Las calles de la ciudad cubana de Pinar del Río están literalmente vacías. La tormenta, un huracán de categoría tres, tocó tierra en el oeste de Cuba alrededor de las cinco de la mañana del martes (27.09.2022), hora local. Causó gran devastación en la isla. Los techos de hierro laminado quedaron destrozados y algunas láminas quedaron colgadas en los cables de electricidad.

Los transformadores eléctricos derribados yacen en las calles de Pinar del Río. La gente que pasa por allí observa la magnitud de la devastación. El huracán provocó inundaciones en toda la isla, mientras que los edificios y las infraestructuras de la ciudad sufrieron graves daños. Hasta ahora no se ha informado de ningún muerto o herido.

Este transeúnte intenta protegerse de la lluvia que trae Ian con una lona de plástico. Solo en la provincia de Pinar del Río, 40.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares por precaución. También se produjeron graves daños en las ciudades cercanas de Artemisa y La Habana y, hasta ahora, todavía no se puede prever el alcance total.

La tormenta azota el país, mientras algunas palmeras intentan desafiarla. El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, visitó la región más afectada, según los medios de comunicación estatales. Ante la falta generalizada de muchos alimentos y otras necesidades básicas, los habitantes han tenido improvisar.

El huracán Ian ha provocado un apagón general en todo el país. La red eléctrica de Cuba está deteriorada, principalmente, porque la infraestructura es muy antigua. La comunicación con los afectados fue limitada y, según los informes de la televisión estatal, el acceso a Internet y las conexiones telefónicas también se han visto interrumpidas en algunas zonas.

Una familia cubana frente a lo que queda de su casa, después de que el huracán azotara el techo de su hogar. La tormenta fue el duodécimo huracán de fuerza 3 registrado en Cuba esta temporada, según la Oficina Meteorológica de Cuba. Según los expertos, el cambio climático no conduce necesariamente a una mayor frecuencia de ciclones tropicales, sino a unos más fuertes.

Los cielos de La Habana vuelven a despejarse lentamente. Con vientos de hasta 225 kilómetros por hora, se espera que el huracán Ian siga avanzando hacia Florida. El gobernador Ron DeSantis y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, declararon la emergencia estatal y federal. Más de dos millones de personas ya han tenido que abandonar sus casas y apartamentos por orden de las autoridades.