Iglesia revisa su postura antipreservativo
25 de abril de 2006
Nuevos tiempos corren para la doctrina católica. La conservadora doctrina del Vaticano será puesta a revisión para permitir en algunos casos el uso de preservativos, sobre todo en lo referente a evitar el contagio del SIDA.
El cardenal Javier Lozano Barragán, jefe del Consejo para la Salud Pastoral del Vaticano y afín al Papa, comentó la nueva orientación católica en el diario romano La Repubblica. "Fue el Papa quién tomó la iniciativa en esta controvertida y difícil cuestión".
Lozano Barragán añadió que el Vaticano ya está preparando un documento en el que trabajan científicos y teólogos para aclarar la posición de la Iglesia católica sobre el uso del preservativo, pero no dio detalles al respecto.
Combatir el SIDA
El Vaticano emprende así una iniciativa que significa una ruptura con el pontificado de Juan Pablo II, que durante años se opuso a la utilización de cualquier método anticonceptivo, incluso al uso de preservativos entre los infectados por el virus HIV.
Ni siquiera entre parejas casadas estaba aceptado el uso de preservativos aunque uno estuviese contagiado por el virus, contando que hubiese podido contraer la enfermedad por otros medios como una transfusión de sangre.
La propagación de esta enfermedad es especialmente alarmante en países en vías de desarrollo donde la doctrina católica tiene una gran influencia. Pero el Vaticano siempre defendió la práctica de la abstinencia sexual fuera del matrimonio como mecanismo de control.
En estos países, los preservativos ayudan también a prevenir otras enfermedades de transmisión sexual como la hepatitis. La situación especialmente preocupante en el áfrica subsahariana pero también en Latinoamérica donde se calcula que 66.000 personas murieron el año pasado a causa de la enfermedad.
Cambio necesario
El ex arzobispo de Milán, el cardenal Carlos Maria Martini, perteneciente a la orden de los jesuitas y a la corriente moderada de la Iglesia, sentó precedente al apelar públicamente a permitir el preservativo al menos cuando se trate de la prevención del contagio de virus mortales.
"Tenemos que hacer todo lo posible para combatir el SIDA. Bajo ciertas condiciones, el uso de los condones es necesario. Aquellos que están afectados tienen la obligación de proteger a su pareja", dijo en la revista italiana L`Espresso. Al mismo tiempo, enfatizó que esto no significa luz verde para que la iglesia comience a repartir condones.
Joseph Ratzinger es considerado sucesor de la doctrina conservadora de Juan Pablo II. Sobre todo en lo relativo al papel de las mujeres en la Iglesia católica, la doctrina sobre la homosexualidad y la condena de los métodos de control de la natalidad. Este cambio en el seno del Vaticano, puede indicar sin embargo la intención de la Iglesia de adaptar su fe a las realidades sociales con nuevas ideas más progresistas.