Humo de los incendios de Australia llega a Chile y Argentina
6 de enero de 2020
El humo de los incendios que afectan Australia se visualizó en Chile y Argentina con una nube tenue que recorrió más de 12.000 kilómetros, sin generar efectos nocivos para la salud de sus habitantes, informan expertos.
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Una vaguada (una depresión barométrica que penetra entre dos zonas de alta presión) habría servido de conducto a través del cual la humareda cruzó el Pacífico hasta el continente suramericano, al que llegó este lunes (6.01.2020).
La meteoróloga Edita Amador explicó a la agencia de noticias española Efe que el humo se puede apreciar especialmente en la zona central de Chile, donde una neblina cubre un cielo que en condiciones normales estaría despejado, y que es "factible" que se mantenga así hasta este martes, pronóstico la experta de la Dirección Meteorológica de Chile.
La nube está a unos 6.000 metros de altura y no hay en la zona ningún fenómeno meteorológico que haga que el humo baje a la superficie, dijo Patricio Urra, jefe de turno de la Dirección Meteorológica en Santiago de Chile, a la agencia francesa de noticias AFP.
A primera hora "el efecto se vio en el sol con tonos rojos, ese efecto fue producto de una nube de humo que viene de los incendios", explicó el experto.
La presencia de humo no causaría ningún efecto grave en Chile, ya que además se encuentra en una zona donde raramente llueve, precisó su colega Amador. La única consecuencia hasta el momento, según Amador, es una disminución de la radiación ultravioleta por la función de "tapón" que hace este tipo de nube.
En la misma línea, el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina (SMN) mostró imágenes satelitales en la que se ve el humo "transportado por los sistemas frontales que se desplazan de oeste hacia el este".
"¿Qué consecuencias puede tener?, ninguna muy relevante, solo un atardecer y un sol un poco más rojizo", señaló el SMN en su Twitter. Metsul
Mientras que la brasileña Metsul prevé que el fenómeno pueda llegar a Rio Grande del Sur, en Brasil.
Los incendios forestales que arden desde septiembre de 2019 en Australia han causado al menos 23 muertos, la mayoría de ellos en los incendios de finales de año, y han destruido más de 1.000 viviendas, medio millar de ellas en la última semana.
Por ello, el Gobierno anunció este lunes que destinará 1.388 millones de dólares estadounidenses a la recuperación de las zonas afectadas, donde una tenue lluvia dio hoy una tregua para evaluar los daños tras un fin de semana "catastrófico".
Sumado a ello, se estima que al menos 480 millones de animales han sido víctimas de los devastadores incendios. La cifra se refiere solamente a las especies de una gran parte de los mamíferos, aves y reptiles que habitan en el estado de Nueva Gales del Sur, que con sus 36.000 kilómetros cuadrados de terrenos calcinados, un área similar a la de Taiwán, es el más afectado por las llamas.
rml (efe, afp)
Así llegó el humo australiano hasta Sudamérica
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Infierno en Australia
Desde septiembre de 2019, los incendios forestales en Australia han alcanzado una nueva dimensión. En una superficie dos veces mayor que la de Bélgica, todo se ha quemado. Una catástrofe en imágenes.
Imagen: AFP/P. Parks
Completamente en llamas
Se cuentan más de 180 incendios en toda Australia. El estado de Nueva Gales del Sur, en la costa este, está particularmente afectado. Los incendios no son nada inusual en el continente, pero la intensidad con la que golpearon a Australia esta vez sí lo es: la temporada de incendios comenzó muy temprano, en septiembre de 2019. Desde entonces, se quemaron siete millones de hectáreas.
Imagen: Reuters/AAP Image/D.
Un Año Nuevo horrible
Desde el cambio de año, la situación ha vuelto a empeorar: una nueva ola de calor con temperaturas muy superiores a los 40 grados contribuye a que los incendios se propaguen aún más. Los equipos de bomberos están en funcionamiento continuo y muchos residentes, como esta pareja de Nowra, Nueva Gales del Sur, temen por sus hogares. Se quemaron miles de viviendas, y al menos 24 personas han muerto.
Imagen: Reuters/T. Nearmy
Mar de llamas
A la derecha de esta imagen satelital se puede ver el lago Eucumbene, en Nueva Gales del Sur, y a la izquierda, un fuego que se abre paso a través del bosque. La foto fue tomada con una tecnología infrarroja especial, que hace que la luz infrarroja de onda corta de los incendios sea particularmente visible. Las fotos del espacio suelen mostrar nubes de humo que pueden llegar hasta Nueva Zelanda.
Imagen: Reuters/Maxar Technologies
Desesperación
Un chico intenta sofocar las llamas con una toalla. Los agricultores tienen dificultades para seguir alimentando a su ganado cuando los pastos y los campos han sido víctimas de las llamas. Muchos de ellos han tenido que matar a su ganado por quemaduras o estrés. Se estima que cientos de millones de animales han muerto sólo en Nueva Gales del Sur.
Imagen: AFP/W. West
Animales en peligro
Este koala se salvó, pero para muchos otros animales la ayuda llegó demasiado tarde. Para los koalas, los incendios son particularmente devastadores ya que instintivamente se enroscan en los árboles. De esta manera podían sobrevivir los incendios en el sotobosque. Pero los incendios actuales llegan hasta las copas de los árboles. Hasta ahora, dos tercios de los koalas en el área han muerto.
Imagen: Reuters/P. Sudmals
Misión en el infierno
Lejos de las ciudades costeras, Australia está muy poco poblada, por lo que los bomberos voluntarios son muy importantes en la lucha contra los incendios. Este año se pagarán con un fondo especial: Quienes hayan participado en los trabajos de extinción de incendios durante al menos 10 días recibirán el equivalente a unos 190 euros por día.
Imagen: AFP/S. Khan
Reconocimiento póstumo
La lucha contra las llamas, el humo y las brasas es muy peligrosa. El bombero Geoffrey Keaton murió en acción. Cuando fue enterrado el 2 de enero, su pequeño hijo recibió una medalla al mérito en su lugar. Hasta ahora, tres bomberos han muerto durante la temporada de incendios de este año.
Imagen: Reuters/NSW RURAL FIRE SERVICE
Huir de las llamas
El fuego en Coffs Harbour, al norte de Sydney, del que esta mujer huyó con su hija de 18 meses en noviembre, ya se ha apagado. En otros lugares, están surgiendo nuevos focos de fuego: En el estado de Victoria, que también incluye la ciudad de Melbourne, 67.000 personas han tenido que dejar sus pertenencias en los últimos días, según las autoridades.
Imagen: Reuters/AAP Image/D. Peled
Canberra
Este hombre frente al Parlamento australiano en Canberra no consigue sofocar las llamas con su limpiador de alta presión. Desde el punto de vista de muchos australianos, esta podría ser una imagen simbólica de la poca acción política contra los incendios. En la capital, el humo ha contaminado el aire hasta tal punto que se ha pedido a los residentes que se queden en sus casas.
Imagen: Imago-Images/AAP/L. Coch
Críticas a Scott Morrison
Se critica especialmente al primer ministro Scott Morrison por no haber abordado la crisis de manera decisiva, y también por razones políticas: aunque el político conservador ya no niega el cambio climático, sigue apoyando firmemente a la industria del carbón. Solo gradualmente Morrison empieza a reconocer la dimensión de los actuales incendios.
Imagen: AFP/J. Ross
Darle la mano o no al primer ministro
Mientras tanto, Morrison ha admitido que sus vacaciones en Hawái en medio de la temporada de incendios fueron un error. Desde entonces, trata de corregir su error y mostrar su lado humano (foto). Pero en las redes sociales se siguen encontrando videos de personas que se niegan a darle la mano al primer ministro. Muchos están descontentos con su manejo de la crisis.
Imagen: Reuters/AAP Image/D. Pateman
Síntoma y causa
A corto plazo, Australia tiene que hacer frente al fuego de alguna manera. A largo plazo, habrá que tomar medidas agudas ya que es probable que los incendios se vuelvan más frecuentes y más violentos a medida que el planeta se calienta. Por eso, decenas de miles de australianos salen una y otra vez a las calles para convencer a su gobierno de que tome medidas ambiciosas de protección del clima.