En último minuto se pudo impedir una nueva escalada de la crisis financiera en Alemania. Se trataba, no por primera vez, de salvar al HypoRealEstate, para cuya salvaci¡on a finales de septiembre el Estado y la empresa privada le ofrecieron una garantía de 35 mil millones de euros.

Las aguas rompieron una hora después de media noche. El día entero, políticos y representantes de la banca habían buscado una solución para la golpeada empresa de financiación inmobiliaria Hypo Real Estate (HRE) después de que el fin de semana diera a conocer inesperadamente nuevos y serios problemas de liquidez.

Un barril sin fondo

La resolución de ayer está basada en un crédito de 27 mil millones de euros que el Estado alemán le otorgó y en 8,5 mil millones de euros en garantías que ofrece la banca privada en caso de que el HRE no pueda cumplir con sus obligaciones finanieras. Además, la empresa muniquesa recibe del sector financiero diversos créditos por un monto de 15 mil millones de euros para solventar las estrecheces a corto plazo.

Antes que encontraran esta solución, la canciller alemana, Angela Merkel, había garantizado todos los ahorros privados. Aquí se trata, según datos del ministerio de Finanzas, de un monto de 568 mil millones de euros. El apoyo al HRE fue explicado por la canciller germana: no es posible que la insolvencia de un instituto financiero ponga en peligro a todo el sistema. Es más, la líder alemana advirtió a los causantes de la crisis de que tendrán que asumir las consecuencias.

“Haremos asumir su responsabilidad a aquellos que han realizado esos negocios irresponsables”, declaró la canciller añadiendo que el gobierno federal pondrá todo lo que esté a su alcance para ello, pues los contribuyentes alemanes se lo merecen. “Además les aseguramos a los ahorradores que su dinero está seguro aquí. El gobierno federal alemán se lo asegura”, anunció categóricamente la canciller despertando moviendo con ello un panal de avispas de alcance europeo. Mientras que diversos líderes de la oposición exigen la renuncia inmediata del presidente de HRE; éste, Georg Funke, agradece públicamente el apoyo financiero.

El ministro de Finanzas habla

El ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück, se mostró consternado por la manera de hacer las cosas de este instituto financiero, después de que hace apenas una semana el Estado y la banca pusiera el hombro para sacarlo del hoyo. Aunque no se conocen exactamente la s dimensiones del agujero de iliquidez actual, la cifra mínima que se presume necesaria para salvarlo de la quiebra supera los 35 mil millones de euros de los que se hablaba hasta el momento. 50 mil millones este año y 100 mil millones el próximo es lo que se rumora.

“El gobierno federal se niega a ser corresponsable de las acciones de este instituto financiero, también a que sea los contribuyentes alemanes los que asuman los riesgos. No obstante, estamos conscientes de que estamos obligados a estabilizarlo para evitar los daños que serían demasiados grandes tanto para Alemania como para otros institutos financieros europeos”, declaró Steinbrück.

Salvataje criticado

En este momento de alta tensión, la oposición no escondió sus críticas a la gestión gubernamental. Jürgen Trittin, líder del partido de los Verdes, se mostró enérgicamente en contra de que el gobierno confíe en promesas infundadas de la banca y que luego las crisis las paguen los contribuyentes. “Si el Hypo Real Estate tiene que ser salvado, a cambio se puede exigir una estatización, como sucedió en Estados Unidos”, exigió Trittin.

Ajeno a toda crítica, el ministro Steinbrück, subrayó en entrevista concedida a la emisora Deutschlandfunk, que después de esta operación de rescate es necesario diseñar soluciones generales para todo el sector financiero, que es necesario pasar de una "solución singular" a un sistema de garantías en todo el país. Aunque, en opinión del ministro, la situación sigue siendo altamente peligrosa y aún no puede excluirse nada, lo único que puede hacerse es "evitar que caigan otras piezas del dominó".