El presidente de Iberia, Luis Gallego, aterrizó en La Habana la noche del jueves (09.05.2019) a bordo del nuevo Airbus A330/200 con el nombre de la capital de Cuba, para reafirmar su apuesta por la isla en un momento de incertidumbre para las inversiones de las empresas extranjeras. "Este avión lo estamos utilizando en muchas rutas, entre ellas las rutas asiáticas, y siempre es un orgullo llevar el nombre de esta ciudad por el mundo", declaró Gallego a un reducido grupo de medios tras su llegada al aeropuerto José Martí de La Habana.
El viaje del presidente de Iberia sirvió para conmemorar el 70 aniversario del primer vuelo de la compañía al país caribeño, que tuvo lugar el 21 abril de 1949. "Esperamos poder seguir volando por lo menos otros 70 años más", afirmó Gallego, tras remarcar que la mayor aerolínea española ha reafirmado su apuesta por Cuba recientemente con el aumento de la frecuencia de trayectos desde España de 5 a 7 semanales, lo que supone un vuelo al día. La visita también obedece a la conmemoración este año del quinto centenario de la fundación de La Habana, así como a la feria de turismo FITCuba que se celebra estos días en la capital.
En este marco, participará en una reunión con empresas españolas junto a los ministros de Turismo y de Transportes de Cuba, Manuel Marrero y Eduardo Rodríguez, respectivamente, así como en la presentación de un documental sobre la isla y un concierto, ambos patrocinados por la aerolínea. La apuesta de Iberia por Cuba llega a pesar de la activación la pasada semana en EE.UU. del título III de la ley Helms-Burton, que permite a estadounidenses demandar a empresas extranjeras que se beneficien de sus terrenos o inmuebles expropiados tras la Revolución de 1959. (efe)
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El Concorde, a 50 años de su vuelo inaugural
El avión supersónico era el favorito de los ricos y elegantes. Cincuenta años después de su primer vuelo, el Concorde sigue siendo un mito, a pesar de que el avión supersónico ha estado fuera de servicio durante años.
Imagen: picture-alliance/dpa/U. Deck
Esbelto y elegante
El elegante avión con las alas delta y su característica "nariz" acercó un poco el futuro al presente, con una velocidad de crucero de más de 2.000 kilómetros por hora.
Fue un mito, pero un fracaso económico. Demasiado caro, demasiado ruidoso y con un inmenso consumo de queroseno. El Concorde consumía más de 25.600 litros por hora, para un máximo de 128 pasajeros. Originalmente, se tenían que construir 1.370 de estos aviones supersónicos; al final solo fueron 20.
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Tres horas y media hora de París a Nueva York
El vuelo inaugural del prototipo del Concorde, el 2 de marzo de 1969, solo duró 29 minutos. André Turcat fue el primer piloto francés (foto). Ocho años después, Air France y British Airways adoptaron el servicio regular a Nueva York. El tiempo de viaje fue de aproximadamente la mitad del tiempo que en los aviones normales.
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Un avión para el jetset
Cualquiera que volara con el Concorde tenía la oportunidad de sentarse en el mismo avión que el Papa, la modelo Cindy Crawford (izquierda), la estrella de tenis Andre Agassi (centro) o la modelo alemana Claudia Schiffer (derecha). Sin embargo, el precio para ello fue alto, a veces de varios miles de euros por boleto.
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Botones e interruptores en abundancia
La escena de uno de los capítulos más fascinantes de la historia de la aviación: la cabina de un verdadero Concorde se verá en el Museo Intrepid Sea-Air-Space de Nueva York.
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Bastante apretados
Una vista de la cabina de pasajeros del Concorde en 1968. El espacio no era exactamente generoso, pero para un vuelo de solo tres horas y media desde París a Nueva York, no suponía un problema.
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Rusos a la vanguardia
En 1954, Gran Bretaña comenzó a desarrollar un avión supersónico para pasajeros. Le siguieron Francia, Estados Unidos y la URSS. El primero se alzó el 31 de diciembre de 1968, el ruso TU-144. Casi tres meses después, lo hizo también el Concorde, que reunía entre tanto, a británicos y franceses. El TU-144 (foto de 2009) transportó pasajeros hasta finales de 1977.
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25 de julio de 2000: la conmoción
Saliendo de París, un neumático se perforó debido a un objeto metálico que se encontraba en la pista. El neumático explotó, y uno de los trozos de goma desprendidos cortó un cable del tren de aterrizaje principal izquierdo, que golpeó la parte inferior del ala izquierda. Eso creó una onda de choque en el depósito de combustible, que causó una fuga, y un incendio en el motor.
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El principio del fin
El incendio quemó el ala izquierda. El Concorde se estrelló, poco después del despegue, contra un hotel cercano del aeropuerto Charles de Gaulle, en París. Murieron todos los 109 ocupantes de la nave y cuatro empleados del hotel. El accidente, la ineficiencia de este avión y la crisis de la aviación que siguió al 11 de septiembre de 2001, significaron el final para el Concorde, en 2003.
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La NASA construye su regreso
Hace 50 años tuvo lugar el primer vuelo del avión supersónico Concorde. 15 años después del último vuelo de esa nave, la NASA encargó a la fábrica de armamento Lockheed Martin el diseño y la construcción del X-Plane. De nuevo, este debe transportar pasajeros a velocidad supersónica.
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Prototipo será completado hasta 2021
Se planea completar un prototipo del X-Plane a finales de 2021. El avión volará a una altura de unos 16 kilómetros a unos 1.500 kilómetros por hora. Para su desarrollo, la empresa Lockheed Martin recibe alrededor de 247 millones de dólares (unos 217 millones de euros). A partir de 2022, la NASA quiere recopilar más datos sobre vuelos en regiones seleccionadas de los Estados Unidos.