Human Rights Watch acusa uso de bombas de racimo en Siria
11 de octubre de 2015 La organización de derechos humanos Human Rights Watch aseguró este domingo (11.10.2015) haber encontrado indicios de que en la guerra civil de Siria se están utilizando bombas de racimo de fabricación rusa, aunque desconoce por ahora si estas fueron utilizadas por efectivos rusos o sirios. Estos explosivos, que se usan para destruir blindados, habrían sido lanzados durante una ofensiva militar en los alrededores de Alepo.
Gracias a registros fotográficos y de video, HRW determinó que en la localidad de Kafr Halab, en el norte del país, se detonaron estas bombas el pasado 4 de octubre. Las bombas de racimo son especialmente peligrosas, pues esparcen una gran cantidad de explosivos sobre una enorme superficie, matando o causando heridas de forma aleatoria. Estos explosivos están prohibidos por un acuerdo internacional suscrito en 2010 por 98 países. Ni Rusia ni Siria figuran entre los firmantes.
“Es perturbador que se esté usando otro tipo de bombas en Siria, dado el daño que causarán a los civiles en los próximos años”, señaló el subdirector de HRW para Oriente Medio, Nadim Houry. El responsable humanitario añadió que ni Siria ni Rusia deberían utilizar este tipo de armamento y además “deberían unirse sin retraso a la prohibición internacional” al respecto.
Dos mil muertos en dos años
Si bien HRW reconoció no poder determinar específicamente quién ha utilizado estas bombas, dijo tener evidencia del uso de la misma arma en 2012. La sospecha de la organización es que Rusia está usando este modelo de bombas en sus ofensivas o está proveyendo al régimen sirio de este material. Entre ese año y fines de 2014, las bombas de racimo han matado a casi 2.000 personas en el conflicto.
El ataque en Kafr Halab coincide con la publicación de videos y fotografías que demuestran, según la organización, el uso de bombas aéreas y terrestres en las provincias de Alepo, Idlib (norte) y Hama (centro), desde que Rusia comenzó su ofensiva en Siria el pasado 30 de septiembre. Salvo en Alepo, donde el Estado Islámico es muy fuerte, en las otras regiones la presencia de yihadistas radicales es escasa o nula.
DZC (dpa, EFE)