Iceberg gigante amenaza a pingüinos en el Atlántico Sur
6 de noviembre de 2020
El iceberg, llamado A68, es un gigante de 160 kilómetros de largo y 48 de ancho.
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El mayor iceberg del mundo, del tamaño de Córcega, podría encallar frente a la isla Georgia del Sur, en el Atlántico y refugio de miles de pingüinos y focas que ya no podrían alimentarse correctamente, advierten científicos.
"La probabilidad de una colisión es de 50/50", explica Andrew Fleming del British Antarctic Survey a la AFP.
Si el iceberg llega cerca de la isla, podría afectar la capacidad de los animales para alimentar sus crías, amenazando su supervivencia, pero también la de los bebés foca. "El número de pingüinos podría reducirse fuertemente", indica Geraint Tarling, del British Antarctic Survey.
El iceberg podría también cambiar el ecosistema de los fondos marinos, que podría tardar décadas o siglos en restablecerse.
Regiones polares, tan bellas como sombrías
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Iceberg A68
El calentamiento climático aceleró el desprendimiento de icebergs en la Antártida, desencadenando consecuencias que podrían ser devastadoras para la abundante fauna presente en Georgia del Sur, administrada por Reino Unido y cuya soberanía reclama Argentina.
Este iceberg, llamado A68, es un gigante de 160 kilómetros de largo y 48 de ancho se desprendió en julio de 2017 de la plataforma glaciar Larsen C, pegada a la Península Antártica.
A la velocidad que deriva en la actualidad, se requerirán de 20 a 30 días para que alcance las aguas poco profundas alrededor de las islas.
FEW (AFP, BBC)
Diez datos que hacen de las tortugas unos animales increíbles
El 22 de mayo se celebró el Día Mundial de la Tortuga, unos reptiles de aspecto prehistórico que están llenos de secretos. Acá les contamos algunos de ellos.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Büttner
Han estado acá mucho, mucho tiempo
Las tortugas lucen un poco prehistóricas, ¿no? Hay una razón para ello: lo son. El primer especimen surgió hace unos 260 millones de años, en el Triásico tardío. Poco después, la Tierra vivió la extinción masiva que acabó con cerca del 90 por ciento de la vida. Afortunadamente para las tortugas, sus hábitos de madriguera las habían preparado para sobrevivir en el extraño nuevo mundo.
Imagen: DW/L. Albrecht
Pocos viven más que ellas
Si bien la esperanza de vida de una tortuga depende mucho de cada especie, casi todas tienen el potencial de vivir muchísimos años. Una típica tortuga mascota puede vivir entre 10 y 80 años, mientras que las especies de mayor tamaño suelen superar los 100. Algunos científicos piensan que incluso algunos ejemplares podrían llegar a vivir cientos de años.
Imagen: Imago/Xinhua/DPNG
Las hay de todos los tamaños y formas
Actualmente hay 356 especies conocidas de tortugas. En general, todas son reptiles de caparazón duro, pero allí es donde terminan las similitudes. Hay tortugas marinas, tortugas laúd, tortugas mordedoras, tortugas de caparazón blando (en la foto) y, por supuesto, tortugas domésticas. En muchos países, sin embargo, es ilegal tenerlas en casa.
No todas las tortugas son testudínidos, pero todos los testudínidos son tortugas
No, no es un trabalenguas. Sucede que los testudínidos son una familia de tortugas terrestres herbívoras cuyos cuerpos están protegidos por una capa ósea externa. A esta familia pertenecen las tortugas gigantes de Galápagos, por ejemplo. Los testudínidos viven solamente en la tierra, mientras que hay tortugas de otras familias que viven en el agua, o cerca de ella.
Imagen: DW
Las hay vegetarianas y carnívoras
La mayoría de las tortugas son omnívoras, pero algunas pocas especies son más exigentes con su dieta. Aunque muchas de ellas se contentarán con algo de vegetales y frutas, la temible tortuga cocodrilo es casi totalmente carnívora y come desde peces hasta pequeños mamíferos que se acercan demasiado al agua.
Imagen: Imago/Nature Picture Library
Todas las tortugas ponen sus huevos en tierra
Cuando están listas para depositar sus huevos, incluso las tortugas que viven en el agua saldrán de ella y cavarán sus nidos en la arena o en la tierra. Pero no son muy amorosas a la hora de criar: ninguna especie de tortuga se queda para cuidar a sus retoños. Cuando nacen, las pequeñas criaturas deben valerse por sí mismas.
Imagen: Imago/Nature Picture Library
El sexo, determinado por la temperatura
Como los cocodrilos y los caimanes, el género de las tortugas es determinado después de la fertilización. Si los huevos se incuban por debajo de los 27,7 grados Celcius, las crías serán machos. Pero si los huevos se incuban por sobre los 31 grados, serán hembras. Si la temperatura está en medio, o fluctúa mucho, nacerá una mezcla. Como los océanos se han calentado, cada vez nacen más hembras.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
Tienen un increíble sentido de la orientación
Las tortugas marinas son conocidas por su habilidad para retornar a la playa exacta donde nacieron. Como muchos otros animales, las tortugas pueden viajar por los océanos gracias a su capacidad para detectar campos magnéticos, pero también pueden recordar la "firma magnética" de la línea costera y detectar pequeñas variaciones en esos campos, lo que les permite regresar a sus lugares de origen.
Imagen: picture alliance/dpa/Prisma/R. Mohammed
También tienen una excelente vista
Además, las tortugas tienen una vista extraordinaria bajo el mar. Los investigadores han descubierto que pueden ver una amplia gama de colores diferentes, e incluso prefieren unos colores por sobre otros. Aunque las tortugas marinas son famosas por sus "GPS" internos, existe evidencia que sugiere que no ven muy bien cuando están en tierra.
Imagen: Getty Images/AFP/R. Schmidt
Muchas especies están en peligro
Si bien han sobrevivido por millones de años, actualmente seis de las siete especies de tortugas son consideradas amenazas o en peligro por culpa de la actividad humana. Todos los años, miles mueren atrapadas en redes de arrastre, mientras que en algunas partes se las mata por sus huevos, carne o caparazones.