Durante la presentación en Berlín de su informe anual, el presidente protestante de la conferencia Conjunta de Iglesia y Desarrollo (GKKE), Martin Dutzmann, señaló que los nuevos principios políticos de la coalición de gobierno presentados en julio pasado constituyen únicamente una "declaración de intenciones".

Concretamente se refirió a la prohibición para la exportación de armas ligeras a terceros países, los que no pertenecen ni a la Unión Europea (UE) ni a la OTAN, que calificó de "progreso" respecto a las leyes de 2015, pero agregó que es válida sólo "en términos generales" y no incluye una regulación relativa a la munición.

Criticó, asimismo, que hacer depender la exportación de armamento a la disposición del país receptor de controles in situ del destino final de los bienes exportados, aplicable antes sólo a armas ligeras, no constituye una obligación, sino "sólo una posibilidad". En ese sentido, calificó de "insuficiente" la revisión de los principios políticos del gobierno en esta materia y exigió al Ejecutivo que elabore y apruebe una ley de control de exportación de armas "jurídicamente vinculante".

"La actual evolución en Turquía y su invasión del norte de Siria el 9 de octubre, contraria al derecho internacional, muestra que una ley jurídicamente vinculante es más necesaria que nunca", subrayó.

Polémicas exportaciones de armamento a Turquía

Recordó que en los primeros ocho meses de este año, Alemania exportó a Turquía, miembro de la OTAN, armas de guerra por valor de 250,4 millones de euros. En tanto, el presidente católico de la GKKE, Karl Jüsten, se refirió a la nueva decisión adoptada en septiembre pasado por el Consejo Europeo respecto a su Posición Común sobre la exportación de armas y lamentó que "se desperdiciara la oportunidad de lograr un afianzamiento sustancial del control europeo" en esta materia.

Aunque hay mejoras en lo que respecta a la transparencia, concedió, "el panorama general del control de exportación de armas europeo es lamentable", con un estancamiento respecto a contenidos y regulaciones institucionales paralelamente a un aumento de la cooperación en materia de armamento que consecuentemente diluye las disposiciones más restrictivas.

En ese sentido subrayó que una política común de Exteriores, Seguridad y Defensa requiere una política de exportación de armamento "coherente y restrictiva, al tiempo que llamó a la UE a prohibir la exportación a terceros países y a dotar al Parlamento Europeo de una capacidad de control más fuerte.

"La guerra en Yemenes una muestra de la urgencia con la que necesitamos una política europea de control de exportación de armamento restrictiva", señaló y reiteró la exigencia de la GKKE al Gobierno alemán a no exportar armas a países involucrados en esa contienda.

La presidenta del grupo de expertos de la GKKE, Simone Wisotzki, criticó por su parte que un simple vistazo a cifras concretas, por ejemplo, los 5.330 millones de euros en autorizaciones de exportación en casos individuales, "reflejan que no se vislumbra una tendencia hacia una política de exportación de armamento restrictiva". En 2018, el Gobierno alemán expidió 11.142 autorizaciones individuales para la exportación de armamento por valor de 4.820 millones de euros, unos 1.400 millones o un 23 % menos que en 2017.

Aunque las autorizaciones caen por tercer año consecutivo, el periodo 2015-2017 fue el de más autorizaciones concedidas en los últimos 21 años, es decir, desde que el gobierno informa públicamente de sus exportaciones de armamento. Para Wisotzki, las exportaciones a terceros países representan el mayor de los problemas, con el 53 % del total de suministros en 2018, lo que supone más de la mitad por sexto año consecutivo.

jov (efe, domradio)

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