En el lugar donde hace unos años se amontonaban los residuos, ahora prosperan las frutas y hortalizas. En el corazón de Manguinhos, una favela de Río de Janeiro, los vecinos cultivan el mayor huerto comunitario de América Latina. En una superficie del tamaño de tres campos de fútbol, producen unas dos toneladas de alimentos al mes sin utilizar fertilizantes artificiales.

Esto está dando un nuevo impulso a la comunidad. Manguinhos es una de las favelas más pobres y peligrosas de la ciudad, donde la violencia y los tiroteos mortales son habituales. Muchos aquí carecen de un futuro esperanzador. Las necesidades básicas no están cubiertas en el día a día: faltan sistemas de saneamiento, como un alcantarillado regulado o un sistema de recogida de basuras, así como alimentos sanos para la población y oportunidades profesionales.

El huerto de Manguinhos forma parte de una iniciativa de la ciudad que abarca unos 50 huertos comunitarios. Los huertos ofrecen empleo y alimentos asequibles a los barrios desfavorecidos.

Un videorreportaje de Bianca Kopsch