James Hamilton, víctima de los abusos de Fernando Karadima, habló con DW sobre las reuniones con los enviados papales en Chile y los alcances de la red de encubrimiento en la Iglesia católica.
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"El caso Barros es la punta del iceberg de la red de abuso y pedofilia de la iglesia chilena”, señala en entrevista con Deutsche Welle el Dr. James Hamilton, una de las víctimas que en 2010 hizo públicos los abusos del sacerdote Fernando Karadima. El médico prestó testimonio a los enviados del Papa Franscisco que viajaron a Chile a escuchar las acusaciones contra el obispo de Osorno, Juan Barros, quien fue formado y ha sido un público defensor de Karadima, ex párroco condenado por abusos sexuales a una vida retirada del ejercicio ministerial.
El enviado papal, el arzobispo de Malta Charles Scicluna, tiene amplia experiencia en el tema y ha sido bien valorado por las víctimas. Al enviarlo a Chile, el Papa hizo un gesto decisivo, tras su acontecido paso por Chile en enero, en que el escándalo Barros opacó el mensaje pastoral de su visita. Barros figuró acompañando al pontífice y aseguró que contaba con su aprobación: "El siempre ha sido muy cariñoso y apoyador conmigo”, dijo el cuestionado obispo.
"No hay ninguna prueba (contra Barros). Todo son calumnias”, dijo Francisco al concluir su visita, lo que generó un amplio rechazo. Junto con pedir perdón por sus palabras, encargó a Scicluna reunir testimonios.
Además de Hamilton, también otras víctimas como el periodista Juan Carlos Cruz, con quien se reunió Scicluna en Estados Unidos, y José Andrés Murillo, han dado testimonio. La agenda de los enviados papales en Santiago, iniciada el martes, ha sido intensa y no se interrumpió siquiera por el inesperado problema médico del arzobispo Scicluna, quien debió ser operado de la vesícula en un hospital de Santiago. En su reemplazo, el sacerdote español Jordi Bartomeu, notario en esta misión, ha sostenido los encuentros. Scicluna se recupera satisfactoriamente y podría ser dado de alta este fin de semana.
Red de poder
Los abusos de Fernando Karadima, ex párroco de una iglesia de un barrio acomodado de Santiago, se extendieron por décadas. Como director espiritual, tuvo una gran influencia en los jóvenes, que lo veneraban como a un santo. Como en una secta, Karadima logró dominar la voluntad de algunos seguidores, en un marco de manipulación, chantaje emocional, abuso de poder y abuso sexual.
También indujo vocaciones sacerdotales y logró ubicar a sus pupilos en puestos estratégicos en obispados, el seminario y la Universidad Católica. Aunque tras la condena debió abandonar su feudo, en la sociedad chilena quedaron instalados sus discípulos, quienes han tenido carreras meteóricas. Al igual que el obispo de Osorno Juan Barros, Horacio Valenzuela, obispo de Talca desde 1996, y Tomislav Koljatic, obispo de Linares desde 2003, se formaron al alero de Karadima y salieron en su defensa cuando se conocieron las denuncias. Las víctimas aseguran que estos obispos fueron testigos de los abusos de Karadima y los habrían encubierto.
Antecedentes aportados por el libro "El señor de los infiernos”, de María Olivia Monckeberg, indican que ya en los años 80 un joven habría enviado una carta al arzobispado de Santiago denunciando a Karadima. Juan Barros, entonces secretario del arzobispo, habría eliminado la carta, evitando que se conocieran los hechos.
James Hamilton denuncia que la propia Iglesia no ha respetado en Chile su código de derecho canónico en estos casos, al no haber indagado las acusaciones recibidas el 2001 y 2002. "En cambio, el cardenal Errázuriz fue a decirle a Karadima que había algunas denuncias, pero que no se preocupara porque no iban a prosperar”, acusa Hamilton.
En opinión del médico, en la Iglesia católica hay una red de perpetradores de abuso sexual y cómplices, que va más allá de Karadima: "La iglesia chilena, gracias a varios obispos, como Errázuriz y Ezzati, ha ocultado y protegido a criminales, dejando totalmente desamparadas a las víctimas”.
Hamilton afirma que estas redes se mantienen hasta hoy. Hace poco se conoció un nuevo escándalo, con los abusos de los hermanos maristas. "Esto habla de una red de delincuencia y tiene todos los elementos para acreditar un grupo de asociación ilícita, como puede ser un grupo terrorista”, dice el médico.
Impacto en la Iglesia católica
Aunque oficialmente Scicluna fue a Chile a recoger informaciones concernientes al obispo de Osorno, lo cierto es que esto podría tener mayores consecuencias. Trascendió que representantes de Talca y Linares también se entrevistarían con los enviados papales. A diferencia del masivo grupo Laicos de Osorno, que ha manifestado activamente su rechazo al obispo Barros desde su nombramiento en 2015, denunciantes de otras regiones mantienen el anonimato y habrían sufrido amenazas.
James Hamilton asegura que los discípulos de Karadima "copiaron y todavía son leales a esos patrones aprendidos. Muchas personas en las diócesis de Talca y Linares están sufriendo abusos de poder y actitudes arbitrarias”. Scicluna ha dado garantía de confidencialidad para animar a todos quienes deseen dar testimonio, y seguirá disponible para recibirlos en el futuro, ya sea en persona o por carta.
Tras las reuniones sostenidas, las víctimas han expresado su confianza en la labor del enviado papal. "Las reuniones fueron muy interesantes y productivas”, indica James Hamiliton. También participaron en la ronda de conversaciones representantes de los Laicos de Osorno, que entregaron un documento de 1500 páginas con evidencias y testimonios, además del Consejo nacional para la Prevención de Abusos a menores y acompañamiento de víctimas, de la Conferencia Episcopal.
Muchas personas han asistido en forma anónima. "Sé de personas que no declararon en el juicio contra Karadima y que son clave. Hoy, después de todos estos años, se sintieron con el valor y las garantías suficientes para declarar. Se han aportado innumerables antecedentes nuevos no sólo contra Karadima y Barros, sino que también contra Errázuriz, Ezzati y varios obispos más, en particular los que han salido del grupo de Karadima”, concluye James Hamilton. El peso de los testimonios recogidos por el arzobispo Scicluna podría dar un nuevo rumbo a la iglesia chilena.
Papa Francisco en Chile y Perú
En su sexto viaje a América Latina, el Papa Francisco visitó Chile y Perú. Protestas por escándalos de abuso sexual en el seno de la Iglesia católica acompañaron su gira. Aquí pasamos revista al viaje, en imágenes.
Imagen: picture-alliance/AA/S. Castaneda
Multitudinaria misa en Lima
Una misa con asistencia multitudinaria puso el broche de oro de la visita del Papa Francisco a Perú. Se estima que más de un millón de personas acudió a la cremonia en Lima, en la que puso énfasis en la necesidad de velar por una mayor inclusión social. En su viaje de regreso a Roma, el Papa volvió a abordar, entre otros, el tema de la corrupción, que calificó de "ciénaga".
Imagen: picture-alliance/AP Images/A. Tarantino
Tormentas y tormentas
Brindar consuelo a los damnificados por fenómenos meteorológicos fue uno de los cometidos del Papa en Trujillo. Pero también advirtió que "otras tormentas pueden estar azotando estas costas y tienen efectos devastadores. Tormentas que nos cuestionan como comunidad y ponen en juego el valor de nuestro espíritu. Se llaman violencia
organizada, como el sicariato y la inseguridad que esto genera".
Imagen: picture-alliance/dpa/Agentur Andina/J. C. Guzmán
El virus de la corrupción
"Cuánto mal le hace a nuestros pueblos latinoamericanos y a las democracias de este bendito continente ese virus social, un fenómeno que lo infecta todo, siendo los pobres y la madre tierra los más perjudicados", dijo el Papa, hablando ante el palacio presidencial en Lima. Fue uno de los temas centrales abordados por Francisco, quien pidió más transparencia.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Bianchi
Defensa de la Amazonía
"Los pueblos originarios amazónicos nunca han estado tan amenazados en sus territorios como ahora”, señaló Francisco en un encuentro con representantes indígenas en la localidad de Puerto Maldonado, en la selva peruana. El Papa aludió a los intereses económicos del neoextractivismo y a políticas conservacionistas desviadas, que pierden de vista al ser humano.
Imagen: Reuters/H. Romero
Arribo a Lima
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, y otras autoridades recibieron en el aeropuerto militar de Lima al Papa, que fue aclamado por miles de personas en su recorrido hacia la Nunciatura Apostólica. El alcalde de la capital peruana entregó luego a Francisco las llaves de la ciudad.
Imagen: Reuters/A. Bianchi
Contra la explotación de inmigrantes
En el norteño puerto chileno de Iquique, el Papa exhortó a acoger a los inmigrantes y evitar su explotación. "Estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles en regla", pidió Francisco, quien continuó más tarde su viaje, rumbo a Perú.
Imagen: Reuters/A. Bianchi
El caso Barros
Convencido de que las acusaciones contra el obispo de Osorno, Juan Baros, son “calumnias”, el Papa afirmó que no hay pruebas en su contra. La organización Laicos de Osorno, que exige la renuncia del obispo, lamentó el respaldo papal al prelado, al que acusan de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
Imagen: Reuters/A. Bianchi
Casamiento a bordo
Una pareja integrante de la tripulación del vuelo que llevó a Francisco de Santiago a Iquique, protagonizó un hecho sin precedentes. El Papa los casó a bordo, bendijo sus anillos y firmó el acta canónica de la ceremonia. La aerolínea Latam señaló que es la primera vez que el Pontífice celebra un matrimonio en un avión.
Imagen: Getty Images/AFP/V. Pinto
Saludo en mapudungún
En Temuco, el Papa utilizó palabras en el idioma mapuche, y un verso de Violeta Parra: "Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar". Francisco exhortó a la unidad de los pueblos, pero advirtió que "la defensa de la cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrando vidas humanas".
Imagen: Reuters/A. Bianchi
Las víctimas de la dictadura
La llegada del Papa a la Araucanía no solo llevó a poner la mira en el conflicto mapuche, sino también en el pasado dictatorial de Chile. En el aeródromo de Maquehue, donde celebró una misa, hubo un centro de detención y tortura. "Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron, y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias", señaló Francisco.
Imagen: picture alliance/dpa/Agencia Uno/A. Zonez
En el santuario del Padre Hurtado
La visita al santuario del santo chileno Alberto Hurtado, un sacerdote jesuita que dedicó su vida a la ayuda de los pobres, cerró la jornada del martes. Allí se reunió con miembros de la Compañía de Jesús, a la que pertenece también Francisco.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Tarantino
"La dignidad se contagia"
Durante su visita a una cárcel de mujeres, en Santiago, Francisco dijo a las reclusas que "la sociedad tiene la obligación de reinsertarlas a cada una de ustedes". En este sentido, criticó que el encarcelamiento se reduzca a veces a un castigo. El Papa afirmó que perder la libertad no significa perder la dignidad y subrayó: "La dignidad se contagia. Se contagia más que la gripe".
Imagen: picture-alliance/dpa/L'Osservatore Romano
Mensaje de unión
Los fieles chilenos vibraron con la primera misa multitudinaria que Francisco celebró en el país andino en el parque más grande de la capital, que se vistió de gala para recibirlo. La mayoría de los asistentes destacó el espíritu de unión que impregnó las palabras del máximo jerarca de la Iglesia católica. Unas 400.000 personas abarrotaron el recinto desde primera hora de la mañana.
Imagen: Reuters/Osservatore Romano
Un invitado indeseado
La presencia del obispo de la ciudad de Osorno, Juan Barros (foto de archivo), en la misa papal generó amplio repudio. Barros es acusado de encubrir los abusos sexuales contra menores cometidos hace unos años por el influyente cura Fernando Karadima. Barros fue discípulo de Karadima, a quien la Justicia encontró culpable, pero no condenó porque los delitos habían prescrito.
Imagen: Reuters/C. Gutierrez
Misa de “consolación”
El martes (16.01.2018) cientos de argentinos asistieron a la misa multitudinaria del Papa en Santiago de Chile. Desde que asumió el pontificado en 2013, Francisco no ha visitado su país natal. Los fieles argentinos, que vestían camisetas de la "albiceleste" y portaban banderas y pancartas con los colores de su país, hicieron largos recorridos por carretera para poder ver al Papa.
Imagen: Getty Images/AFP/P.P. Brune
Un perdón inesperado
Francisco aprovechó su primer discurso ante las autoridades en la sede del Ejecutivo, el palacio de la Moneda, para manifestar su “dolor y vergüenza” ante el daño “irreparable” causado a niños por parte de ministros de la Iglesia: "Es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas (de abuso sexual), al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir".
Imagen: Reuters/I. Alvarado
El Papa intercede por los pueblos indígenas
El martes (16.01.2018), la presidenta chilena, Michelle Bachelet, recibió con honores al sumo pontífice en su primera visita oficial a Chile. En el discurso que Francisco pronunció durante el primer acto de su agenda, hizo alusión a la tensión que existe entre el Estado y el pueblo mapuche. El Papa instó a los gobernantes chilenos a que escuchen a los pueblos originarios y atiendan sus derechos.
Al sobrevolar el espacio aéreo de Argentina, su país natal, el Papa Francisco envió un mensaje a sus compatriotas: "Le traslado mis cálidos saludos y envío mis mejores y francos deseos a todas las personas de mi patria, asegurándoles mi cercanía y bendición… Les pido a todos ustedes que, por favor, no olviden rezar por mí".
Imagen: Getty Images/AFP/A. Bianchi
Protestas en la antesala a la visita papal
El viaje de una semana estuvo precedido por hechos violentos contra iglesias chilenas: ya el domingo (14.01.2018) se había registrado un ataque incendiario en Santiago, el quinto en el país. En los días siguientes se quemarían más iglesias en Chile.
Imagen: picture alliance/Agencia Uno/dpa/R. Sáenz
Chile se prepara para recibir al Papa
El lunes (15.01.2018), el sumo pontífice partió de Roma a su sexto viaje a tierras latinoamericanas, en el que visitará Chile y Perú. Mientras que este último país atraviesa un momento de gran tensión política, las víctimas de abuso sexual por parte de clérigos católicos en Chile anunciaron protestas durante la gira papal.