Huelga le cuesta el 0,1 por ciento del PIB a Francia
15 de enero de 2020
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La huelga contra la reforma de las pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron le ha costado a la economía francesa como máximo un 0,1 por ciento de su producto interior bruto (PIB), y está lastrando sobre todo las cuentas de la compañía ferroviaria estatal SNCF y de la entidad del transporte metropolitano de París RATP.
El gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, indicó este miércoles ante una comisión del Senado que la protesta, que se inició el 5 de diciembre, ha tenido un impacto de "como mucho, un 0,1 por ciento del PIB". Villeroy de Galhau precisó que ese impacto ya se incluyó en su previsión de crecimiento del cuarto trimestre de 2019, del 0,2 por ciento.
Eso significa que, si no se prolongaran las consecuencias económicas en los próximos días o en las próximas semanas, no habría que añadir nuevos recortes en 2020. El gobernador también hizo notar que mientras con el movimiento de los "chalecos amarillos" hace un año se habían visto afectadas un 20 por ciento de las empresas en su actividad, en este caso la movilización contra la reforma de las pensiones sólo ha trastocado el funcionamiento del 10 por ciento. Se trata de empresas de los mismos sectores: la hostelería, la restauración y los transportes.
Precisamente, para este último sector este miércoles se conocieron nuevas cifras, tras la entrevista mantenida por el primer ministro, Édouard Philippe, con los consejeros delegados de la Red Autónoma de Transportes de París (RATP), Catherine Guillouard, y de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), Jean-Pierre Farandou.
En un comunicado de su gabinete, Philippe señaló que tras más de un mes de huelga, la SNCF ya ha perdido unos 850 millones de euros y la RATP cerca de 200 millones. Aunque en la tasa de huelguistas entre los trabajadores de la compañía ferroviaria lleva ya varios días por debajo del 10 por ciento y este miércoles se quedó por debajo del umbral del 5 por ciento (en concreto el 4,7 por ciento, según la dirección), los sindicatos que se oponen la reforma anunciaron su voluntad de continuar.
Además de la jornada nacional de manifestaciones prevista para este jueves, esas centrales, lideradas por la Confederación General del Trabajo (CGT) y de Fuerza Obrera (FO), han convocado otra nueva movilización el día 24 coincidiendo con la aprobación del proyecto de ley de reforma en el Consejo de Ministros. (EFE)
¿Por qué protestan los "chalecos amarillos" en Francia?
Las concesiones del presidente Emmanuel Macron no han logrado disipar las protestas, marcadas por la violencia. Acá revisamos una cronología de estas manifestaciones, que se han tomado las calles francesas.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
Caída libre de Macron
Desde que fue elegido, en mayo de 2016, la popularidad de Emmanuel Macron no ha parado de caer, no solo por sus discutidas políticas financieras sino también por su actitud, que muchos consideran arrogante. Pero fue su propuesta de subir el impuesto a los combustibles, una medida ambientalista, la que desató los problemas. Un video que se volvió viral acusó a Macron de estar "cazando conductores".
Imagen: Reuters/C. Platiau
Protestas a nivel nacional
El malestar, aireado primero en redes sociales, pasó a las calles: más de 290.000 personas protestaron, el 17 de noviembre de 2018, usando los fosforescentes chalecos amarillos que los conductores galos deben tener en sus vehículos por ley. Al menos una persona murió y más de 150 fueron detenidas. Coordinados a través de redes sociales, los "chalecos amarillos" carecen de estructura y liderazgos.
Imagen: Reuters/E. Gaillard
Choques y destrucción
El Gobierno de Macron dijo que mantendría su curso, y las marchas continuaron. El 24 de noviembre, unas 100.000 personas protestaron en todo el país, de ellas, 8.000 en París, donde se desató la violencia. La Policía se enfrentó con manifestantes en los Campos Elíseos (foto) usando gases lacrimógenos y cañones de agua. Los daños a la propiedad fueron estimados en más de un millón de euros.
Imagen: Reuters/B. Tessier
Concesiones ante la presión
Los "chalecos amarillos" se convirtieron en un problema para Macron. Si bien al comienzo se negó a ceder, luego propuso ajustar la medida según el precio del petróleo. Los manifestantes no se mostraron satisfechos y volvieron a las calles el 1 de diciembre, desatando el caos. Macron convocó un comité de crisis y el 5 de diciembre, en medio de amenazas de más protestas, descartó el impuesto.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Guay
París bloqueado
Macron, sin embargo, se negó a restituir el impuesto a la riqueza y rechazó otros pedidos de los manifestantes, que exigen su renuncia. Es difícil clasificar a los "chalecos amarillos", toda vez que tienen apoyo de extremistas de derecha e izquierda. El 8 de diciembre hubo protestas a nivel nacional. Vehículos blindados tomaron las calles de París cuando buena parte de la ciudad quedó bloqueada.
El 10 de diciembre, Macron respondió con un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo. Más de 21 millones de personas vieron el tono conciliatorio que adoptó el mandatario, quien aceptó su parte de la responsabilidad en la crisis. Introdujo nuevas medidas, incluyendo un alza del salario mínimo, pago de horas extraordinarias libres de impuestos y exenciones fiscales a los jubilados.
Imagen: Reuters/L. Marin
Descontento en el vecindario
Mientras tanto, las protestas de los "chalecos amarillos" traspasaron las fronteras y llegaron a Bélgica, donde los manifestantes expresaron su malestar por los altos impuestos y los precios de los alimentos, así como los bajos salarios y pensiones. Agentes antidisturbios respondieron con cañones de agua, luego de que los manifestantes lanzaran piedras contra la oficina del primer ministro.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Calma de fin de año
Las protestas siguieron hasta fines de diciembre en Francia, aunque la masividad disminuyó visiblemente. Eso no desalentó a los líderes oficiosos del movimiento, que usaron las redes sociales para llamar a continuar con las movilizaciones. En la víspera del Año Nuevo, varias celebraciones parisinas contaron con personas que, en ánimo festivo, se unieron a la fiesta con "chalecos amarillos".
Imagen: Reuters/C. Hartmann
Prometen seguir en 2019
Cualquier esperanza de que el cambio de año calmaría las aguas se disiparon cuando, el 5 de enero, una nueva ronda de protestas congregó a unas 50.000 personas, más que las últimas de 2018, aunque menos que en los inicios del movimiento. En París, algunos manifestantes se enfrentaron con la Policía, incendiaron vehículos y atacaron edificios gubernamentales. Macron condenó la violencia.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
También puede haber protestas pacíficas
Vistiendo chalecos amarillos, varios cientos de mujeres marcharon por París este 6 de enero, en un esfuerzo por restaurar la imagen pacífica de las protestas. En un momento de la manifestación, las mujeres se pusieron de rodillas para recordar con un minuto de silencio a las diez personas muertas y a aquellos que han resultado heridos desde que comenzó el movimiento.