Iglesia pide investigar asesinato de cura en El Salvador
9 de agosto de 2020
La Conferencia Episcopal recordó que la muerte de Ricardo Cortez “es el tercer asesinato perpetrado en los últimos años a nuestros sacerdotes”.
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La Conferencia Episcopal de El Salvador pidió este sábado (08.08.2020) al Gobierno y al sistema judicial del país que investiguen el asesinato del sacerdote Ricardo Cortez ocurrido el viernes, para que su muerte "no quede en la impunidad”.
"Los obispos de El Salvador, unidos a nuestros sacerdotes, ante el terrible asesinato del padre Ricardo Antonio Cortez, expresamos nuestra profunda consternación y nuestra condena de tan abominable crimen", consignó la conferencia episcopal en un comunicado leído por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar. Los obispos exigen además una investigación del crimen para que "se conozca la verdad" y "se administre la debida justicia".
La Iglesia católica -que calificó el asesinato de Cortez como "gravísimo y sacrílego”- recordó que su muerte "tiene lugar en el 40vo aniversario del martirio de San Oscar Arnulfo Romero, el padre Cosme Spessotto, las cuatro misioneras norteamericanas y la masacre del Sumpul”. La Conferencia Episcopal agregó que "este es el tercer asesinato perpetrado en los últimos años a nuestros sacerdotes” y enumeró –junto al de Cortez- los crímenes contra los curas Walter Vásquez, el 29 de marzo de 2018, y Cecilio Pérez, el 18 de mayo de 2019.
El sacerdote fue asesinado por arma de fuego por desconocidos cuando se desplazaba en su vehículo en la jurisdicción de San Nicolás Lempa, a unos 80 km al sureste de San Salvador. Cortez, de 43 años, era párroco del poblado de San Francisco Chinameca y también se desempeñaba como rector del seminario de Santiago de María, en el departamento oriental de Usulután. Este sábado, en la catedral de Zacatecoluca, 60 km al este de San Salvador, todos los obispos salvadoreños le rindieron un homenaje al sacerdote durante una misa exequial.
Ombudsman pide justicia
Por su parte, el ombudsman de El Salvador, José Apolonio Tobar, condenó y repudió el asesinato del sacerdote católico y pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) que realice con "objetividad una eficiente investigación".
Apolonio Tobar expresó, en un comunicado, que este hecho "constituye una muestra más de la inseguridad en la cual subsiste la población salvadoreña" y que "alcanza a diversos sectores, incluidos la comunidad religiosa". Por lo anterior, el titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) pidió a las autoridades fiscales que "realicen con objetividad una eficiente investigación en aras de recabar los elementos suficientes para garantizar el derecho de acceso a la justicia y evitar que estos hechos permanezcan impunes".
ama (afp, ap, efe, Vatican News)
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Óscar Romero, el santo de los pobres y las víctimas de la violencia en América Latina
El salvadoreño Óscar Romero, asesinado en 1980, fue canonizado en octubre de 2018 en El Vaticano. Romero es un ícono de la teología de la liberación, insultada como “comunista”, pero movida por el servicio a los pobres.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Lo mataron, pero no pudieron callar sus denuncias
Romero, beatificado en 2015, denunciaba en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón de la extrema derecha mientras oficiaba misa en el hospital Divina Providencia de San Salvador, en días previos al estallido de la guerra civil (1980-1992). Su muerte no acalló las denuncias, las hizo más fuertes.
Imagen: Adveniat
Naciones Unidas: "Día Internacional del Derecho a la Verdad"
En El Salvador, Óscar Arnulfo Romero es venerado como héroe nacional y paladín de la paz y la Justicia. En 2011, el entonces presidente estadounidense Barack Obama se arrodilló ante la tumba del "obispo de los pobres". La ONU declaró el 24 de marzo, fecha del asesinato de Romero, como "Día Internacional del Derecho a la Verdad".
Imagen: Getty Images/Bettmann Archive
El Vaticano dejó de verlo como a un “comunista”
Tras el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, a fines de 2014, Francisco emitió una señal de reconciliación: monseñor Romero dejó de ser considerado un “revolucionario” o “comunista” y pasó a ser visto como un adalid de los derechos humanos. “También alguien que defiende a los pobres con su vida es un santo”, comentó en esa ocasión el teólogo de la liberación Leonardo Boff a DW.
Imagen: Museo de la Palabra y la Imagen, El Salvador
El mensaje de Romero sigue calando
Con Óscar Romero “pasa una cosa curiosa, y es que cuanto más tiempo transcurre, más gente se entusiasma con él, más gente lo sigue, lo ama, se emociona con su historia, con su figura”, decía el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa. En toda Centroamérica Romero ya es visto como “un santo de las Américas”.
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Un mensaje irrefutable: “La Iglesia tiene que vivir para los pobres”
También en Alemania dejó sus huellas, inspirando la creación de organizaciones como la Iniciativa Cristiana Romero (ICR). “Es un ejemplo de solidaridad con los pobres. Ser solidario con los pobres significa darles una voz y apoyar las demandas de los países del sur”, explica a DW Anne Nibbenhagen, de la asociación civil alemana Iniciativa Cristiana Romero.
Imagen: Adveniat
Peregrinos, prelados y juventud
Miles de salvadoreños viajaron al Vaticano para presenciar el acto de canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero. El beato Romero fue canonizado junto a Pablo VI durante un Sínodo de Obispos.
Imagen: Adveniat
Reconciliando a la sociedad
Óscar Romero ha sido una figura reconciliadora de la sociedad salvadoreña. Por un lado, Anne Nibbenhagen, de la Iniciativa Cristiana Romero (ICR), celebra la decisión del Vaticano de canonizar al arzobispo. Por otro, teme que al presentar a Romero como el santo "unificador", se acabe la cuestión de la culpabilidad, en lugar de seguir investigando a los responsables de la violencia y sus causas.
Imagen: Adveniat
Una historia de impunidad
Una Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas ha señalado como autor intelectual del asesinato al fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Roberto D'Aubuisson. No obstante, la Ley de Amnistía, aprobada en 1993, ha impedido que sea juzgado por el crimen. Romero representa a las más de 70.000 víctimas de la guerra civil salvadoreña.
Imagen: Adveniat
Difamaciones en El Salvador, ataques desde El Vaticano
“Él no quería ser político, no le interesaban las ideologías. Solo quería acabar con la violencia y abogar por la justicia. Un mensaje muy actual”, dice el biógrafo Giuseppe Morozzo Della Rocca. “Romero fue difamado como "suversivo" por la oligarquía salvadoreña que informaba a Roma. El prefecto de la Congregación de la época, el cardenal Sebastiano Baggio, lo atacó hasta su asesinato en 1980.
Imagen: picture-alliance
Morir, para convertirse en semilla
Óscar Romero fue asesinado a tiros en el altar, por orden de poderosos políticos. Un crimen que antecedió a la guerra civil entre fuerzas de seguridad, escuadrones de la muerte de ultraderecha y grupos guerrilleros de izquierda. Romero sabía del peligro. Justo antes de su muerte había dicho en su sermón: “El que no asume los peligros de la vida, como la historia nos exige, perderá la vida”.
Imagen: Adveniat
Saludo del Papa, impulsor de la canonización
"A los jóvenes reunidos en días felices por la canonización de monseñor Romero, un saludo grande y mi bendición. Y por favor no se olviden de rezar por mí", pide Francisco. La petición del Papa permite intuir las grandes dificultades para lograr la canonización de un religioso como Romero, cuya misión por los pobres generó un fuerte rechazo en las más altas esferas de la jerarquía católica.
Imagen: pictrue-alliance/dpa/AP/M. Kulbis
Origen modesto
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez había nacido en Ciudad Barrios (El Salvador) el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en San Salvador. Su padre se llamaba Santos y su madre Guadalupe. Una familia modesta. Su padre era telegrafista; su madre ama de casa. Romero vivió la II Guerra Mundial. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942. En la imagen, su tumba en San Salvador.