrasos de la logística ferroviaria", sostienen.

Por otro lado, según la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA), la huelga ejerce una presión sobre la logística del transporte en Alemania y Europa y, por tanto, también sobre las empresas de la industria automovilística alemana. Con todo, estas empresas han reorganizado las cadenas de suministro y logística, aunque insisten que "un cambio a corto plazo del ferrocarril a la carretera es extremadamente difícil", dicen.

Quizás se benefícien otros proveedores de transporte

Aunque Deutsche Bahn es el mayor proveedor de transporte de mercancías por ferrocarril, con una cuota de mercado de alrededor del 40%, también hay muchos proveedores privados que cubren gran parte de los servicios de transporte. Y a ellos no les afectan directamente las huelgas. 

No obstante, si los encargados de la señalización ferroviaria también se declaran en huelga, nada funcionará. "Sin un control centralizado del tráfico, no circulará ningún tren", afirma Puls.

Peligro en ciernes

Grömling, de IW, teme por la situación en el Mar Rojo debido a los repetidos ataques de las milicias hutíes, ya que muchos portacontenedores están desviándose por una ruta mucho más larga, con lo que están aumentando los retrasos y problemas en los puertos. Además, el cierre del importante puente del Rin en Leverkusen, que durará hasta el 4 de febrero, está dificultando enormemente el tráfico de camiones.

"Esto se está complicando", resume Grömling. "El resultado será la interrupción de las cadenas de suministro y el aumento de la incertidumbre", dice. La economía alemana ya está en recesión y "ahora amenaza con empeorar", afirma.

Los empresarios de Berlín y Brandeburgo, por su parte, expresaron sentimientos similares y advirtieron de un nuevo freno a la economía: "Casi una semana entera sin transporte de mercancías por ferrocarril supone un verdadero golpe para muchas empresas", sostiene.

(aa/cp)

 

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